Cuando hablamos en 2013, había cierto recelo a que os conocieran sólo por hits como “Anna Sun”…
Nicholas Petricca: Los directos siguen siendo el centro de nuestro pequeño universo. En su momento ya dijimos que para cuando tocamos los hits conocidos, ¡el público está agotado de bailar! Somos una banda de directo. Es posible que el resto de nuestras vidas tengamos que luchar con esa idea: ¿nos conocen como el grupo WTM? ¿O como los que cantan “Shut up and dance” y “Anna Sun”? Creo que es la propia naturaleza actual de la radio y del mundo en general. La gente escucha un sinfín de canciones sueltas y sólo hasta mucho tiempo después te reconocen por una dilatada carrera. ¡Pero esa es nuestra meta! Formar parte de ese selecto club con una larga trayectoria, como Madonna, Coldplay o Green Day.
Citáis ejemplos muy dispares: de Madonna a Green Day. Y precisamente vosotros os movéis en un espacio difuso de grupo indie pop que aún así, suena en las radios comerciales. ¿Es una tontería que sigamos con estas divisiones?
Eli Maiman: Interesante, sí. Nos sentimos bien donde estamos situados. A veces hemos tocado en entregas de premios o ceremonias y los técnicos te dicen: “es genial tener una banda que sí toca en directo”. Y estar en esa posición en la que combinas un concepto de banda más oldschool, en el que tocas tus instrumentos y desarrollas una comunidad de fans fiel a través de las giras y el directo, con otra parte más de sonar en las radios, de ser un grupo bailable, es una posición privilegiada.
Siempre estamos buscando nuevas maneras de tocar más, aumentar nuestros seguidores, sonar más, pero a su vez, sin comprometer nuestra identidad. No queremos perder de vista todo lo que nos ha costado construir en estos últimos seis años.
"Obviamente nos sentimos orgullosos de todo lo que hemos conseguido hasta llegar aquí, pero creo que en nuestro interior sentimos como si nada hubiera cambiado".
Aumentan el número de fans, sois más populares, los videoclips tienen millones de visitas… ¿Es fácil perder la cabeza?
Kevin Ray: ¡Al contrario! Casi que te obliga a centrarte más y a esforzarte más. Si toda esta popularidad se traduce en tocar más y salir más de gira, bienvenido sea.
Hace unos años comentabais que Europa era vuestro gran desafío y ahora mismo estáis inmersos en una gira por las principales capitales europeas. ¿Cómo lo vivís?
Nicholas: ¡Es brutal! Nos lo estamos pasando genial, hemos colgado el cartel de entradas agotadas en un puñado de salas, conocemos nuevas ciudades y visitamos otras que hacía mil que no veíamos. Llevábamos demasiado tiempo en América. Y este año está siendo muy internacional: gira por Japón, Australia, América del Sur… Ojalá pudiéramos estar en cien lugares a la vez. Llegar a un lugar e interactuar con los fans es genial y dejarte la piel sobre el escenario merece la pena.
En algún momento todo esto se vuelve sobrecogedor, pero aprovechamos todos estos viajes, habitaciones de hotel y horas en el autobús para escribir el nuevo disco. Además, hemos publicado un disco en directo (“Live at the Greek”) y el nuevo videoclip de “Work this body” y todo esto lo vivimos estando de gira.
Eli: Obviamente nos sentimos orgullosos de todo lo que hemos conseguido hasta llegar aquí, pero creo que en nuestro interior sentimos como si nada hubiera cambiado. Seguimos saliendo a conocer a los fans después de casi todos los conciertos, como hacíamos al principio. En cuanto a actitud, sí, seguimos siendo esa banda de teloneros que no le hace ascos a ningún nuevo oyente, a un par de ojos curiosos.
La popularidad, la fama y tus fans, es algo tan caprichoso. Y en un sólo momento todo puede desaparecer. Así que vamos a ver lo que dura y a darlo todo.
¿Os asusta que un paso en falso pueda acabar con todo lo que habéis construido?
Eli: ¡No, soy super valiente! (risas). En realidad te sirve para motivarte todavía más.
Nicholas: Sí, hay cierta sensación de vértigo. Y es curioso, porque precisamente de eso habla nuestro nuevo single, “Work this body”. Se trata de pillar todos esos sentimientos de negatividad, dudas, miedos… y darles la vuelta. Hacer que se conviertan en el detonante para que te lo curres más. Centrar tu energía en todo lo positivo. Hay mil razones por las cuales deberíamos estar asustados: por todas las bandas que tienen más discos, que son más conocidas, que son mejores, que venden más entradas… Pero hay todavía más razones por las que continuar. Y cada fan que conocemos; cada corazón, mente y espíritu con la que consigues conectar con tu música, te da una razón para seguir adelante.
Ray: Creo que es muy fácil tener una idea errónea de lo que la fama es. Ves a otras bandas y amigos en la escena y algunos lo petan, otros no tanto. Y empiezas a cuestionarte si a ti te está yendo bien, o te podría ir mejor, o esto va cuesta abajo. Poco a poco nos damos cuenta de que para nosotros el éxito es perdurar; hacer esto durante mucho tiempo y conectar con nuestros fans. Si lo piensas en términos de cuántos discos vas a vender, ¡tendrás insomnio!
¿Planes de futuro cuando acabe la gira?
Nicholas: Descansar un poco de la carretera y meternos en el estudio a escribir el nuevo disco. Y básicamente hay ganas de estar en casa, estar con las novias, la familia, ver a nuestras mascotas…
Con el subidón que llevamos de esta gira, tenemos ganas de transformar toda esta energía en algo creativo en el estudio. Y de mientras, le damos rienda suelta con colaboraciones como la de The Knocks, que mostrará una cara nuestra que nadie ha visto todavía. A nivel personal, me encanta explorar, y ahora que he podido hacerlo con otras bandas, llevar todo ese conocimiento con Walk The Moon.
Sabiendo todo esto, ¿qué dirección tomará el nuevo disco?
Eli: Buah, no tengo ni idea y ¡tengo unas ganas de descubrirlo! Es demasiado pronto para predecir nada. Todavía nos quedan 38 descartes de este disco. Hay un montón de demos que habría que revisar. Y además, durante dos años hemos experimentado muchísimo. Así que no te puedo decir en qué dirección vamos a ir, pero ya te digo que no vamos a decepcionar a nadie.
Nicholas: Yo me estoy conteniendo las ganas de rapear algo en el disco (risas)
Eli: A mi me parece bien, siempre y cuando haya guitarras de verdad.
Siempre habéis dicho que Bowie fue una gran inspiración para WTM, y que de él aprendisteis el potencial innato que hay dentro de cada uno para sorprendernos. ¿Cómo vivisteis su marcha?
Nicholas: De él aprendimos -y seguimos aprendiendo- a buscar nuevas facetas dentro de nosotros mismos; nuevas caras, personajes y a explorar áreas recónditas en nuestro universo para sacar música de ellas.
Bajo ningún concepto queremos seguir haciendo lo mismo una y otra vez. Queremos evolucionar y expresarnos de manera original y creativa ¡y a veces es muy duro! Porque estamos en un momento en que parece que todas las frases ya se han dicho, todas las notas, composiciones e instrumentos han sido tocados… Y en este caso, David Bowie fue, ha sido y será, una inspiración que te demuestra que sí, que todavía queda mucho por descubrir. Hay personas completas dentro de ti que no has conocido todavía. Y en estos términos se expresaba Bowie, sacando a esos personajes y haciendo música con ellos. Ya sea que salgamos vestidos con pinta de animales salvajes, con un nuevo alter-ego o simplemente bajo la forma de nuevas canciones, siempre estaremos explorando.
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