“Ojalá la Inteligencia Artificial sustituya a todos los artistas del mundo”
EntrevistasVvv [Trippin'you]

“Ojalá la Inteligencia Artificial sustituya a todos los artistas del mundo”

Fran González — 04-02-2024
Fotografía — Archivo

Tras dejarse la voz y la salud en los primeros bolos de presentación de su nuevoVaciador (Helsinkipro, 23), el proyecto mostoleño VVV [Trippin’You] ha tenido que hacer frente a una duras semanas marcadas por visitas médicas y cancelaciones varias.

Sin embargo, la situación presente no nos impide que aplaudamos ahora el defendible regreso de Adrián Bremner, Elinor Almenara y Salvador Urbaneja a escena con un cuarto álbum de estudio que les consolida como una de las propuestas más en forma de la electrónica sumergida de nuestro país, adentrándonos en ese particular imaginario que alterna el azote social con el homenaje más humano.

Con motivo de su reciente lanzamiento, el trío al completo tiene a bien reunirse con nosotros para ofrecernos su sentida dosis de ironía y crítica hacia determinados contextos de la situación presente y realizar conjuntamente un balance de su trayectoria, en peligro de ser truncada antes de lo que muchos querríamos según nos cuentan.

Me consta que la presentación del disco ha sido tremenda. ¿Sentíais nervios con “Vaciador”, precisamente después de habernos entregado previamente un disco tan importante como lo fue “Turboviolencia”?
(Eli) Nos ha sorprendido mucho, sí. Venimos precisamente de experimentar un proceso de creación bastante duro, en tanto que partíamos con cierta presión por el éxito que “Turboviolencia” tuvo. Queríamos hacer algo que estuviera a la altura o fuera incluso mejor. Y la verdad es que los primeros conciertos de momento han sido la hostia. La gente se sabía los temas enteros, cuando hacía poco más de un día que el disco nuevo había sido lanzado. A nivel de escuchas no queremos entrar a valorarlo todavía demasiado, ya que hemos aprendido a no darle importancia a eso, pero sí que nos han llegado muchos mensajes de enhorabuena que se nota que están escritos con el corazón.
(Adri) Es que la gente se sabía las canciones incluso mejor que yo en los conciertos, fue alucinante. En cuanto a lo del proceso, sí, ha sido bastante duro. Con “Turboviolencia” piensa que llegamos a cuotas a las que nunca antes habíamos pensado llegar y para las que este proyecto nunca estuvo pensado. Pero también ha sido duro porque quisimos inicialmente producir el disco con distintos artistas, y compaginar eso con teletrabajar y mil cosas más ha terminado resultando bastante agotador. Creo que éste es el disco que más veces he tenido que escuchar de forma analítica antes de mandar a publicar. Ha sido un camino duro, pero hemos aprendido mucho y ha merecido la pena.

"Creo que combatir la cultura del éxito dentro de las facetas artísticas es imprescindible"

Nos consta que “Vaciador” está inspirado en un centro cultural y cívico que fue muy relevante para vosotros, pero que tras la pandemia desapareció.
(Adri) Así es. Vaciador fue un sitio muy especial para nosotros. No es que comenzáramos como banda allí, porque ya existíamos antes de empezar a ensayar y tal, pero sí fue un lugar bastante importante en nuestra historia como formación, pues hicimos mucha comunidad en torno al sitio y su gente, dimos varios bolos y pasábamos mucho tiempo allí. No solo era un punto de encuentro para jóvenes, sino que también cumplía una función social muy importante para el barrio, ofreciendo cenadores a precio libre para gente que no podía permitirse comer bien habitualmente y programando mucha oferta cultura asequible y cercana, con propuestas del tipo vanguardista que no podían verse fácilmente en cualquier otro punto de la ciudad. Era nuestra segunda casa, y recuerdo vivir allí algunos de los mejores momentos de mi vida. Pero de un día para otro llegó un fondo empresarial determinado, compró el edificio entero, echó a todos los inquilinos –no solo a los de Vaciador, sino a todos los que allí vivían- y si no recuerdo mal, ahora han puesto apartamentos turísticos o un bloque de oficinas. Vamos, que se ventilaron de un plumazo una parte muy importante del barrio, tanto a nivel cultural como a nivel humano.

Diríais que, además de este particular homenaje al centro cultural, ¿habéis querido denunciar también la situación que envolvió su desaparición?
(Adri) Bueno, siempre hemos huido de hacer música panfletaria porque no nos llena. En su momento sí que tenía un sentido, pero hoy en día no es algo que nos atraiga demasiado. Nuestras letras tienen mucho trasfondo político, especialmente en determinados versos, y de hecho hablamos mucho en este disco de especulación inmobiliaria, de cómo echan a las gentes de los barrios o de cómo afecta la precariedad a la juventud, pero no creemos que nuestra música tenga que ejercer esa función reivindicativa necesariamente. Nuestro nuevo disco, realmente, va mucho más allá. Es más, yo particularmente lo considero un homenaje a nosotros mismos y a todo lo que nos ha influido en nuestra vida, de la mano de samples de todo tipo.



En “Mediocres y Agresivos” directamente apeláis a un calificativo emitido por Girauta hacia la juventud actual en un libro suyo. ¿Os ha llegado ya su opinión al respecto?
(Adri) No, nos ha llegado ningún feedback de Girauta, pero nos encantaría que lo hiciera [risas]. Cuando yo era más joven, esa peña que criticaba a la juventud ya me parecía de lo más pocha y pensaba que simplemente tenían envidia. Ahora que ya no soy tan joven, y de hecho veo ya a gente de mi quinta criticar a la Generación Z y tal, puedo confirmar que estos me siguen dando la misma pereza. Pensaba que con la edad iba a cambiar de opinión, pero no. Creo que es muy cutre reivindicar una edad con respecto a otra, y más en esos términos tan infantiles como lo hace Girauta en su libro. Me parece, simplemente, una subnormalidad lamentable y sin sentido, pero que por otro lado encaja bastante bien con quien lo firma.



¿Podemos decir entonces que ahora hacéis canciones con algo más de auto-consciencia?
(Adri) Puede ser, de hecho la canción que mencionabas y que emanó a partir de ese libro sí se escribió de una forma más consciente y partiendo de una premisa determinada sobre la que giró la temática de la misma. Pero en términos generales no es nuestra forma de trabajar y continuamos siendo poco auto-conscientes a la hora de dar forma a nuestras canciones. Normalmente hacemos la música primero y a partir de ahí trabajamos las letras en torno a lo que ésta nos sugiere y no hay tanta premeditación en el mensaje.

Hablabas antes de la gran cantidad de productores que han participado en el disco. ¿Os ha resultado fácil encontrar cohesión con tanta contribución?
(Adri) Pues precisamente lo que buscábamos era explotar la singularidad de cada canción, más que lograr ningún tipo de cohesión entre éstas. El vínculo entre ellas ya se alcanzaría a posteriori y a partir de la mezcla, pero en cuanto al sonido del disco y de sus canciones lo que quisimos en todo momento fue sacarle partido a lo que cada una de ellas aportaba, recurriendo a quienes creíamos que podían encajar mejor con aquello que cada canción pedía. Por ejemplo, si una canción tenía muchos samples vocales y juegos melódicos recurríamos a Cernadas, si tenía ciertos diseños sonoros más bestias y queríamos remarcarlos contábamos con Marco Henri… Recuerdo que también teníamos un tema muy pop, “Bellver”, que queríamos que sonara a El Último Vecino, así que contamos con su productor, InnerCut. Fue un trabajo muy rico, y creo que hemos logrado que, en perspectiva, cada colaborador se vea representado en sus diferentes contribuciones.

¿Habrá disco de remixes entonces?
(Salvi) Sí, se ha planteado ya. Pero todo se andará. Primero vamos a ver qué tal va el disco en sí mismo, pero estaría guay hacerlo.

Sobre el sonido, me fascina la introducción de la técnica del cut-up, especialmente tras esa sesión enfermiza llamada “Todos Los Santos Temazos”, donde adelantasteis gran parte de los samples que aparecerían luego en este disco. Contadnos un poco más sobre esta técnica y cómo de representativa se siente con respecto a vuestro sonido.
(Adri) Creo que el concepto viene de Burroughs y de cómo él entendía que la realidad podía ser manipulada a partir de cortes y de diferentes collages sonoros, generando así una nueva realidad. Cuando descubrí sus textos pensé que estaban muy adelantados a su tiempo y me parecieron de lo más apropiados a la actualidad, especialmente con la irrupción de la Inteligencia Artificial en los procesos creativos. Que a mí, por cierto, es algo que me apasiona y de lo que no estoy nada en contra. De hecho, ojalá la Inteligencia Artificial sustituya a todos los músicos y artistas del mundo, así te lo digo. Y en cuanto a esa sesión de cut-up lo que pretendía era acercar la realidad del disco a la gente -pues todos o casi todos los temas referenciados en la sesión terminan apareciendo en el disco- unos meses antes de que pudieran escucharlo y en un contexto aislado, generando así una nueva realidad para ellos a partir de micro-cortes. De ahí que aparezcan cosas tan dispersas como Estopa, Linkin Park o el himno del Leeds United, pues el nexo de unión entre todas es lo mucho que me han marcado en diferentes contextos de mi vida presente y pasada.

"Aunque no tengamos la cantidad de oyentes que tienen otras bandas, un oyente nuestro vale por cinco"

Celebramos que, dentro de esa lluvia de influencias, vuestro sonido neobakala siga persistiendo. ¿Os sentís precursores de esta etiqueta?
(Adri) No puedo sentirme precursor de nada, en tanto que yo mismo tengo ya unos referentes previos y siento que estos sí son precursores de lo que yo hago. El primer momento en el que yo dejo de hacer rap y comienzo a hacer la música que hago actualmente es después de ver un concierto de Somos La Herencia y la banda que más ha marcado nuestro sonido desde entonces son Fasenuova, así que desde mi prisma ellos son los verdaderos precursores de este sonido. Pero seguro que si les preguntas a ellos, te remitirán a otros nombres, como Antiguo Regimen. Al final, nadie inventa nada. No hemos inventado la música, simplemente somos una parte más de una cadena evolutiva.

Tú Adri, además, vienes de hacerte ciertamente viral después de un vídeo en tus redes donde manifestabas abiertamente la necesidad de vender entradas en una ciudad determinada. ¿Cómo fue plantearte este ejercicio de honestidad?
(Adri) Sinceramente, creo que combatir la cultura del éxito dentro de las facetas artísticas es imprescindible. Somos conscientes, y más a esos niveles, de que es difícil llenar salas en determinadas ciudades y hacer este tipo de ejercicios de honestidad, como bien dices y dentro de la posición que ocupa cada uno, pueden venir muy bien al resto. No tengo consciencia de que el vídeo se hiciera tan viral como mencionas, pero sí sé que mucha gente lo vio y que, de hecho, a nuestro mánager le vinieron varias personas de determinadas discográficas a decirle que este tipo de mensajes podían repercutirnos negativamente.

Ah, ¿sí? ¿Cómo?
(Adri) Pues ya sabes, en tanto a que podía bajarnos el caché y esas cosas. Es muy usual el mamoneo éste de inflar la burbuja para que luego contraten a algunas bandas sobrestimadas bajo un caché determinado que se ha creado a partir de argucias y marketing. Ni entro ni salgo en eso, porque no conozco tanto el tema como para hablar sobre ello. Pero no me parecen acciones honestas y al público se le debe honestidad.

¿Cómo estáis viviendo la creciente subida de precios en las entradas? ¿Lo estáis sufriendo o creéis que no es algo que vaya a afectaros por ahora?
(Eli) Bueno, nosotros tenemos la suerte de que dentro de lo que cabe todavía podemos seguir girando, montándonos las cosas por nuestra cuenta, contando con algún promotor que nos ayude a financiar ciertos gastos, e intentando negociar estos en base a lo que vamos sacando de las entradas. Pero claro, somos conscientes de que la música terminará siendo víctima de esta burbuja asfixiante en la que una entrada media de concierto ya te cuesta 40 ó 50 euros. No lo vemos tan lejano, y espero equivocarme, pero es un mal que podría perfectamente llegar a la música underground también y cargársela definitivamente.

Se ha dicho de “VACIADOR” que bien podría ser vuestro último disco, aunque no sé hasta qué punto es un mero rumor. ¿De dónde sale esta reflexión y qué os ha llevado a ella?
(Adri) El rumor viene de un comentario que hice en Twitch, donde aludía a que quizás éste sería nuestro último disco. Y es cierto, tal vez lo sea. No puedo responderte ahora mismo si lo será, pero está claro que los tres tenemos que reflexionar mucho sobre ello. Yo personalmente arrastro un desencanto muy grande con la industria. Que ojo, tampoco es algo con lo que me haya topado de nuevas ahora, pues ya sabía dónde me metía, también te digo. Pero es innegable que este sector es muy precario, que exige mucho esfuerzo y tiempo, y que para llegar a ciertos sitios hay que pasar previamente por determinados aros por los que nosotros no estamos dispuestos. No va con nuestro espíritu, ni es una industria hecha para una personalidad como la mía, ya que me gusta más bien poco la exposición pública. Por supuesto estamos agradecidísimos de las cosas que hemos vivido gracias a nuestro público, pero no sabes lo tremendamente agotador que puede llegar a ser vivir de esta forma tan miserable durante tantos años.
(Salvi) También nos ha quemado mucho darnos cuenta de que esta industria está marcada por un factor de aleatoriedad muy grande. Todo funciona a golpe de algoritmo y con parámetros que no controlas. Por nuestra parte, además, nos sentimos condicionados por una serie de valores que nos impiden pasar por cierto tipo de cosas, como apuntaba Adri. Sentimos que hacer música hoy en día es como si te echaran a una trituradora o a una ruleta que decide por sí misma hasta dónde puedes llegar, dando lugar a que personas que se lo curran mucho y tienen mucho talento terminen pensando que no molan lo suficiente por lo mal montada que está la industria. Los oyentes mensuales de Spotify es lo peor que le ha ocurrido jamás a la música. Y no es que éste sea el único factor que nos ha llevado a valorar el querer dejarlo, pero sin duda es una razón importante para que ahora lo estemos pensando. Aun así, estamos enormemente agradecidos de lo que el público nos ha dado. Nosotros tenemos una particularidad con respecto al resto de bandas de este país y es que a pesar de ser una propuesta humilde, underground y pobre, el público que tenemos es bastante hooligan y aunque no tengamos la cantidad de oyentes que tienen otras bandas, un oyente nuestro vale por cinco.

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