Para darle forma ha contado con una amplísima lista de productores. “He seguido muchos métodos para decidir qué productores y qué beats llevaría el disco. He trabajado tanto con grandes amigos que admiro mucho como con gente que estaba empezando y que iba a darle frescura al álbum”. De entre todos los presentes, destacan las aportaciones del colectivo Cookin’ Soul, Pachecos, Angel Dust, el malagueño Quiroga, Ju Fernandes y J.C., quien -de entre todos ellos- parece mostrarse como el complemento perfecto para Rodríguez.
"Soy melómano y Dj de profesión y no me cierro en un estilo" |
“La verdad es que JC significa mucho para mí. Es el ejemplo más claro de cómo se ha trabajado en este álbum, aunando talento con amistad. Cuando nos metemos en el estudio se crea un clima espectacular. Todo fluye. Él sabe cómo conseguir un rendimiento altísimo en mí”. Si la nómina de productores es amplia, la de colaboraciones vocales no se queda atrás, pudiendo dar la errónea sensación de ser un disco tan sumamente variado que resté personalidad al proyecto. “Esta es mi personalidad. Yo soy melómano y Dj de profesión y no me cierro en un estilo. Tengo la conciencia muy tranquila, porque he hecho las canciones que me ha apetecido, las que llevaba dentro. Son muchos años sin sacar un álbum y había un torrente de ideas”. Su voz rota y aguda es reconocible en el panorama hip hop por sus diversas colaboraciones en discos de raperos nacionales, ¿pero es imprescindible tener una voz prodigiosa para hacer un álbum de soul? “Para nada. Mi voz no es prodigiosa en absoluto. Lo que pasa es que siempre hay que intentar potenciar tus virtudes. Creo que para cantar hay que cubrir unos mínimos de afinación, ritmo… pero lo que hará que llegues a la gente o no, es tu feeling”.
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