Vivir duele
EntrevistasThe Breeders

Vivir duele

Redacción — 07-04-2008
Fotografía — Archivo

Las hermanas Deal publican “Mountain Battles” (4AD/Popstock!) con su plantilla habitual, vienen a España a tostarse al sol del Summercase, no quieren oír hablar de Pixies, y nos descubren que estando más sanas que nunca, se sonríe más y se afrontan las dificultades serias de otra manera. Y sobre todo, que viva el rock hecho como se ha hecho toda la vida.

Cuatro álbumes en dieciocho años no revelan que la música haya sido siempre la mejor terapia para las chicas de The Breeders. (Kim Deal) “Sé de gente que pone la alarma de su reloj para estar segura de que llegará a su oficina. También lo hacen algunos escritores, que hacen el trabajo del día y son muy disciplinados. Sí, pero seguro que tienen la opción de irse después a un Spa a sentarse y no pensar en nada. Yo no necesito hacer eso, pero me da un poco de miedo, porque la gente que hace eso es gente de la que no compraría nunca un disco, aunque hay algunos compositores que sean como ellos”.

Ellas se han instalado en su mejor forma de vida justo en el momento en el que los medios ya no las miman tanto como hicieron antes. “Eso no es así, mira, cuando salió ‘Pod’, me acuerdo de las críticas. Algunas son de gente que no se quiere acordar ahora, pero si nos vamos a 1989 ni te imaginas las cosas que nos decía la prensa inglesa. Cosas como llegar a preguntarse incluso por qué se había publicado ese disco. ¿No recuerdas esas críticas?”. Kelly niega y a Kim parece gustarle el tema, prefiere hablar de “Mountain Battles”. “No es cierto que me preocupara que las canciones sonaran muy diferentes, porque lo único que quería es juntar cuarenta minutos de buena música, y cuando la tuve, mandé una parte a Ivo Watts Russell de 4AD, y él nos dijo que no tenía un sonido coherente, que no sonaba como si un grupo lo hubiera grabado, y después nos dijo que su opinión sincera era que tendríamos que grabarlo todo otra vez”.

¿Y qué ocurrió? “Me di cuenta de que no iba a tratar de ser otra persona. ¿Por qué es esto algo tan raro cuando hay tanta gente en el ‘mundo digital’ que crea sonidos que no existen, que hacen canciones que no se parecen unas a otras y que hace álbumes que tampoco tienen una razón tan clara para existir? Así que pensé, vale, si nos lo dice, será por algo, pero seguiremos nuestro camino. Hay cosas que han cambiado desde aquel momento de una manera natural, y sí, hemos regrabado cosas, pero hemos mantenido el fondo porque nos satisface. Entonces se lo presentamos y de pronto nos dijo que sí, que tenía sentido lo que habíamos hecho”. Y ya que han tardado casi seis años desde “Title TK” (4AD, 02), y que no quieren oír hablar de Pixies, ¿a qué han dedicado el resto del tiempo libre? (Kim) “He estado en rehabilitación, pero sólo duró un mes, aunque me gustaría echarle la culpa del retraso a la rehabilitación. Nos mudamos desde el este de Los Ángeles a Ohio”. (Kelly) “A mi madre le han diagnosticado alzheimer y vivo con ella y con mi padre”. (Kim) “Me encantaría echarle la culpa a mamá”. (Kelly) “No hay ninguna culpa que echar, en todo caso es una pena”.

Kim interrumpe y empieza a hablar sobre lo fácil que es escribir canciones y lo difícil que es hacer una buena. Basta de hablar de intimidades por ahora. Kim ha marcado una distancia con una sonrisa que no molesta. Ya son muchos años de tablas. De hecho, son muchos años con el mismo sello, el mismo diseñador y el mismo productor, desde “Surfer Rosa” (4AD, 87) de Pixies, y mira que se supone que buscan distanciarse de su banda madre. (Kim) “Sí, estar en un nuevo disco puede ser una gran aventura, pero no puedes enviar tus discos en estos días a cualquiera, que a lo mejor, cuando lo recibe, está pensando en venderte, así que tienes que hacer un envío de seguridad, ¿y a quién vas a llamar? ¿A un puto tío que le guste meterse una raya a la hora de comer?”. (…) “Conozco a fondo la música y el arte digital, y todo el mundo es Dj o compositor de canciones, o tiene un grupo o es fotógrafo. Todo el mundo crea su arte, es genial, pero no quiero ningún culo graciosote con Photoshop que me hayan presentado mis amigos de mierda en mi álbum, quiero un artista que sea realmente bueno que se apasione con lo que hace, que se sacrifique por lo que hace, y eso no es nadie que tenga el nuevo plugin de Photoshop y me diga que me ha puesto la cara en una foto y ahora soy como un perro. Porque ahora todo sea accesible, no significa que lo aprecie”. Prefiero entonces que me contéis vuestras motivaciones personales para grabar “Mountain Battles” muy a la antigua. (Kim) “La proximidad de la muerte. Mira, al final de siglo XIX hacían fotos de los muertos para recordarlos, pero en los años treinta tenían unos certificados de defunción preciosos. Kelly tiene uno de unos abuelos en la pared de casa, con su caligrafía hecha a mano y esas frases tan estupendas. Eso nos ha hecho pensar. La soledad también, pero no quiero quejarme”. No te quejas, vives.

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