Los tiempos en que la popularidad de Supergrass aumentaba de forma directamente proporcional a la que crecían sus patillas pasaron a mejor vida. Ahora ya no necesitan de su imagen para sostenerse: «Supergrass» es el trabajo más maduro de los de Oxford; las patillas siguen AHÍ, sí, pero ahora ya no hablan de las ventajas de la higiene bucal –tal como hacían en «Alright»-, sino que recurren a la escatología cristiana para explicar que Jesucristo vino del espacio exterior...Parece que fuera ayer, pero aunque los ecos eufóricos de «I Should Coco» –primer álbum de la banda- todavía resuenan en los oídos, median cinco años desde entonces.Muchas cosas han pasado; y entre ellas, diremos que Gaz Coombes (voz y guitarra) y sus chicos han madurado definitivamente. Posiblemente el dato no tenga mayor importancia, pero lo cierto es que las maneras que se apuntaban en «In It For The Money» obtienen su consolidación en este «Supergrass» de tan anodino título. «En realidad debería llamarse `El Álbum De Los Rayos X’, pero por fallo en la edición se ha quedado simplemente con el nombre del grupo». Tan sólo pondremos una pega de consideración: ese flojísimo single llamado «Pumping On Your Stereo»; el vídeo tiene su gracia, de acuerdo, pero no deja de ser un fallido intento por recuperar la inmediatez de «Alright». «Me gustaría decirte que no es así, pero creo que cuando hicimos esta canción, y sobre todo cuando la elegimos como primer single, sí teníamos en mente el éxito de «Alright». Pero no creo que sea un error; simplemente era un tema accesible, sencillo, que podía funcionar como single. Y de hecho ha sido así». En cualquier caso parece mucho más acertada la elección de «Moving» como próximo single, con esta canción dando paso a una sucesión de cinco temas realmente importantes (el citado, «Your Love», la extraordinaria «What Went Wrong», «Beautiful People» y «Shotover Hill»), de manera análoga a lo que ocurría en su anterior trabajo. Sin embargo, a partir de entonces se inicia un declive considerable, aunque maquillado por unos cuantos aciertos que acaban de hacer bueno un álbum irregular. «No creo que exista una diferencia tan grande entre unos temas y otros. En realidad no piensas en un álbum como algo unitario hasta que está terminado. Ahora teníamos veinte canciones, y hemos elegido las mejores. La diferencia con nuestros discos anteriores es que ahora sí sabíamos lo que queríamos de cada canción cuando fuimos al estudio. Esto puede ser muy positivo, a veces también hace que estés luchando semanas y semanas por conseguir un determinado sonido y finalmente no lo consigues, eso frustra muchísimo. Pero sólo ha pasado un par de veces: en «Your Love» y «Jesus Came From Outer Space» no hemos conseguido realmente lo que buscábamos... un sonido, digamos, terrenal». Me vais a perdonar, pero no sé qué es esto del sonido terrenal; cierto es que Supergrass ya manifestaban en «In It For The Money» una fuerte preocupación por el sonido –seguramente más que por las propias canciones-, pero no me atrevo a definir lo de «terrenal», así que mejor que lo explique Gaz. «Me refiero a un estilo rock’n’roll de los años cincuenta, un estilo muy suelto, que reflejara el espíritu del tema; y a lo mejor da la sensación de que se grabó en un buen estudio. Eso era lo que no queríamos; para «Moving» ese sonido sí que funciona, pero no para «Jesus...». Es una canción muy loca; empezó siendo antireligiosa, sobre la posibilidad de que Jesucristo hubiera bajado de una nave y hubiese dicho ¡bueno, aquí estoy para salvaros! Luego no sólo hablaba de eso, porque el estribillo dice que el amor es lo más fuerte que hay. La verdad es que es una canción bastante rara». Y también la más psicodélica de un disco en el que buena parte de las composiciones parecen tocadas por un espíritu alucinatorio. «Bueno, ese toque está, pero es algo natural, porque luego aparecen todos esos coros que son un poco locos; todos son nuestros, incluso los femeninos». Como demostración, Gaz y Danny (Goffey, batería del grupo) –Mick Quinn (el bajista) permanece aferrado a una cerveza, esperando la aparición de un nuevo periodista- realizan una serie de gritos afeminados, demostrando no haber perdido el espíritu colegial con que comenzaron su andadura como The Jennifers en el 92. «Oh, jugábamos a hacer canciones; él, su hermano y yo. Nos lo pasamos realmente bien. Luego se pierde la frescura, pero hemos ganado en muchas otras cosas; al principio John Cornfield –productor de sus discos, ndr.- era indispensable, pero poco a poco hemos ido controlando más la producción: él no decide nada artística o musicalmente, es más un ingeniero de sonido. Es nuestras manos», concluye Gaz; y añade jovialmente Danny: «Oh Dios, es mis pies». El que sigue teniendo manos para el grupo es Rob, hermano de Gaz, y que ahora no sólo toca el órgano, sino que también compone; y sin embargo, no tiene un hueco en la portada. «¡Lo que pasa es que no cabía! ¡Su cabeza es demasiado grande! No, en serio; él siempre ha formado parte de la banda, pero prefiere mantenerse al margen; no le gusta nada todo esto de la promoción. Siempre ha sido así, y quizá si se involucrase más se rompería la armonía existente ahora mismo. Además, él está muy contento donde está, le tengo envidia». Por último, una simple curiosidad: sabíamos de vuestra afición por The Jam, Small Faces, The Kinks o The Who, pero una vez leí que escuchabais a Motörhead, Deep Purple e incluso Helloween... ¿Qué hay de cierto Gaz? «¿Helloween? ¿De verdad has leído eso? Debería ser una broma. Sí puede que haya escuchado algo de Deep Purple, «Smoke On The Water» lo que todo el mundo, pero nada más. Nos gusta Led Zeppelin, claro, pero Helloween... ¿Me ves a mi cara de escuchar a Helloween?» Pues ahora que lo dices, Gaz... No sé qué decirte, de verdad...
«Supergrass» está publicado por EMI.
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