"Para mí, algo como una polaroid puede representar cuán frágil puede ser la vida a veces". Parco en palabras, el songwriter se camufla a través del mail y suelta escuetas frases que no sirven de gran ayuda para comprender mejor sus miedos y emociones. Y todavía apreciamos en menor grado (y es que no nos deja, no quiere) el intrínseco aroma religioso que se respira en sus letras. "La Biblia es el libro que más me ha influido en mi vida personal, sí. Dios es quien guía mi vida. ¿En mi carrera? No. El libro más influyente en ese sentido sería cualquiera escrito por Allen Ginsberg". No parece, pues, que la religión y Dios constituyan el eje central de su carrera, aunque muchos hayamos podido extraer esa conclusión tras escuchar sus discos. Ese sentimiento permanente que mezcla tormento, culpa, búsqueda de perdón o esperanza por el mañana son propios de la fe cristiana. Y sus historias, o algunas de ellas, hablan de eso, precisamente.
"Dios es quien guía mi vida, no mi carrera" |
"No lo creo. Como te he dicho, Dios es quien guía mi vida, pero trato de no mezclar demasiado mi profunda fe en él con mi música". Llegados a este punto, intuyo que tampoco se sentirá cerca o en consonancia ideológica y expresiva con muchas de las bandas cristianas que deambulan por el panorama metal o hardcore de Estados Unidos. Pensamos en, por ejemplo, los catálogos de Tooth & Nail o Solid State. "Creo que hay un sitio para todas esas bandas. Yo apoyo la idea de la música cristiana, en cómo ésta expresa su amor por Jesús. Pero tienes que mentalizarte que, como cualquier otro sello, Tooth & Nail forma parte de un negocio. Creo que no se tendría que mirar de forma especial a este tipo de compañías discográficas por el simple hecho de que estén controladas por cristianos". Menos claro, creo, quedaría su parentesco con la escena emo, aunque ésta también haya manifestado en boca de muchas bandas una adherencia cristiana de cierta notoriedad. Los casos de Sunny Day Real Estate o Mineral son buenas muestras de ello. Aun así, la forma de llevar a cabo esas ideas es bastante distinta. "Yo odio la etiqueta ´emo´. Yo te diría que simplemente me dedico a escribir canciones. Punto". Con todos estos datos, debemos ver en la huraña figura de Damien Jurado a un autor que, aprovechando una mirada pura y devota, construye pequeños retazos vitales henchidos de humanidad. Algo que le sirve para atar cabos y curar heridas. "Componer es como una terapia. Sí, la música es una buena medicina".
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