Me reúno con su cantante Ireneo “Ire” Díez para charlar sobre su nuevo disco, “Un puño amable” (Lunar Discos, 22), producido por Guille Mostaza, pero también sobre el “sello Sevilla”, Nueva Vulcano, la importancia de las baladas o querer en vasco.
Lo primero que me gustaría saber es ¿por qué el cambio de nombre? ¿Por qué habéis pasado de Victoria Ford a Victorias?
En 2020 casi dejamos la banda, porque a nosotros la pandemia nos machacó. Habíamos sacado el disco de remixes y no tuvo nada de repercusión, así que decidimos dejarlo, por lo que sea el destino había querido que lo dejáramos. Pero nuestro sello nos dijo las canciones nuevas eran muy chulas y ya las habíamos movido, Guille Mostaza las había escuchado y le habían encantado, así que nos hizo replantear si dejar o no la banda. Así que, al final, decidimos seguir adelante y quitarnos de en medio las cosas que no nos molaban, la forma de componer, un montón de malos hábitos como solo ensayar una vez a la semana y otra cosa que nos sobraba era el Ford, no nos venía bien y fue otra de las cosas que cayó.
En el disco anterior se hablaba de la huella de The National y en este hay cosas de The Killers, pero, si os pregunto a vosotros, ¿cuáles son vuestros principales referentes a la hora de definir vuestro sonido?
Para nosotros Nueva Vulcano son nuestra principal referencia. Son una de las bandas que mejor escribe en español, también es cierto que ya no nos parecemos nada a The National. Antes éramos tres y yo además de cantar tocaba la batería, ensayábamos en un sitio muy pequeño y la música refleja las circunstancias en las que se crea, así que cuando yo salgo de la batería y metemos uno nuevo, además de un guitarrista extra, pasamos a un local más grande y me puedo desarrollar más como vocalista, todo eso hizo que sonáramos más rockeros, más épicos si quieres, y de ahí puede venir eso que hablas de The Killers, pero no es intencionado, aunque ojalá…
"Si te fijas, el primer disco era muy rocoso. Teníamos la intención de sonar raros porque sí"
¿Qué diríais que os ha aportado Guille Mostaza en la producción?
Pues nos ha aportado claridad, estábamos muy perdidos. Si te fijas, el primer disco es muy rocoso. Teníamos la intención de sonar raros porque sí. Éramos una banda indie muy cerrada pero gracias a él nos pusimos al servicio de la canción ¿Qué necesita la canción? ¿Sonar más simple y sencilla? Pues vamos a hacerlo
¿Cómo surgió la posibilidad de trabajar con él?
Fue a través del disco de remixes, el trabajo de Guille con “Doble Diversión”, que fue nuestro primer single, y él cogió la canción y le cambió el estribillo, y eso nos hizo plantearnos cosas. “Este pavo llega aquí y no se ha cuestionado nada, ha cambiado el estribillo y le ha salido mejor” Así que pensamos “¿y si este tipo tiene la varita mágica para conseguir el sonido que estamos buscando?”. Y así fue y además ha encajado personalmente con nosotros, estamos muy contentos de tenerle en el equipo.
Oye ¿y si tuvierais presupuesto ilimitado con que productor os gustaría trabajar?
La respuesta más clara sería aquel productor que quisiera trabajar con Victorias. No hay nada peor que trabajar con alguien que no quiere estar ahí, que está ahí por dinero o cualquier otra cosa. Lo bueno de Guille Mostaza es que se ha tomado esto como si él fuera parte de la banda. El tío se ha currado los temas de una manera enfermiza.
“Grandes éxitos, mejores descartes” tuvo al año siguiente una versión remezclada, llamada “Grandes éxitos, mejores remixes”. ¿Podemos esperar lo mismo con este “Un puño amable”?
Creo que no, ya molestamos demasiado a mucha gente importante entonces como para volver a hacerlo.
“El Truco” es mi canción favorita del disco. He leído que es la que más tiempo os llevó, llegando a añadir el estribillo mucho después de haber empezado con ella. ¿Cómo es vuestro esquema a la hora de componer? ¿Os gusta rescatar cosas de canciones anteriores?
Como te comentaba antes una de las cosas que cambiamos después de la pandemia fue nuestra manera de componer, a nosotros nos encanta llegar al local y no ensayar, sino componer, poner unos acordes, mezclarlos con el bajo y la batería, algo como muy primario de buscar nuevas canciones sin darle muchas vueltas a las que ya había. Ahora llegamos al local con un concepto en bruto de la canción, tengo estas estrofas por aquí e ir trabajando en las partes, el riff, los arreglos del bajo o la letra. Por ejemplo esta canción salió en el 2019 y salió solo la estrofa pero no lográbamos dar con un estribillo jamás, nos salían cosas ridículas. Así que se desechó, cuando íbamos a grabar este disco “El Truco” ni siquiera estaba entre las canciones elegidas pero como dos o tres semanas antes de grabar se llegó a este concepto del estribillo y se lo pasé a los del sello y la reacción fue inmediata: “Esa canción tiene que salir en el disco y ser uno de los singles”.
Oye ¿qué significa querer en vasco?
Pues significa querer en otro idioma, si te das cuenta todo el concepto del disco viene de esos días en los que nos dimos cuenta de que la banda iba a llegar a su fin y tuvimos que aprender a decirle adiós a este proyecto, en el que habíamos invertido mucho tiempo, dinero, y habíamos crecido con él, nos hizo aprender y a querer de otra forma, más pura que romántica, y de ahí viene lo de querer en vasco.
Por cierto esa canción me ha recordado a los primeros Los Planetas, ¿os gustan o es pura coincidencia?
No, no, Los Planetas son referencia cien por cien. Nuestro bajista, Antonio, es fanático. Puede ser porque es un tema muy directo y potente, donde el bajo tiene mucha presencia, también tiene unos teclados tipo The Killers, es verdad, pero no teníamos nada en mente. Queríamos que la canción sonase gorda, fuerte. Antes pecábamos de tener un sonido muy canijo, así que cogimos a Cristián, el segundo guitarra, para conseguir canciones como esa.
Sé que no estarás de acuerdo pero ¿no te parece que “Fin de Fiesta” rompe un poco el ritmo del disco?
Me lo parece total, pero es intencionado. El disco es un menú con muchos sabores y la balada es uno de ellos. A mí personalmente me encantan. Temas mega simples sin complicarse la vida. Mi padre me ponía a Nino Bravo o a Luis Miguel, a mí me flipa Luis Miguel, o Phil Collins. Así que decidimos meter una así en el disco, una canción que pudiera cantar hasta mi abuelo, y es que lo bueno de las baladas es que conectas con un montón de peña. Te da tiempo a reposar más la letra, el arreglo es más cuidado, no vas acelerado. Además la probamos con gente y hubo quien se puso casi a llorar, así que dijimos vamos bien, y luego se la puse a mi madre y le encantó, el experimento ha funcionado.
De todas formas para nosotros también sonaba rara, como de otro disco, así que la queríamos poner la última y fue Guille Mostaza el que nos dijo, dejaros de tonterías esta canción merece estar la cuarta y que rompa un poco. Así que has acertado pero estaba hecho aposta.
Me acabas de hablar de Nino Bravo, Luis Miguel y habéis hecho una versión de “Amor de hombre” de Mocedades y ahora os atrevéis con el “Vida loca” de Pancho Céspedes. No parece que tengáis muchos complejos con eso de lo de lo de los placeres culpables o ‘guilty pleasures’. Sois de Sevilla y tenéis una canción que se llama así, ¿para cuándo podemos esperar una versión del tema del mismo nombre de Miguel Bosé?
Vaya temazo ese, aunque me gusta todavía más la de Arturo Pareja-Obregón que es un referente absoluto sobre lo que significa vivir en esta ciudad. Sevilla está llena de contrastes. Aquí ser indies como nosotros es algo muy complejo. Tenemos amigos que se han pirado a Madrid para poder contar sus cosas y encajar más, pero a nosotros nos encanta. Nos engañaríamos a nosotros mismos si dejáramos de lado nuestras raíces, por eso “Sevilla” es el primer single. Queremos contar nuestra verdad, nuestra ciudad y lo que nos hace únicos.
"Nos engañaríamos a nosotros mismos si dejáramos de lado nuestras raíces, por eso 'Sevilla' es el primer single"
Siendo de Sevilla, ¿es más difícil destacar desde allí cuando toda la industria se mueve entre Madrid y Barcelona?
Es casi imposible, además no tenemos esa sensación de unidad, de ir todos a una como pasa en Granada, que llevan el sello Granada. Tú escuchas a Apartamentos Acapulco, Los Planetas o Lori Meyers y parecen todos del mismo sello. En Sevilla no pasa eso, hemos tenido a Maga, pero nunca ha habido una sensación de este es el sello sevillano, a lo mejor eso lo marcaba Triana…
Bueno, es que puede que el sello sevillano esté ahí... Veneno, Kiko, Pata Negra…
Es cierto, pero vamos que nosotros defendemos a capa y espada nuestra ciudad, nuestros contrastes y si funciona bien y si no sabremos que hemos hecho algo honesto
¿Y lográis vivir de la música o eso es imposible en los tiempos que corren?
Pues poniendo que te estoy llamando desde la oficina en la que trabajo… Una imagen vale más que mil palabras en este caso [risas].
Por último, ¿cuáles son vuestras expectativas con este disco? Lo que quiero decir es si hay algo que os encentaría conseguir, en plan que os llamen de algún festival o cualquier otra cosa
Ya se ven algunas, los festivales nos están pegando toques, cosa que antes no pasaba, algo habremos hecho bien. Nuestra meta es tocar lo más que podamos y darnos a conocer a lo grande, tocando en Madrid, Barcelona y el resto de España. A partir de enero habrá una gira muy interesante para todos aquellos que quieran conocer nuestro “Un puño amable”.
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