“Cada vez es más difícil cantarle a las flores”
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“Cada vez es más difícil cantarle a las flores”

Holden Fiasco — 01-02-2022
Fotografía — DosPorDos

Hablamos con Pela, Joseba y Osoron sobre “El castigo es colectivo”, primer disco de Víctimas Club, alumbrado a finales del año pasado.

Lo contamos recientemente aquí, que andan por ahí sueltos y dispuestos a tentarte el bulto con un disco que han titulado “El castigo es colectivo” y que contiene nueve canciones para remover conciencias tanto o más que caderas y entrañas, lo pretendan o no. Que si punk, que si rock, que si pop, que también hablamos de esto y volvemos a discutirlo aquí. Pero sí, por si acaso, te lo vuelvo a decir, hablamos de Víctimas Club, un club con cinco miembros de postín: Iñaki Urbizu “Pela”, a las voces; Joseba B. Lenoir, en la guitarra; David Marín, con las baquetas; Julen Postigo, piano; y Jon Zubiaga “Osoron”, a cargo del bajo. Bajo el techo de Gakobeltz Hit Faktoria grabaron unas canciones que luego produjo con atención el propio Joseba B. Lenoir y que masterizaron en Mamia Mastering. Salió en físico de la mano de Kaset Ekoizpenak. Y poco más te puedo contar que no sea lo que te cuentan y cantan ellos mismos.

Y para que lo hagan, que lo hacen mejor que cualquiera de los que pretendemos glosarlo luego, les hemos hecho unas pocas preguntas. Como no vivimos con los ojos ni los oídos tapados, nos leímos y escuchamos muchas de las entrevistas que se les han hecho antes, y esa base resuena un poco por aquí. Había que decirlo, que raramente es pura la poca inspiración que translucimos. Así que gracias a los que hicieron su curro bien antes que nosotros. Nosotros, o yo, más bien, que me escondo detrás de ese horroroso plural mayestático, es esto lo que he pensado preguntarles y lo que ellos me han contestado. Lo han hecho, por cierto, tres de los miembros: Pela, Baleztena y Osoron. Sus respuestas están marcadas, excepto la última, de despedida, que me imagino que la dictan al unísono y la firmarán todos los miembros de la banda. Para más dudas, acudid directamente al objeto y ponedlo a dar vueltas. En lo que suena: ahí están las respuestas.

Habéis explicado en otras entrevistas que el grupo surgió de las cenizas de Sumisión City Blues, cuando Joseba y Pela se animaron a seguir trabajando juntos. No quiero volver a preguntaros por lo mismo, pero sí que me interesa un poco insistir en qué buscabais, cuáles eran esos nuevos sonidos que os pedía el cuerpo, si teníais claro una sonoridad concreta, un estilo musical… Vamos, que más que por los detalles digamos biográficos, lo que me interesa es insistir en lo musical, ¿qué os motivó a seguir por este camino?
Pela: Había muchas sensaciones que yo personalmente echaba de menos en Sumisión, como el ruido, el caos, la disonancia, el echar las tripas mientras todo se acoplaba, las canciones feas… esto era lo que me parecía importante en el r´n´r en ese momento y esto era lo que debía de haber en la nueva banda. Sirve como punto de partida.

Joseba: A mí también me apetecía sumergirme más en el caos y en sonoridades menos luminosas, pero también echaba de menos que la banda se dejase influir por sonidos más cercanos en el tiempo a nuestra época. Con Sumisión City Blues escuchábamos mucha música americana anterior a los 70s, mucho blues y diferentes músicas negras. Ahora me apetece mirar hacia Berlín, Islas Británicas, experimentar con el sonido y estar más al tanto de lo que cuece la gente más joven en este preciso instante.

Lo que sí habéis explicado específicamente es que teníais claro que queríais incorporar la sonoridad del piano. ¿Por qué? ¿Qué matices buscabais con el piano?
Pela: Nos interesaba mucho ver cómo funcionaba un grupo con un pianista como miembro fijo. Un pianista que es del grupo, no un colaborador, alguien que esté ahí cuando se desarrolle el propio sonido de la banda. Ninguno de los que estamos en el Club lo habíamos experimentado previamente, salvo Julen, claro está. El resultado nos está gustando mucho.

Joseba: A mí me ha impresionado bastante la dimensión que pillan las melodías, que muchas veces estaban pensadas para ser tocadas con la guitarra. Trabajándolas con el piano se nos ha abierto un camino súper interesante por ahí.

Cuando habláis de pop, en relación con vuestra música, ¿a qué os referís?, ¿al uso de las melodías, a los estribillos pegadizos, a hacer música más bailable, a nada de esto o a todo a la vez?
Pela: Usamos la etiqueta Pop para despistar un poco a veces. Cuando empezaba a descubrir mis primeros grupos favoritos del punk y del r´n´r, recuerdo cómo en televisión presentaban a Miguel Ríos como estrella de rock… yo flipaba. Allí no sonaban guitarras distorsionadas, ni el tipo parecía peligroso… ni nada. Pero lo recuerdo, esa es la historia, porque esa mala utilización de la palabra rock despertó mi curiosidad. Es hora de devolver al mundo un poco de esa tomadura de pelo.

Eso sí, habéis hablado de pop tóxico. En Hala Bedi, hablasteis de meter veneno y suciedad, de que no ibais a hablar de esperanza. En las canciones, hay momentos de luminosidad y otros de oscuridad. Da la sensación de que buscáis esos contrastes, esas contradicciones, alejaros de los lugares comunes y de los extremos más complacientes. No sé si es una flipada esto que digo o es algo que buscáis.
Pela: La música alegre me deprime y los mensajes de esperanza en las canciones me hunden completamente. El veneno salva más vidas de las que se lleva. El camino es el correcto. Nadie lo duda.

Osoron: Yo creo que es lo que buscamos. Algo que te mueva y te haga bailar pero que a la vez el mensaje te pueda abrir una úlcera en el estómago.

“La música alegre me deprime y los mensajes de esperanza en las canciones me hunden completamente. El veneno salva más vidas de las que se lleva”

¿Qué queríais evocar o apuntar con el título del álbum, “El castigo es colectivo”?
Osoron: Es como cuando uno la liaba y castigaban a toda la clase y esperaban a que la presión hiciera mella y confesara, o lo que es peor, que alguien lo delatara.

Pela: El castigo colectivo es un concepto que nos enseñan en primaria. No tengo muy claro con qué propósito. Seguro que tiene que ver con algo del control de masas. Yo diría que lo hemos puesto ahí a modo de recordatorio.

No quiero preguntaros mucho sobre las canciones, por no destrozárselas a los que vayan a escucharlas luego, pero, por quitar un poco el mono, una curiosidad. Esos diez minutos de “Cortando Encía”, con la colaboración de Terry Edwards… ¿fue siempre una canción tan larga o ha ido creciendo?
Pela: Desde las primeras maquetas “Cortando Encía” era una canción larga para la que sabíamos que necesitaríamos una colaboración externa. Intentamos colaborar con gente que se dedica a la música electrónica pero no nos pusimos de acuerdo en lo básico. Hicimos nosotros mismos las secuencias de sintetizador. Joseba le metió mano al tema en el estudio y lo reestructuró, pero hacía falta algo más. Seguimos a Terry Edwards desde hace mucho y nos parece un tipo con un buen gusto de la hostia en todo lo que hace. Así que le mandamos la canción y le dijimos qué huecos eran para él. Y que hiciera lo que quisiera. Nos fliparon sus tomas. “A Bowie ya le funcionaron bien los 10 minutos del Blackstar, ¿no?,” dijo Edwards.

Osoron: De todas formas, sigue pendiente esa colaboración con alguien de la música electrónica.

Se nota una riqueza en los arreglos y buena mano en la producción. ¿Cómo ha sido el trabajo de Joseba en el estudio?
Pela: El grupo grabó las tomas y algunos arreglos (no muchos). Recogimos el material del estudio y dejamos las mezclas en manos del señor Baleztena. Le dimos barra libre total. Estábamos en sus manos para que hiciera lo que tuviera que hacer, como le dijo Paquirri al cirujano en Pozoblanco. Y esta fue, para mí, la parte más divertida de todo el proceso… estar por ahí, en la calle, haciendo cualquier cosa y un audio de Joseba en el chat… “a ver, qué os parece cómo estoy dejando este tema”… Todos los días había una sorpresa. Los demás flipábamos: dio la vuelta a varias canciones, rescató algunas que dábamos por quemadas, nuevos arreglos, estructuras…

Y ¿cómo habéis proyectado trasladar eso al directo?
Pela: Esto lo hablamos a medida que fue creciendo en matices la producción que estaba haciendo Joseba: no teníamos por qué llevar todos esos detalles al directo, sino que íbamos a tocar las canciones con toda la energía. Ese era el plan. Como los Ramones, que en sus discos suenan teclados, acústicas, secciones de coristas… pero en directo eran cuatro tíos tocando lo básico del material a todo volumen.

Joseba: Yo tengo clarísimo que el estudio y el directo son dos mundos distintos y sus caminos no tienen que cruzarse necesariamente. Los discos son el lugar para explayarse a nivel creativo, son ficción, son para pillártelos después del bolo e ir descubriendo en casa nuevos matices a cada escucha. Y los directos son, o deberían de ser, la realidad absoluta: “estas son nuestras canciones, y así es como nosotros las vivimos.”

Empezasteis, si no me confundo, con un streaming en el Polígrafo Fest, allá por mediados de 2020, y ya habéis dado unos cuantos bolos. Desde dentro, ¿habéis notado progresión como banda desde entonces?
Osoron: No hicimos un Streaming y creo que nunca haremos uno. En el Poligrafo Fest presentamos una primera versión de la canción “Pandemia” y lo hicimos en colaboración con el locutor y especialista en música latina Wilfred Amancio Ortega. Después hemos tocado conciertos, y los que han sido con sillas, distancia y mascarilla no cuentan para medirnos. Pero hemos podido tocar unos pocos con la gente de igual a igual y parece que el engendro progresa adecuadamente y las sensaciones son brutales.

Me da un poco de pereza hacer esta pregunta, pero, por otra parte, apetece escribir los nombres de estas otras bandas. Me explico: habéis compartido escenario en estos meses con bandas jóvenes como Uger, Head Holes, Leie Meie… ¿Hay esperanza para el futuro del rock and roll?
Osoron: Mientras tengan sitios donde poder tocar y la gente se acerque a verlos habrá futuro.

Pela: Hay buenas bandas que ver en directo todos los fines de semana y eso es suficiente.

“Hay que ver a las bandas cuando empiezan y no se comen nada. Este es el momento de ir a ver en directo a Víctimas Club”

Hablando de futuro, por desgracia, los que no lo ven muy claro son los hosteleros y promotores en este continuo infortunio que llevan sufriendo todo este tiempo. ¿Cómo veis o vivís vosotros, como parte afectada, esta situación?

Osoron: Pues todo esto no es más que otra vuelta de tuerca más en lo que ya se venía cociendo. Y las consecuencias siempre caen al mismo lado. Poco a poco todo se está convirtiendo en una franquicia y les está quedando un escaparate muy bonito a los señoritos. Yo creo que el futuro pasa por, aparte de llevar la correspondiente lona con el nombre del grupo, que los miembros de la banda lleven camisetas con el logo de “Avecrem” o el patrocinador del evento, como los pelotaris.

Joseba: Este escenario post pandemia que nos está quedando es una auténtica mierda para los músicos, para hosteleros y promotores también, pero no puedo hablar en primera persona sobre su situación. Aunque no sé que me da que los grandes promotores ya le están pillando el truco y no les pinta tan mal el futuro. Los músicos ya lo teníamos difícil antes, estábamos dejando morir el soporte físico de nuestros trabajos, los discos; me pongo malísimo cada vez que veo a una banda invitando a su público a escuchar su nuevo disco en Spotify. Y ahora hemos perdido los directos. Yo creo en el poder de la música y los directos para crear comunidad y movimientos sociales, y me da bastante miedo la cantidad de restricciones que se nos ha llegado a poner.

Habéis dicho en alguna entrevista que no se puede vivir ajeno a lo que os toca vivir, y es cierto que se ve cierta temática social en algunas canciones, más explícita quizás que en otras ocasiones.
Osoron: Quizás la realidad es la que se ha vuelto más explícita y conectar los puntos sea mas fácil. Lo que sí es verdad es que cada vez es más difícil cantarle a las flores.

He oído por ahí que ya habéis pre-grabado alguna cosilla, así que me imagino que hay, al menos, planes de tirar para adelante y regalarnos nuevo material.
Pela: Sí, hay material. En directo estamos tocando ya estos nuevos temas que irán en el segundo disco.

Ya sabemos que está todo parado, pero, por costumbre, y casi por creer que si sigo preguntando se harán realidad cuanto antes, ¿tenéis conciertos próximamente que podamos anunciar?
Esto es lo que hay confirmado por el momento: 29 de enero, Barakaldo, en Mendigo Aretoa; 4 de marzo, Gasteiz, en Helldorado; 5 de marzo, Ataun, en el Gaztetxe; 28 de mayo, Logroño, en Stereo.

Pues no me queda nada más. Invitaros a que os despidáis, si queréis, con un consejo, un saludo, un exabrupto o una razón definitiva para que la gente escuche a Víctimas Club.
Hay que ver a las bandas cuando empiezan y no se comen nada. Este es el momento de ir a ver en directo a Víctimas Club. Cuando cerremos los grandes festivales ya seremos un grupo mucho más descafeinado.

PRÓXIMAS FECHAS EN DIRECTO

4 de marzo - Helldorado, Vitoria-Gasteiz

5 de marzo - Gaztetxe, Ataun

28 de mayo - Stereo, Logroño

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