Viaje en el tiempo
EntrevistasNagasaqui

Viaje en el tiempo

María Baigorri — 22-02-2011
Fotografía — Archivo

Del segundo disco de Nagasaqui hay que decir, ante todo, que es un trabajo que suena muy pero que muy bien. Y es que no puede ser de otra manera si el que se esconde bajo los créditos de la producción no es otro que José María Rosillo, y los que firman música y letras son dos amantes confesos del pop en mayúsculas.

El pop español se renueva y con la nueva temporada otoño-invierno, menos soleada, pero no por ello menos luminosa, llegan a las estanterías de las tiendas de discos trabajos tan recomendables como “Sor Lorenza”, segundo álbum de los castellano-manchegos –ahora residentes en Madrid- Nagasaqui. Al habla Álvaro Tello, guitarrista del dúo. “Crecimos en una burbuja musical particular: San Clemente, un pueblo de Cuenca. Allí nos llegaba de todo y de forma dispar. Hemos tardado unos cuantos años en asimilarlo y aprender a gustarnos a nosotros mismos como músicos. Para ello es imprescindible olvidarse de las etiquetas y dejarse llevar”. Tras un más que correcto debut homónimo con Junk Records en 2008, ahora y quién sabe hasta cuándo, por delante y detrás, por arriba y por debajo, nos topamos con Audiomatic, para ellos: “el mejor y más fiable sello discográfico mundial”. Y es que lo que les gusta tanto a Álvaro como a Pedro, compositores e ideólogos a partes iguales de la banda, queda bien definido en la melodía, aroma y estructura de sus canciones. “Si hubiese una máquina del tiempo viajaríamos al Londres de principios de los sesenta donde casi todo estaba por inventar. Nos quedamos con la pureza, los trastos analógicos y el blanco y negro de esos años. Hoy en día sobran edulcorantes y plástico… musicalmente hablando”. En definitiva, esa añoranza tan común desde hace unos años hacia tiempos pasados en los grupos de pop de casa. Pero la madurez compositiva de este “Sor Lorenza” la dan los años, los kilos, la experiencia y hasta la picaresca. “Sí, sí, todo eso a la vez (risas). Aprendimos a hacer buenas canciones con el primer disco y no antes. Por algo será. El objetivo es emocionar sin ser evidentes…”. Y para el sonido un genio que ya es ‘marca de la casa’, José María Rosillo, responsable de trabajos junto a Amaral, The Sunday Drivers o Fito y Fitipaldis, entre otros, y con el que forman ya un binomio inseparable. “Totalmente indisoluble, al menos por nuestra parte. Trabajar con el mejor es inmejorable. Es el catalizador de nuestro torrente de grabaciones descontroladas. Tiene un criterio brutal y nos armoniza. Creemos en él”.

Un comentario
  1. Boom shkalaaka boom boom, problem solved.

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