Tengo entendido que el germen del libro tiene un precedente de hace años en aquellos blogs de MySpace en los que participaban hasta los técnicos. ¿Es una de las cuentas pendientes que teníais?
Guille: Sí, como bien dices, casi desde las primeras veces que empezamos a ir a otros países, sobre todo, había una inquietud por nuestra parte de compartir lo que vivíamos y nos iba sucediendo. Primero fue en MySpace, luego empezamos a escribir historias y anécdotas en nuestra propia web, luego se interesó la revista Rolling Stone… y cuando empezó el Tour La Deriva sí que se nos pasó por la cabeza cerrar todo eso, recopilarlo, ver de qué manera podíamos convertir eso en un trabajo colectivo que tuviera el sello del grupo y nos motivara para compartirlo con la gente. El click vino a raíz del trabajo que venía haciendo Pucho con su cámara instantánea: estaba haciendo una especie de diario personal que también abarcaba la parte de la gira, y a mitad de la gira Lola, una amiga de la familia de Álvaro que trabajaba en Temas de Hoy nos comentó si nos interesaría hacerlo de esta manera; y vimos que era el momento y se daban las circunstancias para poder empezar a pensar lo que es hoy “Memoria instantánea”.
Tiene un punto muy de app, con su canción, su localización, su texto y su foto… De hecho, el nombre de “Memoria instantánea” tiene un simbolismo casi de pendrive. ¿Valorasteis llevarlo a un terreno más 2.0; creéis que es su hábitat natural?
Álvaro: Nosotros tenemos esas dos caras: desde el principio hemos trabajado con redes sociales y de una forma muy natural convivimos con ellas; pero por otro lado nos gusta mucho el formato físico: nos gustan los vinilos, cuidar mucho los libretos, que tenga un arte que se palpe, poder guardar recuerdos que activen esa memoria sean entradas, tickets, llaves… Y vivimos con esas dos caras de nosotros mismos. Y sí que es cierto, como dices, que hay coordenadas con un punto muy virtual, pero por suerte el libro también va a tener su versión digital, y ahí podremos poner contenidos extra para completar cosas que faltan en la versión física del libro. Pero vivimos muy naturalmente con esas dos realidades que nos ha tocado vivir hoy en día. Mucha gente se pregunta a veces que tal y como está la industria hoy en día cómo es que vuelven el vinilo o el cassette; y no sé si es añoranza o no, pero también existe esa inquietud, y hay una convivencia muy sana entre ambas cosas.
Guille: Es verdad que también nace con una naturaleza hipertextual y no narrativa en el sentido lineal de un libro tradicional.
"Hubo un carácter de creación conjunta, de uno alimentando la inquietud del otro desde una perspectiva diferente a la que conoce la gente de nosotros".
Lo definís con cierta ambigüedad: “un libro-viaje de no-lugares, de seis cartografías personales, un álbum-diario de gira” y decís que no tiene una “pretensión de crónica documental”. Entiendo que de “libro de viajes” tampoco. ¿En qué sección de la estantería de la Casa del Libro debería estar? ¿Cómo tratarías de cercar la temática del libro?
Guille: Nosotros lo vemos como un libro de música, yo lo pondría en la sección de música de las librerías.
Pucho: Sí, yo también.
Guille: Es un libro para quien le gusta viajar con la música, escuchar música mientras viaja, le guste la fotografía y a quien quiera agarrar de repente elementos que le lleven a sensaciones o a estados emocionales que le sean familiares. Tiene que ver mucho con las conexiones, con los links: hay un montón de elementos puestos encima de la mesa, como una localización, una canción, un texto o una foto, que te pueden llevar a un montón de lugares. Hay un viaje real que es el que ha hecho nacer al libro, pero también hay un viaje que tiene que ver con el lector, que es el que proponemos que recorra a la hora de interconectar todas esas cosas.
No sé si el principal objetivo era dar acceso a vuestro público de colarse por esa “cara b” de la gira; o si prima más la inquietud creativa, el empaque artístico del libro.
Pucho: Yo creo que prima más el empaque artístico. Al final intentamos, como dice Guille, que el lector pueda iniciar un viaje interior y personal de cada uno, pero también es un trabajo colectivo nuestro, en el que una foto o una canción o una coordenada concreta dieron lugar a textos y viceversa. Hubo un carácter de creación conjunta, uno alimentó la inquietud del otro desde una perspectiva diferente a la que conoce la gente de nosotros. Aunque hayamos partido de nuestra mirada que es ese viaje o esa gira, ha sido un trabajo muy creativo. Y nos gustaba expresarnos así, de esa manera.
Decís que habéis tenido que “vencer el pudor para contar algunas cosas”. ¿Qué tipo de cosas os dio más pudor u os parece más sensible, os toca más “la patata”, como decís en el libro?
Álvaro: Da pudor cuando te das cuenta y eres completamente consciente de que todo eso que has contando se va a editar, lo va a conocer la gente; porque la parte en la que tú estás en tu casa o en el hotel o de gira escribiendo solo no cuentas con ello, sino estarías limitando tu expresividad.
Pucho: Y luego te das cuenta cuando ya está escrito en el papel y en la imprenta a punto de salir a la calle…
Álvaro: Para mí fue así: todo estaba escrito en casa hasta que, de repente, un día le das a enviar, y ya se ha ido de tu casa. Incluso estos días de promoción, en el que te das cuenta que hablas con periodistas o con gente que ha leído el libro y de pronto ya saben cosas de ti que has contado o que se ve que has vivido; o en alguna de estas primeras firmas de libros de hecho, le firmé poniéndole algo del tipo “con pudor” o “con vergüenza”…
Un “no se lo cuentes a nadie”…
Álvaro: (Risas) Sí, algo así.
Es un libro que de algún modo acompaña las vivencias que dejó el Tour La Deriva. Entiendo que mucho de lo que vemos en este libro lo oiremos de otra forma en el próximo disco de la banda. ¿Es así? ¿Cuánto de esta “Memoria instantánea” va a tener reflejo en lo que viene de Vetusta Morla? ¿Se desvela alguna clave?
Pucho: Nos suele pasar que ese tipo de cosas cobran sentido con el tiempo: cuando de repente das el siguiente paso y las cosas anteriores que hemos hecho te ha servido para llegar a eso. Probablemente es muy pronto para saber si este libro puede dar claves de lo que pueda venir. Lo que sí está claro es que no estamos condicionados porque haya salido este libro, no tenemos que hacer algo que tenga que ver con él, no nos limitamos creativamente. Pero sí es cierto que una carrera de un artista va por fases y una va dando pie a la otra, pero eso no sucede hasta que lo ves en perspectiva, y lo analizas con el paso del tiempo una vez que ha pasado, cuando estás trabajando en lo siguiente o más allá. Es como el eslabón perdido entre este disco y el otro.
"Muy pocas bandas han conseguido el éxito de la manera que lo hemos conseguido nosotros. No quiere decir que la nuestra sea la manera más lícita ni la mejor. Puede que haya algo de “caso de estudio”.
Con esto también me refiero a la “banda sonora” del libro, o las canciones recomendadas para cada momento, que supongo que van conectadas con los recuerdos que tenéis de cada uno de esos momentos. ¿Son filias personales, canciones-recuerdo, pistas del universo sonoro actual de la banda?
Pucho: Pasa un poco igual. Lo que aparece ahí son canciones que hemos ido escuchando, que estaban sonando en el momento de crear un texto o una foto, o que nos recuerdan a determinada fase del viaje. No sabemos si en el próximo disco habrá canciones que igual puedan llegar a sonar a alguna de las decenas de referencias musicales que aparecen en el libro. Está claro que puede llegar a tener un efecto, porque al final son cosas que uno recibe y a la hora de crear son referencias que están en tu ADN. Pero por lo general la playlist son gustos muy personales de cada uno; y quizás uniendo los gustos de cada uno puede llegar a salir una mezcla de todo que respire a cómo sonará lo próximo que hagamos.
En ocasiones, cuando se habla desde una perspectiva en la que se cuentan determinadas dinámicas personales, se la denomina como “el lado humano”. ¿Es el material más “humano” y el que más habla de las personas que formáis parte de la banda?
Guille: Creo que es nuestra obra en la que más aparece el “yo” biográfico, o donde ese “yo” biográfico y el literario se juntan más. En las canciones construyes un personaje o una mirada de banda que aunque siempre tiene una raíz de nosotros tal y como somos, también hay ciertas capas de protección en las que nos apoyamos. En “Memoria instantánea” hay una analogía mayor, sin llegar a ser transparente, entre el que escribe y su realidad como persona más que como músico. O al menos la manera en la que está percibiéndose: la persona mirando al músico y pensándose… y pensándonos a Vetusta Morla en general.
¿Cómo nace esta inquietud fotográfica tuya, Pucho? ¿Viene de atrás o fue más un experimento concreto?
Pucho: Me regalaron la cámara mucho antes que esta gira y empecé a tirar fotos para ver qué aparecía, buscando alguna identidad o una mirada que a la larga tuviera coherencia con el proyecto. Empecé un poco jugando y al final se convirtió en una especie de diario de experiencias mías e imágenes que aunque vistas desde fuera puedan no tener un significado aparente pero para mí en su momento sí. Todas las imágenes tienen otra historia detrás de las que están expuestas en el libro. En mi experiencia vital paso muchas horas con estos señores en la gira, y a la hora de pensar en un contenido para el libro vimos una oportunidad muy interesante con todo el material que tenía acumulado.
Cerca de diez países, cientos de escenarios, dos años de imparable gira, y aún os quedan un puñado de ellos el próximo verano en festivales. ¿Con qué momento os quedáis de toda esta gira? No me hagáis la respuesta de futbolista de “no hay rival pequeño”…
Vetusta Morla: (Risas)
Álvaro: Cuando te preguntan qué público es mejor o qué canción me gusta más es muy difícil elegir, a mí se me hace muy complicado…
Guille: Quizá el Palacio de los Deportes aquí en Madrid, por lo que significaba para nosotros y por el carácter simbólico que tiene, siendo madrileños nosotros también, no sé si ha sido “el mejor” pero sí que es probable que es uno de los momentos que cuando pasen los años y pensemos en esta gira sí que saldrá. Igual que nos pasa en muchos sitios en Latinoamérica por la novedad de haber conocido lugares nuevos, otros escenarios y entornos. Pero si yo tuviera que rescatar uno, no porque haya sido el mejor (que a lo mejor lo fue, eso es difícil saberlo), sí que me quedaría con esos conciertos en Madrid.
Poco a poco parece trascender la óptica de Vetusta Morla hacia otros terrenos, articulando otras inquietudes con VM como eje: libros, fichajes, videojuegos, películas, exposiciones… ¿Consideráis que la entidad de la banda ya ha traspasado los límites de lo musical?
Guille: Tenemos la suerte de estar en Pequeño Salto Mortal, que es la discográfica que nos permite hacer eso: es una disquera que desde el primer momento nació con una intención multidisciplinar, de tejer ciertas redes entre las distintas disciplinas, y creo que nosotros como músicos y como banda tenemos mucha suerte de poder participar y pertenecer a ello. Pero el “sello” o la “marca” de Vetusta Morla es el de su música y de lo que somos los seis como grupo. Es verdad que cuando surgen proyectos de otro tipo intentamos que cada proyecto mantenga eso, que de alguna manera es como la imagen o la identidad o “lo vetusta”…
Pucho: ¡La impronta! (risas) Como la marca de agua en los folios.
En ese decálogo-manifiesto me llamó la atención el que dice que “el buen vetusta siempre antepone ‘lo artístico’ a ‘lo financiero’ en las decisiones empresariales: todavía se estudia en las escuelas de negocio cómo es posible haber alcanzado el éxito según este método”. Más allá del empaque de chascarrillo, ¿os sigue sorprendiendo el éxito? ¿Realmente consideráis que sois una rara avis de grupo exitoso que ha priorizado lo artístico a lo financiero?
Pucho: Yo creo que muy pocas bandas han conseguido el éxito de la manera que lo hemos conseguido nosotros. No quiere decir que la nuestra sea la manera más lícita ni la mejor. Pero sí que somos un poco…
¿”Caso de estudio”, quizás?
Pucho: Un poco caso de estudio puede ser. Pero al final son muchos más factores los que dependen de que una cosa funcione o no: el momento, lo que rodea, las personas que están y las que dejan de estar… Al final siempre se intentan sacar fórmulas de estas claves del éxito, de la felicidad… Al final son tantas cosas las que influyen en esa fórmula que es muy difícil. Pero no dejamos de sorprendernos y agradecer el éxito y el apoyo que nos brinda la gente. Somos unos privilegiados por estar disfrutando de este trabajo y poder hacer estas piezas, ya sea un libro, un disco, un videojuego o lo que sea. Es bonito darte cuenta de dónde estás y de ver que puedes dedicarte a lo que te dedicas.
¿Qué nos podéis adelantar de lo próximo que vendrá?
Guille: Este año lo hemos dedicado…
¿A dormir?
Guille: (Risas) Hemos estado durmiendo un poco estos meses, pero la idea es juntarnos dentro de poco y empezar a enfocar el siguiente disco.
Pucho: Un poco de toma de contacto…
Para ver si os seguís queriendo, ¿no?
Pucho: (Risas) Al final cuando te separas unos meses cada uno se va a hacer su viaje de desintoxicación, y a la hora de retomarlo es como el pintor que vuelve a coger los pinceles, y al principio son todo esbozos. Tenemos que volver a coger la dinámica de grupo y coger el ritmo interno para poder trabajar en ello.
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