Empecemos desde el principio. “El arte de perder” está totalmente relacionado con el poema “One Art” de Elizabeth Bishop, pero antes de relacionarlo con esta obra, ¿cómo surgió la idea de dedicar el disco a todo el tiempo que lleváis en la industria de la música? Porque en la mayoría del tiempo no habéis tenido el éxito de ahora…
(Diego) Hubo un momento a finales de 2021 en el que parecía que estaba empezando a pasar algo con la banda. Empezaba a haber un recorrido, empezábamos a hacer una gira de festivales… Y estábamos reordenando cosas cuando la compañía nos preguntó si estábamos preparados para hacer un siguiente disco o no. A menudo las canciones saben más del punto en el que estás, de lo que sabes tú, porque tú vuelcas cosas y luego vuelves y dices “Ay joder, no era consciente yo de que esto estaba en la canción”, o al menos a mí me pasa con mucha frecuencia. Cuando me puse a recopilar las maquetas vi que había cierta mirada hacia lo inmediatamente anterior, porque hemos estado metidos en una vorágine de tanto curro que no nos habíamos preparado conscientemente a pensar en lo que está siendo este viaje y que se están subvirtiendo las tornas. ¿Hasta dónde? Tampoco lo sabemos, pero hay muchas cosas que tenemos, tenemos una historia propia que contar y empecé a verlo en las canciones. Escribí un correo a todo nuestro equipo de Warner y a los chicos con las primeras maquetas y probablemente en ese momento me vino a la cabeza el poema y vi que había una narrativa muy poderosa por la cantidad de cosas en las que hemos palmado, que hemos perdido, con las que nos hemos encontrado y también con las cosas que estábamos dejando ir. Estábamos dejando ir el fracaso, el epíteto de ser perdedores, dejando ir a personas, relaciones… Y sobre todo lo que supone avanzar, que tienes que destruir para poder empezar a construir.
“Vestir lo que nosotros hacemos de un traje más bien pop es muy divertido”
En las canciones os movéis a la perfección en ese estilo que podríamos decir ya que es marca de la casa, sin ser muy pop, pero tampoco sin rayar en exceso el indie. ¿A qué queríais sonar vosotros en este disco? Porque hay una clara sensación de que queríais hacer temas muy pegadizos y coreables, como con la grandeza del directo.
(Rafa) Justo es lo que hemos intentado hacer. Cuando empezamos a hablar de cómo enfocar la producción del disco, que la hemos hecho a tres bandas con Santos y Fluren, Ale Acosta y Tato Latorre, queríamos captar esa esencia de local de ensayo, que también va un poco con el discurso de que somos una banda. Y queríamos que hubiese como una base en la que estamos los cuatro juntos tocando, a diferencia de “Corazonada” (Warner Music Spain, 21) que fue un disco más programado y con más sintetizadores y tal. Queríamos captar la esencia de cómo haríamos nosotros esas canciones en directo primero y ya luego decorarla con otros arreglos y darle esa sensación de grandeza de lo que requiere un disco y que lo diferencia del directo. Pero en el directo hemos descubierto que, al haberlo enfocado desde este punto de vista, los conciertos son muy parecidos al disco y se pueden disfrutar todos esos matices.
Antes de publicar el disco lanzasteis cinco adelantos, pero guardasteis un par de joyas para el final como “Fiera”, “Chihiro” y “Leona”. ¿Teníais claro cuáles iban a ser los singles desde el principio o es algo que fue surgiendo?
(Diego) Fue mitad y mitad. Hubo canciones que por premisa sabíamos que queríamos que salieran. O sea, “La Ruina” siempre estuvo destinada a ser la primera canción porque en el momento en que tuvimos claro cuál iba a ser la temática del disco tenía mucho sentido para nosotros que fuera el primer single. Además, tuvimos la suerte, y fue algo totalmente fortuito, que la misma semana del estreno del tema nos dijeran que estábamos premiados a los Odeón y ahí es cuando sucede lo del discurso. A la semana tuvimos claro que queríamos construir una parte instrumental con ese discurso que encajase con “La Ruina” y es lo que se encuentra en el disco. Luego hay un pulso muy complicado en la era en la que vivimos, en que las discográficas si pudieran elegir te exigirían un single cada 40 días, en el que tú tienes que ofrecer material para que la máquina siga alimentándose, en el que además estás girando, porque hemos estado en decenas de festivales este año, y tienes que generar contenido porque desgraciadamente las piezas de arte se nutren de contenido, y también hay un punto en el que tú quieres que cuando la gente llegue al disco le hayas dejado algo que no sean restos de stock. Entonces, en un disco en el que activamente hemos quitado canciones para que se quedase lo que estaba filtrado, decantado y concentrado de las mejores canciones que teníamos, era importante que las que se quedaran fueran la hostia. Y es un ejercicio completamente activo y también un viaje, porque el disco que fue saliendo, empezó con el registro más eufórico del trabajo y eso es una cosa que le pedimos a la compañía, que a medida que íbamos avanzando singles se fuera revelando de lo que trata el disco, como que vas a ir llegando si te quedas. Y mira que hemos triplicado nuestro público en el último año y medio, pero si te quedas vas a ir viendo que hay algo en este disco y que te estamos llevando a un determinado viaje. Nos ha costado, pero hemos conseguido que la gente llegase virgen al discurso del disco.
Y, al contrario que en “Corazonadas”, en este disco habéis querido colaborar solo con bandas, Love of Lesbian y Silvestre y la Naranja. ¿Cómo fue trabajar con ambos?
(Rafa) En el caso de Love of Lesbian era una fantasía oculta. No pensábamos que fueran a querer entrar en la canción, de hecho, ya la teníamos grabada. Teníamos toda la parte instrumental grabada, la voz estaba ya maquetada, además lo hicimos aquí en Barcelona, con Santos y Fluren. Y fue que un día Diego estaba allí grabando la voz y apareció Juli por allí, y al irse del estudio le escribió un mensaje y dijo “Oye, ¿qué canción estaba grabando? Que me moló”. Entonces ahí aprovechamos. Si algún día pudiéramos hacer una colaboración con una banda en español teníamos todos súper claro que sería con Love Of Lesbian, y por suerte entraron todos.
(Diego) Ellos son un ejemplo para nosotros, al margen de tendencias, incluso de tus gustos personales, son una banda seminal, estaban antes que nosotros empezáramos, “1999” (Warner Music Spain, 09) es un disco que todos habíamos escuchado antes de tener un grupo y que no tienen solo las canciones, es que llevan 25 años juntos. No sé cuál es el secreto para pasar 25 años juntos, pero ellos lo tienen. Y es increible ver que se siguen entendiendo entre ellos, siguen sacando material y siguen sacando grandes canciones juntos. Es muy inspirador trabajar con una banda que lleva tanto. Por contraposición, queríamos no hacer un exceso de colaboraciones, pero sí tener alguna más. Intentamos mirar fuera, hicimos una tier list de bandas que nos flipaban de Latinoamérica. Y la primera era Silvestre, porque sacaron este año un disco que nos ha vuelto loco, que es “Sueño Cítrico” (Autoeditado, 23) y es brutal. Y fue un DM.
(Rafa) Sí, les mandamos un DM, así de espontaneo y orgánico.
(Diego) Les enviamos un DM con un enlace de Dropbox con una maqueta y les flipó la canción. Dijeron que querían entrar, han entrado, han grabado lo suyo y supongo que nos conoceremos pronto, pero aún no nos hemos conocido.
Cómo decíais antes, para este trabajo habéis decidido contar con distintas manos a la hora de las producciones. ¿Han surgido inconvenientes al tener a tanta gente involucrada en el proyecto?
(Diego) No porque ellos son amigos entre sí. Y que entiendo que si te pasas en un primer disco que a lo mejor no tienes tan claro quién quieres ser y quién eres, es menos probable que estés seguro de tus decisiones, pero como nosotros veníamos de ensayar muchas de estas canciones y tocarlas y tener claro lo que nos gustaba… Hablábamos antes de lo que es el pop y el indie, el indie tiende a ser muy manierista y nosotros tenemos manierismos propios que son importantes para ser cool. Nosotros tenemos cosas que nos reconocemos que son únicas, trabajamos con guitarras con chorus, con Dx7s… Yo pienso en las guitarras con chorus y me voy a grupos de rock de los ochenta y pienso en el DX7 y recuerdo a Calamaro en el videoclip “Sin documentos” con su DX7. Y pensamos en ciertos medios estéticos que están muy arraigados con la música que a nosotros nos atrae. Entonces, cuando vas con eso a varios productores tú ya sabes a lo que vas a sonar y ellos también. Lo que sucede con los productores, que nosotros hemos trabajado con gente con la que nos apetecía trabajar, es que cuando estás tan borracho de ti mismo, tienes una idea tan preclara de lo que quieres, probablemente egocéntrica y confundida, y las llenas de cosas que te apetece meter, ya te digo, una cosa que seguramente nos viene de nuestra identidad del indie. Porque lo quieres meter porque a ti te gusta, porque es tu sonido, porque es lo que crees que es donde tu eres fuerte y luego trabajas con varios productores y, ellos tres sin haber hablado, coinciden en algo que es tuyo y no tiene tanto que ver con tu manierismo, que si quieres trabajan con ellos igual, pero hay algo más abstracto que tiene que ver contigo que tú mismo en ti no detectas y ellos sí. Y Tato, Santos y Fluren y Ale han sintetizado elementos que han visto en nosotros que nosotros no hubiéramos dicho que eran nuestros elementos característicos. Y ha sido un trabajo y que en muchos casos ha sido de quitar.
Algo que es muy reconocible dentro de vuestra discografía son las letras. Sobre todo, porque mezcláis mensajes tan duros como el de “La Ruina” o “Mañana lo dejo” con unas melodías completamente alegres. ¿Es la forma que entendéis de hacer las canciones?
(Diego) No digo que sea la única vía, para nada, pero a mí me gustan muchísimo las canciones que tienen diferentes niveles de lectura. Me encanta y la relación forma a fondo me parece muy interesante para construir una canción. Creo que una canción alegre, con una letra alegre, una música y una producción alegres puede estar muy bien, pero cuando veo una canción con una forma alegre y un fondo oscuro me parece que me está transmitiendo dos informaciones que en mi cerebro producen más estímulos. O sea, “Perfect Day” de Lou Reed me parece una canción muy interesante por lo que parece que cuenta, por cómo suena, lo que cuenta y lo que está debajo de lo que cuenta, son diferentes niveles de información completamente diferentes que aportan diferentes lecturas. Vestir lo que nosotros hacemos de un traje más bien pop es muy divertido, porque para cuando la gente llega a lo que está intentando contar “Mañana lo dejo”, ya se la han bailado. Es un shuffle que tiene que ver con las canciones guiris de principios de los 2000, con el “Man! I Feel Like A Woman!” de Shania Twain, con “Tenía tanto que darte” de Nena Daconte, con “Princesas” de Pereza, canciones que cuando entras en las letras dices “Guau”. Es una impresión que a mí me flipa, igual que hacer la contraria. La letra más dulce del disco está en “Leona”, que es la que tiene la música más The Cure en la era “Disintegration” (Fiction Records, 89), ¿sabes? Y sin embargo está contraponiendo niveles de lectura. Me parece mucho más guay. Lo que pasa es que como mucha gente no atiende a las letras, lo que hemos visto en muchas críticas es que “es un grupo de pop” y ya está. Pero lo bonito de eso es que eso habla más del crítico que de ti y eso es súper gratificante. A mí es algo que me pasa mucho con Leiva. Creo que mucha gente no valora lo extraordinario compositor que es porque no se han metido dentro de lo que está ocurriendo en sus canciones. Porque de pronto notas unos acordes espectaculares en un detalle que dices qué fino, que trabajo de costura tan bello y es una canción que está expresando problemas mentales, soledad, ruptura o la relación con tu entorno de una forma en la que, a pesar de eso, es un hit. Me parece un ejercicio extraordinariamente difícil.
"Es verdad que está empezando un momento muy bonito para la banda y no estoy tan preocupado, estoy deseando hacerlo"
Teniendo en cuenta todo esto, ¿diríais que la letra es para vosotros uno de los principales activos de vuestra música?
(Diego) No lo sé.
(Rafa) 50-50 realmente. Creo que como ha dicho Diego, las letras de Veintiuno conectan con la música normalmente, están cada una en un bando y creo que se necesitan la una a la otra. Es cierto que puedes leer el texto de “Mañana lo dejo” y entender de lo que habla, pero creo que lo que la hace completa es la música que la acompaña. Entonces no podría decantarme con una cosa o la otra la verdad.
(Diego) “Hurt” de Nine Inch Nails, en la versión de Johnny Cash, adquiere niveles de lectura que la original no puede tener. Porque es como rock industrial superoscuro que a veces tiene una letra superoscura, pero cuando le quitas todo eso y tienes una dulce guitarra acústica y una voz de un hombre anciano, es que son niveles de lecturas que se pegan a la canción, que no son ni la letra, ni es la música, es eso con otra capa más que por lo que sea vibra contigo en determinada frecuencia.
Ahora entrando más dentro de vuestro día a día, ¿cómo os repartís el trabajo dentro de la banda?
(Rafa) Nosotros tenemos bastante repartidas las tareas del día a día, a pesar de que trabajamos con un equipo que día a día se mata por lo que estamos haciendo. Pero sí, Yago lleva más las redes sociales, yo me encargo del sonido, también de cuando hay que subir reels, Pepe lleva la contabilidad de la banda magistralmente y Diego hace muchísimas cosas más que nosotros tres, aparte de componer las canciones y traer esas protomaquetas. Al final curramos todos en varias partes del proceso.
(Diego) Es una Pyme, trabaja todo el mundo en paralelo, que es lo que hace que funcione.
¿Cuál sería vuestro ideal como banda? ¿Ha alcanzado Veintiuno ese concepto?
(Rafa) ¡Ideal te diría Love Of Lesbian! (ríen)
(Diego) Creo que los ideales están para no alcanzarlos nunca, no tiene ningún sentido que seas la banda que quieres ser porque nadie lo es, siempre hay algo a lo que estas mirando. Pero a mí me gusta el camino que estamos tomando, me gusta la senda en la que la banda se encuentra y cada día estoy más feliz. No sé si porque nos estamos acercando a la banda que soñaba que fuéramos, pero sí a una banda en la que estoy orgulloso de estar, que para mí es lo óptimo.
¿Habéis llegado a pensar en dejar el grupo para aventuraros solos por el éxito de la propia industria?
(Diego) Nunca, en absoluto. A mí no me interesa particularmente una carrera en solitario. Porque además creo que hay una bella mentira en la idea de las carreras en solitario a cierto nivel. Es decir, un artista que va en solitario, hay muchas cosas que hace solo y en algunos casos están sometidos a una soledad y a un trabajo brutal. Y en otros casos, detrás de una carrera en solitario, hay un montón de gente que está haciendo un trabajo brutal y que está opacada, que no se enseña. No hay una sola manera de ser nada, pero no me interesa mucho. En el punto en el que estamos ahora, que estaríamos hablando de hacer yo una carrera en solitario, me parecería una falacia de todo grado, por definición, que no me hace sentir cómodo.
En ese discurso que queda guardado en “Dominó” habláis de la dificultad de ser una banda en la actual industria. En una escena tan potente como la nacional en la que en los últimos años han surgido muchísimas bandas, ¿creéis que sigue siendo así?
(Diego) La escena de bandas es potentísima, es inmensa, hay muchísimas bandas. Hay bandas brutales como Shego que tienen un primer disco espectacular, bandas que acaban de llenar el Wizink Center hoy como Viva Suecia y hay proyectos pequeños, inmensos, de diferente pelaje y de diferente carácter. Pero lo cierto es que en el Top 50 España de Spotify hay cero bandas. En la lista de las principales radios comerciales hay cero bandas, no una o dos de cuarenta o cincuenta canciones, ninguna. Eso es verdaderamente significativo y habla del signo de los tiempos. Estamos infrarrepresentados, estamos en un momento de la industria en el que hay un circuito, innegablemente, pero en el que es muy difícil que una niña o un niño que consume la cultura de una manera masiva su primera idea sea tener una banda. Porque los ejemplos que tienen de lo que trasciende tienen más que ver con la cosa neoliberal del individuo que ha tenido éxito porque se ha construido asi mismo, esta cosa asquerosa, toxica, barata y falaz de J Balvin que aquí se ha comprado un medio trap español de “es un businessman”. Tronco los derechos de tu disco los tiene todos tu compañía, tú no tienes un puto derecho sobre lo que estás trabajando. Te lo estás comiendo doblado y tú crees que eres un businessman, de puta madre. Pero el arte es otra cosa.
Habéis sacado distintos formatos de edición física en la que incluso en algunos incluís un juego de mesa. ¿Cuánto valor le dais al formato físico?
(Rafa) Para mí todo, porque yo he crecido con ese formato. Yo desde pequeño tenía discos en casa, siempre había discos porque mis padres los compraban y ya cuando yo empecé a tener algo de dinerillo siempre me lo gastaba en música. Recuerdo que iba siempre a comprar discos a las tiendas que había en Sevilla, que por cierto están todas cerradas. Y al final le coges cariño ya no solo a escuchar música en una playlist o en Spotify, le coges cariño a una cosa material que tiene un olor, un tacto, unos colores, que ocupa un espacio en la estantería de tu habitación y a la que puedes recurrir. El otro día me pasó que tenía en el coche una disquetera, que llevaba años sin abrir, y tenía todos mis CDs ahí y automáticamente viendo ese objeto vinieron a mí un montón de recuerdos y vivencias que teníamos ahí olvidadas. Es que además de las canciones, estamos ofreciendo el arte, fotografías inéditas, el juego que es bastante divertido… creo que ofrece algo más aparte del objeto en sí y aparte de las canciones.
Y además también habéis sacado “Ya no nos hablamos”, un podcast en el que conversáis con todo tipo de artistas. ¿Cómo surgió esta idea?
(Rafa) La idea inicial era hablar sobre el disco y hacerlo con la gente que había formado parte de nuestras vidas de alguna manera.
(Diego) Yo creo que está guay que nosotros vengamos aquí, te contemos en una entrevista lo increible que es el diseño del álbum que hemos hecho, pero creo que es mucho más interesante que te lo cuente Julieta, que ha hecho la dirección artística del proyecto, y que te cuente de dónde nacen las ideas que le han llevado a hacer esto. Por supuesto es una herramienta promocional, pero tiene que ver con la premisa de darle visibilidad a la gente que ha participado en el álbum. Para mí es tan importante el trabajo que hago yo escribiendo las canciones, como por supuesto que Rafa haciendo la prepro de esas canciones, porque él tiene una visión de la canción que es brutal y de conjunto que es increíble, como lo es el trabajo de mi amiga Alba que es guionista, es una de mis mejores amigas de toda la vida y es la primera persona que escucha las maquetas de Veintiuno. Y ella me ayuda mucho a cribar cual es la canción que a ella le gusta, porque a mí me encanta su gusto musical y cuando hay una idea que a ella le gusta de una canción mía, a mí me anima a mandársela a los chicos porque esa probablemente es la buena. Entonces yo quiero que Alba esté contando que es lo que escucha ella en las canciones, no nuestras, en general, porque es una sabia de la música, me apetece que lo cuente ella. Igual que Tato, él tiene una visión intuitiva de las canciones muy peculiar, como Santos la tiene de la sensibilidad y de la delicadeza, pero es que me flipa que lo cuenten ellos como nos lo han contado a nosotros en largas conversaciones que hemos tenido con ellos.
En breves empezaréis la gira de “Ya no nos hablamos” en el que en el horizonte se sitúa ese concierto en La Riviera que está ya a punto de agotarse (actualmente ya están agotadas). Es una gira en la que os subís a unos escenarios ya más grandes, ¿os da vértigo afrontarla?
(Diego) Más a principios de año que ahora. Sí que se ha notado un salto muy grande y creo que “La Ruina” y “La vida moderna” han hecho mucho por eso, y lo empezamos a notar a partir de febrero de este año. Yo no me imaginaba que esta banda pudiese meter a 400 personas en Bilbao, es algo que no estaba en mi cabeza y que nunca nos había pasado. Siempre está el vértigo, pero es verdad que está empezando un momento muy bonito para la banda y no estoy tan preocupado, estoy deseando hacerlo. Me da igual si tocamos para 50, porque ahora esos cincuenta están deseosos y deseosas de cantar las canciones y es maravilloso. No me estimula más o menos tocar para los 40 que había en el FNAC ayer, como los 5.000 de Canarias del fin de semana pasado. Es que todos están implicados, hay una atención preciosa sobre las canciones y la banda.
Y para finalizar, creo que una gran parte de la culpa de vuestro éxito reside en los directos donde los cuatro podéis estar juntos y hacer aquello que más os gusta. ¿Qué nos vamos a poder encontrar en estos nuevos que sea distinto y que va a continuar siendo igual?
(Rafa) Por supuesto que el repertorio va a ser diferente porque vamos a incorporar todas las canciones que no habíamos incorporado hasta ahora. Y creo que estaría bueno rescatar cosas también de otros discos, lo que pasa es que tampoco hemos parado. Estamos todavía pensando en cómo hacerlo, pero claro, ya solo con el hecho de que tenemos canciones nuevas va a ser todo muy diferente.
(Diego) No hemos parado aún, necesitamos detenernos un poco a planearlo. Ahora nos pillas en un momento en el que estamos terminando la primera parte de esta gira, la que corresponde a este año, y viendo que en noviembre empezamos a coger aire para planificar la siguiente.
Ronda Rápida
Una banda nacional:(Diego) Los Rodríguez y (Rafa) Rufus T. Firefly
Una banda internacional: (Diego) Twenty One Pilots y (Rafa) Coldplay
Un disco de una banda para escuchar en el coche: (Diego) “August And Everything After” de Counting Crows y (Rafa) “Rumours” de Fleetwood Mac
Un disco de una banda que todo el mundo debería escuchar: (Diego) “1999” de Love of Lesbian y (Rafa) “Pangea” de Los Mesoneros
Una canción de una banda para llorar: (Diego) “The Downward Spiral” de Nine Inch Nails y (Rafa) “Apocalypse” de Cigarettes After Sex
Una canción de una banda para bailar; (Diego) “The 1975” de The 1975 y (Rafa) “Tieduprightnow” de Parcels
Colaboración Soñada: (Diego) La Oreja de Van Gogh o Los Piratas y (Rafa) Pereza
Vuestra pieza favorita: (Diego) “Cabezabajo” y (Rafa) “Leona”
Un lugar para escuchar vuestra música: (Diego) Dentro de una estación de metro y (Rafa) en el coche
Describir a Veintiuno en una palabra: (Diego) Emo y (Rafa) Familia.
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