Con el recuerdo todavía reciente del paso por España de su exitosa gira en solitario a finales del año pasado, con la que enamoró definitivamente a crítica y público, Dulli saca tiempo para atendernos amablemente desde su casa de Los Angeles y hablarnos de sí mismo y de su último trabajo con The Twilight Singers. “Soy una persona inquieta por naturaleza. El arte es mi modo de vivir. Principalmente compongo canciones y escribo relatos. La inspiración surge de todas partes, puedo ver cine y que la inspiración que ello me provoca se transforme en música o literatura. Creo firmemente en la interrelación activa entre las artes”. Sólo desde una afirmación así se entiende una trayectoria tan coherente y prolífica como la de Dulli, plagada de éxitos y colaboraciones y siempre protegida por cierta aura de artista de culto, a medio camino entre el público amplio y el elitismo. “El concepto de música popular y sus valores han cambiado mucho. Es verdad que, como dices, da la sensación de que todo ha ido pudriéndose poco a poco desde los sesenta, cuando los ídolos mass-media de los jóvenes eran The Beatles, The Rolling Stones y demás. Yo vivo en Los Angeles, y el grueso de la juventud y los adolescentes adoran a grupos teens fabricados por las cadenas de televisión o a raperos que cantan que robar un coche a punta de pistola. Resulta complicado. Luego tienes gente como, por ejemplo, Nick Cave, que lleva haciendo una música increíble con diferentes formaciones durante un montón de años, y además escribe películas y libros. ¿Todo el mundo debería escucharle? Tampoco creo eso, pero sí pienso que se ha perdido un poco el norte y el nivel de lo que triunfa y mueve masas está ahora bajo mínimos. No sólo en la música”. Sabias palabras. Preguntado acerca de su último álbum con The Twilight Singers, “Dynamite Steps”. “Tienes razón en que el disco tiene una musicalidad diferente a nuestros anteriores trabajos. Hemos explorado más las texturas, los ambientes. Hay mucho trabajo con sintetizadores, y también tenemos violines o incluso piano en algunos cortes. Nos gusta mucho cuidar la instrumentación”. ¿Y cómo trabaja un grupo cuyos temas llegan a tener tantas capas? Es una cuestión compleja. Escuchando con atención varios de los temas de su último disco, uno se pregunta cuál es el proceso compositivo de una banda en la cual pueden llegar a sonar hasta diez instrumentos y varias voces. “Bien, yo compongo, creo una melodía, le doy mil vueltas, después escribo la letra y canto. Es algo muy orgánico y natural. Después la compartimos y vamos añadiendo matices, arreglos, nuevas capas… es un proceso muy apasionante porque vas viendo el crecimiento de la canción gracias a las múltiples colaboraciones de toda la banda y como llega a constituirse en un ente con vida propia formado gracias a la vida que todos nosotros hemos puesto”. A este respecto, el del trabajo en grupo, no puedo evitar preguntarle cómo es, para un artista que escribe gran cantidad de música y literatura de forma individual, eso de estar en una banda. “La verdad es que me encanta formar parte de una banda. Es algo maravilloso y enriquecedor. Y luego están los directos, que son una especie de liberación y una sublimación de lo que haces en el estudio”.
The Twilight Singers estarán actuando en Madrid (Caracol, 5 julio) y en el festival Bilbao BBK Live (Bilbao Kobetamendi, 7 julio).
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