“En este disco hemos hecho lo que hemos querido”
EntrevistasUniforms

“En este disco hemos hecho lo que hemos querido”

JC Peña — 02-05-2023
Fotografía — Archivo

El cuarteto andaluz Uniforms pone toda la carne en el asador en su tercer trabajo, “Trance” (Oso Polita, 23), donde robustecen su propuesta.

Disponible en vinilo morado, “Trance” muestra a una banda muy cómoda entre las brumas eléctricas de distintos géneros amparados por el romanticismo shoegaze. Potencian su crudeza en un trabajo grabado por Raúl Pérez en La Mina con su pericia habitual. De él destacan la confianza que insufla. Nos encontramos un día antes de su concierto en Madrid en Marilians Records, donde van a firmar.

Annie, Natalia y Pan (falta el bajista Will) acaban de volver de una gira de cinco fechas por Francia, que ahora prolongan localmente: Barcelona (13 de mayo, Upload), Granada (9 de junio, Planta Baja) y Sevilla (10 de junio, Sala X). La idea es “disfrutar del momento” e ir “paso a paso”.

¿Qué tal han ido los conciertos por Francia?
(Pan) La verdad es que muy bien. Mucha aceptación. La gente ha quedado muy contenta, les ha gustado.
(Natalia) Han sido los primeros conciertos de la gira “Trance”. Llevábamos unos mesecillos oxidadas, en el sentido de que no habíamos tocado desde el año pasado, creo. Y la verdad que guay, con nervios y ganas. Hemos estado una semana entera, con cinco bolos. Muy intenso. En todos los sitios muy bien, aunque ha habido un poco de todo: desde grandes escenarios y buena infraestructura, hasta bares. Era la primera vez que salíamos de España a tocar.

“Te contratan por el número de seguidores, no por lo que estés haciendo”

¿Y cómo ha surgido la posibilidad?
(Natalia) En el 21 teníamos gira alemana cerrada, pero con todas las olas de la pandemia se ha ido posponiendo. Ya teníamos el gusanillo de tocar fuera. Por fin lo hemos podido hacer.

¿Cómo afrontasteis este tercer LP, qué es lo que teníais en la cabeza?
(Pan) Con más madurez, quizá. En nuestro caso el recorrido ha sido corto, pero bastante intenso. Ya no teníamos las dudas del principio, de si gustará o no.
(Natalia) Bastante libres, la verdad. Hemos hecho lo que hemos querido. No hemos seguido dictámenes de sellos, ni de colegas, ni de nadie. Ya no tiene ese punto naíf del principio, cuando éramos un poco más dreamy y poperas. En realidad, nos representa más. Con los años y la oscuridad que nos ha ido dando la vida, nos estamos acercando al sonido que más nos identifica.

¿Buscabais plasmar la crudeza de vuestro directo?
(Natalia) Sí, se ha hecho también pensando en el directo. Quieras que no, desde que empezamos hemos girado bastante. Hemos tenido la suerte de tocar en festivales enormes y hemos ido aprendiendo de la reacción del público. Siempre se nos había considerado un poco un “grupo de sobremesa” (risas).
(Annie) De la hora del café.
(Natalia) De primera hora de festival. Y también es normal, no nos van a colocar a las diez. Somos un grupo pequeño.

Al final el sonido que habéis conseguido es bastante crudo.
(Annie) Sí, aparte cuando tocamos es directo es mucho más fácil representar el disco tal y como está grabado: nos da una sensación mayor de realidad. No hay tanta diferencia a la hora de escuchar el vinilo y el directo. Nos apetecía eso. Y además, subir dpms. Todo es más ligero, sin tantas capas. Ya no hay tanto sintes, no es todo tan vaporoso. Es más crudo. Y estamos más contentas. Todas estamos muy cómodas, y abordamos el directo con muchas ganas.

Hay más guitarras, ¿no?
(Natalia) Sí, de hecho en muchos temas hay dos o tres guitarras. Luego en directo hay que dividirse. En general el disco es bastante más cañero en cuanto a guitarras y baterías, en detrimento de los sintes. De todas formas, ahí siguen.

¿A qué se refiere el título?
(Natalia) Estos últimos meses ha sido bastante catárticos, una terapia, un “trance” real. Y el disco tiene muchas subidas, bajadas…nos pareció un nombre evocador y abierto a muchas interpretaciones, que es con lo que jugamos en general.

“El vinilo es nuestro formato favorito, es lo que va a quedar siempre”

Mostráis mucha facilidad para pasar de géneros. Del kraut al shoegaze, el rock…lo hacéis con naturalidad.
(Pan) Tenemos gustos muy parecidos, pero luego cada una tira a un sitio u otro. Y creo que es en la mezcla de todo donde se nota nuestra personalidad. No sé definirlo.
(Natalia) A mí las etiquetas me hacen gracia, porque al fin y al cabo son cosas que me molan. Si fuera algo que no me gusta, diría: “Esto no” (risas). Pero si hablamos incluso de cosas como toques doom o toques kraut, o spoken word…son cosas tan dispares que igual todo englobado, con un aura más shoegaze, sin ser nada shoegaze -yo al menos lo veo así- es lo que somos. Y hace que la escucha del disco sea más dinámica.

Igual esto os parece raro, pero “Guadiana” me ha remitido a Lagartija Nick…
(Natalia) No es la primera vez que nos lo dicen. Está guay. Quizá también por el castellano. Como “Nomofobia”.

Esa canción habla de las redes sociales, ¿no?
(Natalia) Claro. Y de la adicción al móvil.

Es curioso porque en estos últimos años hay bandas que han hecho discos enteros sobre este tema, como Biznaga. Es una locura cómo están convergiendo música y tecnología, ¿no?
(Pan) Yo tengo la esperanza de que se separen un poco. Seguramente habrá más discos que traten de ello. Te contratan por el número de seguidores que tienes, no por lo que estés haciendo. Todo esto se ha salido de madre.
(Natalia) Es una esclavitud que toca un poco las narices. Todo está regido por los números. Los discos tienen poca trayectoria: lo mismo el mes que viene se ha pasado el arroz del disco. Después de dos años haciéndolo…Es importante no perder el norte y seguir en tu camino, en lo que tienes que hacer. Dentro, claro, del sistema en el que estamos.

Me parece curioso que hayáis dejado en el disco como penúltima canción una versión de Deerhunter (“Desire Lines”), no es lo más habitual. ¿Por qué?
(Annie) Es un grupo que nos encanta. Durante el encierro de la pandemia no pudimos vernos ni ensayar, y decidimos mantenernos activas haciendo versiones. Fue el momento en que todo el mundo subía cosas a las redes. Luego decidimos regrabarla en La Mina.
(Natalia) Nunca lo habíamos hecho. Habíamos tocado en directo covers, pero ya está. Como nos quedó chula y nos gustó, nos dijimos ¿por qué no? No ha habido problemas de derechos. Igual mañana nos levantamos y…(risas). Se supone que está todo legalmente hecho por parte del sello.

¿Os apetece que el disco se oiga de arriba abajo en la era de las canciones sueltas y los singles?
(Natalia) Totalmente. Le damos importancia al orden, le damos muchas vueltas. Igual a la gente no le importa nada, pero nosotras le vemos un sentido a todo, a escucharlo de arriba a abajo. Así lo hemos estudiado. Confiamos en que todavía hay gente que lo haga. Yo lo hago: cuando me gusta algo, me pongo el disco entero. El vinilo es nuestro formato favorito. Es lo que va a quedar siempre.

 

 

 

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