Con sólo 24 años y vírgen de experiencias previas, Unai Madariaga muestra una destreza y unas referencias maduras encaminadas hacia autores más bien oscuros y malditos como Syd Barret, Elliot Smith, Daniel Johnston o el totémico Lou Reed. Concebido en su parte instrumental sobre bases acústicas y con medios más bien caseros, el disco no deja de sorprender por el atractivo y el alcance de unas canciones de delicada crudeza y brillantes rasgos de talento. Desde luego, el título de gran promesa local, se lo ha ganado con creces. Sería una lástima ignorarle.
-Tu álbum ha sido una gran y grata sorpresa, pero no conocemos ningún antecedente tuyo, ¿cómo se inicia tu trayectoria musical?, ¿has formado parte de algún proyecto anterior?
Llevo mucho tiempo tocando y componiendo, pero esta es la primera vez que publico algo, así que es normal que nadie sepa nada de mí. Pero esa parte también me mola.
-¿Estas canciones provienen de un mismo tiempo y de una idea preconcebida para dar forma a un disco unitario o por contra son producto de años de composición?
Están todas compuestas más o menos en el mismo periodo de tiempo. La gran mayoría de temas los compuse entre finales de 2019 y principios de 2020, y creo que eso se nota a nivel conceptual. Escribí la mayoría de temas desde la misma posición personal.
-¿Qué instrumentación has utilizado y cómo ha sido el trabajo de producción con Eneko Ajangiz?
Mi idea principal era presentar el disco en crudo, guitarra y voz. Tenía tantas ganas de sacar los temas o incluso de quitármelas de encima que no quería que hubiera mucho trabajo de producción. Pero cuando le enseñé las canciones a Eneko empezó a tener ideas muy guays y vimos que podría salir un trabajo más potente metiéndole unas horas de estudio. Además, me enganché a eso de estar grabando en el “estudio” y hablar de diferentes ideas y experimentar. Lo divertido era el tira y afloja entre Eneko y yo por que él quería meter de todo y yo lo quería crudísimo, y el punto medio al que llegábamos era interesante. Además, tenemos gustos musicales muy parecidos así que fue algo muy natural y fácil.
"Eso era lo divertido en realidad, el proceso. No había una idea preconcebida de como iba a ser cada tema al final"
En cuanto a la instrumentación todos los temas estaban pensados para guitarra menos uno que ya lo tenía grabado en piano. Como andábamos moviéndonos de un sitio para otro para grabar, nos íbamos a mi casa, luego estuvimos en un localillo que tenía Eneko, en casa de mi amama… el tema de andar con instrumentos era complicado entonces íbamos improvisando. En el local Eneko tenía una batería y grabamos todas las bateras en un par de días creo sin estar realmente seguros de si se iban a quedar finalmente en el tema o no. Eneko tenía un saxo que yo quería meter en "Stay Away" y al final lo metimos en "I Wish", que ese solo final es una macarrada genial. Andábamos con un teclado midi de esos para meter algunos órganos en algunos temas, hay bajos que están grabados con guitarra española… ya te digo, era ir improvisando un poco sobre la marcha. Eso era lo divertido en realidad, el proceso. No había una idea preconcebida de como iba a ser cada tema al final.
-”The living and...” cuenta la historia de un hombre solitario y deprimido, y una desaparición deseada porque no le gusta el mundo en el que vive. ¿Coincide con tu sentimiento respecto a lo que te produce la vida en esta sociedad?
Cuando escribía los temas siempre tenía en mente la imagen de un hombre solitario, tenía ese imaginario creado. Era como si a veces escribiese para él, otras veces me metía yo mismo en su piel, fue algo que me salió muy natural así que si que creo que tiene que ver con mi situación o sentimiento hacia la vida en la sociedad. No es que quiera desaparecer, esa parte es más ficticia, pero si que es verdad que muchas veces es todo una mierda, y se que mucha gente de mi edad está de acuerdo conmigo.
-Musicalmente es un disco de rock de formas acústicas, pero con tonos y fondos oscuros cercano a personajes como Lou Reed, Kevin Ayers o Kevin Morby. ¿Es ese digamos rock de autor el que más te interesa?
Si. Siempre me han gustado esos artistas oscuros e incomprendidos por llamarlos de alguna manera. Gente como Lou Reed, John Frusciante, Syd Barret o Elliot Smith por nombrar algunos. Esos artistas con una parte oscura me interesan mucho y encuentro mucha inspiración en ellos.
-¿Es la escasez de medios la que te ha llevado a hacerlo tu sólo o es algo buscado?
No ha sido algo especialmente buscado, pero ha sido algo que ha salido de una manera muy natural. Aunque si que la idea era presentar el disco en solitario.
-¿Te gustaría formar una banda estable para llevar tus canciones al escenario?
En principio me planteo los directos en acústico, totalmente crudo. Quiero probar eso, es algo que nunca he hecho y me molaría. Pero poder tocar los temas con una banda con un sonido más potente sería genial, y muy divertido. Poder buscar otras maneras de tocar los temas en directo tal vez.
-¿Qué nombres te interesan de la escena vasca, tanto históricos como actuales?
Kortatu, Akatz, Lukiek, Itoiz, Berri Txarrak, Eskorbuto, Wicked Wizzard, Laboa. Un poquito de todo, son los que se me ocurren ahora.
-En el vídeo unes dos canciones, “If you get to feel” y “Home”, pero intercambiando el orden, ¿tiene esto alguna intención?
En el video en realidad no hay un orden, es un video que podría ser un loop, sin principio ni final. Si me preguntas por el orden en el álbum, prefería ordenar los temas de manera que musicalmente fuera interesante, poder escuchar el álbum de principio a fin y tratar de crear de alguna manera un viaje, como decíais en la reseña. El tema de la historia era secundario, podía ser una historia no lineal.
-¿A qué te dedicas al margen de la música?
Estudio bellas artes en EHU y curro en la Bilbaina Jazz Club. Hay concis de jazz todos los findes, lo recomiendo mucho, es brutal.
Por favor, por respeto a los bilbainos les rogamos que escriban y pronuncien su gentilicio del modo en que lo dicen los locales de esa ciudad, es decir, sin acento. BIL-BAI-NOS