“De los ochenta, quienes realmente nos cautivaron con su música y motivaron ese toque innovador fueron Roxy Music” |
Entre tanto, Carla se muestra amable y hospitalaria. Sonríe, te mira, te estudia y te hace sentir cómodo. Eckman vuelve sin ese café que, sin duda, necesita: The Walkabouts proceden de Seattle, en los Estados Unidos. “Ha sido terrible. Y lo peor está por llegar, aún queda esperar a las represalias, porque los americanos no se van a cruzar de brazos. Lo malo es, que quien más y quien menos tiene un familiar, un amigo o un conocido involucrado en la barbarie”. Menos mal que su música como la de The Walkabouts ayuda a olvidar odios y venganzas. Y es esa tranquilidad la que ellos mismos buscaron en el momento de grabar su nuevo álbum. “Esta nueva colección de canciones la grabamos en los estudios que tienen en propiedad Pearl Jam. Trabajar allí es un auténtico placer. Todo son buenas condiciones, además Matt Cameron colabora en el álbum al igual que Brian Young (ex-The Posies). Esta vez el concepto del disco es distinto al de “Trail Of Stars”. Aquél era más como un conjunto, como sentarte en tu sillón y dejarte llevar. En este son historias, todas ellas, distintas unas de las otras. Cada canción tiene una sonoridad, una idea, una atmósfera, un tratamiento, hay piezas que por si solas resultan cautivadoras. También influyó el que las composiciones cogieran cuerpo en localizaciones diferentes, así que quizás podríamos definirlo como nuestro trabajo más variado”. Chris Eckman ha cogido experiencia a la hora de producir, concretamente a los noruegos Midnight Choir, de quienes habla maravillas, con lo que la responsabilidad en tareas de producción ha quedado repartida. “No queremos tener un productor único, eso se acabó. Ahora preferimos contar con distintos puntos de vista, que cada uno capte la idea desde su percepción y que quien lo tenga más claro decida. La banda, Phil Brown y Jason Howes, han sido los productores, ingenieros y mezcladores”. A partir de romper con Sub Pop, The Walkabouts iniciaron una nueva etapa, pero no solamente por firmar un apetecible contrato con Virgin (allí parieron su obra cumbre, el sublime “Devil’s Road”), sino por la inclusión de nuevos elementos como los arreglos a base de instrumentos de cuerda. “No queremos que nadie, cuando piense en nosotros, lo haga pensando en una banda de rock orquestado. Eso empezó a interesarnos a través de algunas bandas de pop de los ochenta, pero quienes realmente nos cautivaron con su música y motivaron ese toque innovador fueron Roxy Music”. Cambiando de tercio, no está de más recordar que la pareja, núcleo creativo de The Walkabouts, también nos brindó tres dulces supremos de infinita calidad con un proyecto paralelo, Chris & Carla. “Lo de Chris & Carla fue casual, fueron dos oportunidades que surgieron y que no desaprovechamos. “Life Full Of Holes” nació como banda sonora, pero luego se convirtió en un disco propio, mientras que “Shelter For An Evening” fue la ocasión de dar a conocer nuestra faceta acústica, de mostrar nuestras cualidades sobre un escenario y, de paso, tributar a algunos de nuestros héroes, a celebridades del calibre de Bob Dylan y Neil Young, y ”Swinger 500” fue sencillamente un reto”. Y fue precisamente este último disco el que marcó las coordenadas posteriores de la carrera de The Walkabouts, convirtiéndoles en una banda aún más mágica, emotiva e indispensable. Y que no cambien, por favor.
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