Hete aquí que Migala, el caprichito de esos niños de la sierra norte de Madrid, ha trascendido la broma, la crítica gorda y casi toda la lista de los pecados capitales, consiguiendo plantarle cara a la tormenta y grabar un tercer álbum lleno de eso que siempre maravillará a los de más allá de los prejuicios. Igual es porque el grupo tenía poco de capricho y menos de boutade. Ya, vale, son palabras que escuecen en heridas propias y ajenas, pero desde hace más de treinta años, nos dedicamos a admirar lo verde que crece el césped en el jardín extranjero y a despedazar sistemáticamente cualquier atisbo de originalidad que se siembre delante de nuestro cuarto de estar, y la verdad es que, tras tres álbumes como los de Migala, que unos tipos como ellos sigan ocupando gran parte de las entrevistas y de las noches madrileñas a la luz de una botella de lo que sea, en aclarar que son tan alegres, arties o enrevesados como el protopunk de los piercings oxidados de la esquina de enfrente, es como para cabrearse, pegar un golpe en la mesa y pedirles que se callen.
"Hay muchos momentos como en "El Primer Tren De La Mañana" que también nos han influido de alguna manera" |
Ya no son ellos los que deben hacer ese trabajo. Ya sobran esas energías malgastadas. Ahora ellos tienen que descansar y el que se atreva, tiene que enfrentarse a "Arde" como a casi cualquier otro disco, dispuesto a que nos cuenten pedazos de nuestra vida que no nos atrevíamos a poner en palabras, y menos en música. Lo de entrevistarlos ya es otra cosa. Es como jugar al pañuelo. Hay que ir soltando preguntas y esperar a que vengan todos corriendo, sabiendo que se lo llevarán los dos equipos a la vez. Y el tonto del pañuelo, desesperado en el medio viéndoles decirse y desdecirse, lanzarse puyas y tratados de conciliación. Pero hay que bajar el volumen general y concentrarse en "Arde" y hacer eso que tanto les molesta, que es ver su música desde un punto de vista general, percibiendo ahora que siempre fueron fronterizos, que siempre supieron trasladar a un disco esa sensación de desarraigo y zozobra. Lo que pasa es que donde antes hubo melancolía, ahora ya no hay ni eso, ahora se respiran "los pequeños accidentes de cada día", la catástrofe y el estupor que causa el poco estupor que causan las pérdidas que ni se sabe que son pérdidas. Pero vamos a poner los pies en el suelo y a empezar por el principio, porque el principio son todos los fines de semana que Madrid les ha visto escaparse de la grabación de sus discos, de la música para la obra de teatro "Flors" de la compañía catalana General Electric o de su incipiente reconocimiento en otros países. (Coque) "Fuera nos va mejor, porque vendemos más discos y la sensación de los conciertos es de mayor respeto, aunque no sé si es excesivo, pero el hecho es que la suma de lo que se vende fuera, o lo que vendemos sólo en Francia, es mayor que lo que vendemos aquí". (Rodrigo) "En Francia hay más respeto en general por las canciones y por la música, y no esa mirada de reojo de cierta prensa, que puede ser una cuestión de envidia de gente que ve que Migala nunca ha sido apedreada". Se van y hay que cazarlos a lazo. En la hoja promocional se comparan los tres discos de Migala con tres momentos distintos de una vida, y se dice que se termina un ciclo. ¿Se trata sólo de una cuestión publicitaria? (Coque) "Es una cuestión publicitaria, aunque sí se cierra un ciclo, pero no creo que haya habido un planteamiento, aunque "Arde" puede ser una conclusión, porque es una mezcla de los anteriores, además de que es un disco mucho más rock, porque nunca habíamos trasladado al disco todo el ruido que podíamos hacer en directo" . ¡Tema! Una ración de quiche y un dulce de leche escucharon hace meses que el nuevo disco de Migala podría sonar sobreproducido, en tanto que ahora tiene toda la pinta de ser su plasmación más fiel de sus directos, y eso es un contrasentido. (Coque) "Toda elección tiene su coste y da bastante miedo, pero me agrada que te suene directo, porque nosotros sí que hemos lo hemos buscado, y hay una canción como "Arde" que es un intento claro de acercarnos a lo que estábamos haciendo en directo". (Rodrigo) "Aunque hayamos trabajado mucho las canciones, tienen una cierta naturalidad o un cierto desarrollo como de concierto, pero creo que nunca lo hemos pretendido. Lo hemos hecho lo mejor que hemos podido y hemos querido que las canciones fueran fieles a lo que se estaba diciendo". Postura común no es que haya, pero tras unos días, se puede percibir la ilusión por haber conseguido concretar tantas ideas y el alivio por haber terminado un trabajo durante la elaboración del cual se llegó a oír que no habría otro disco de Migala, que el proyecto había llegado a su fin. (Rodrigo) "Como es un disco hecho desde un punto de vista un poco catastrofista, un poco falla, un poco arde, un poco se quema todo... de las cenizas, si sale algo, será otra cosa completamente distinta, pero no será lo mismo... -confiesa que tiene las ideas desordenadas- Y también ha influido esa chimenea que había donde grabábamos y ese fuego constante, y todos los trenes que hay en el disco y las canciones que hacen referencia a la espera de lo que puede ser un tren... Hay muchos momentos como en "El Primer Tren De La Mañana" y muchos momentos de tren que también nos han influido de alguna manera". Ay, el tren. Son tantas metáforas y tantas realidades de encuentros, pérdidas, separaciones y fingimientos, que casi da miedo preguntar. Casi es mejor irse al terreno dominado, a "Así Duele Un Verano", con sus gaviotas, sus cuervos y sus cachalotes, y compararlo con este nuevo paso de desierto interior y exterior. Pero naturalmente, la respuesta parte de "Diciembre, 3 a.m.". (Rodrigo) "Un gran núcleo del primer disco fueron canciones que habíamos grabado en un estudio muy rápidamente, sin pensar mucho, aunque esa naturalidad pudiese tener su gracia. Lo grabamos un poco a lo bestia y en el segundo salimos de los estudios, y lo hicimos todo nosotros, sin tener que pensar que cada hora de estudio vale tanto, así que tuvimos algunos problemas técnicos, aparte de que elegimos un poco mal el sitio. "Así Duele Un Verano" se grabó en unas condiciones patéticas, así que prefiero lo de ahora, que es ir a un sitio y que sepan resolver ciertos problemas técnicos y dedicarnos a hacer lo que hicimos en el segundo sin tener que volvernos locos técnicamente. Y desde el punto de vista de las canciones, este disco es más catastrófico. Yo miro la portada y lo que se me viene a la cabeza son muchas cosas de desastres cotidianos de accidentes. Hay muchos golpes de coche por ahí... y la portada es un accidente, un tío muerto y un coche ardiendo... Pero no es el único sentido, porque hay más alegría en algunos momentos del disco, aunque parezca que en los discos de Migala no hay nunca... Hay coñas, lo que pasa que hay que escucharlo". Demonio, cómo prefiero tu desorden colorido, que el orden gris de otros, aunque no me atreva nunca a decírtelo...Pero la gente quiere referencias, clavos ardiendo que despreciar, aunque luego sean desestimados en público y la referencia nueva de "Arde" en sentido positivo es John Barry y, en sentido negativo, es Calexico. (Rodrigo) "Todas esas influencias que parece que hemos tomado, no son cosas robadas, sino que ya eran nuestras, es una condensación de todo lo que hemos vivido". (Coque) "Es que es el disco en el que más nos conocemos tanto personal, como musicalmente, y eso ha hecho que sea el disco más cohesionado, más natural". Bueno y el primero en el que hay canciones en castellano. (Coque) "Si te fijas, todas las canciones que hay en español, no están cantadas". (Rodrigo) "La principal razón de hacer una canción en inglés, es por adaptar el ritmo, no porque pensemos en
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