Munar nos lo explica. “Lo que ha cambiado sobre todo es una forma radical de ver el mundo. En los primeros discos de The Tea Servants mi manera de ver la vida era muy cínica e irónica, lo que se reflejaba en la música. Creo que luego sí emprendí una búsqueda más espiritual que se materializó cuando disolví el grupo y empecé a hacer mi propia vida. Entre el debut de The Tea Servants y este disco hay diez años de diferencia, en los que me han pasado muchas cosas tanto en lo musical como en lo personal”.
"Misticismo suena peyorativo, pero sí puedes hablar de cierta espiritualidad" |
Su primer disco en solitario no sólo supone un cambio de registro respecto a su música, también un tratado sincero sobre una nueva manera de ver el mundo. “Misticismo suena peyorativo, pero sí puedes hablar de cierta espiritualidad”. El nuevo Steven Munar tira del hilo de los momentos más country de los últimos discos de The Tea Servants, vuelve a The Byrds y a Dylan y a unas melodías decididamente clásicas. “Aunque siempre he buscado mi manera de decir las cosas, creo que las melodías están basadas en elementos clásicos, me gustan mucho los fundamentos”. Munar no está de acuerdo en que sus canciones sean complejas, aunque sí reconoce que requieren una segunda escucha. “Para mí eso es algo bueno. Hace que sea fácil encasillarte y éste es un disco con bastantes sutilidades”. Puede que sea por eso que canciones como “Listen To The Heartbeat”, “Acid Rain” o “The Girl With The Guitar Under Her Arm” acaban conquistando y uno termine cogiéndole cariño a “Miracle Beach”. A quemar la tele y de paseo al campo.
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