Un papá genial

Guillermo Scott Herren, el hombre pastiche, el tipo de las etiquetas raras (IDM, hip hop indie, glitch pop...), el intrépido que se peleó con el Primavera Sound por tocar a la misma hora que Pixies, el protegido de Warp, el productor y multiinstrumentista de akas varios, ha sido papá. Y eso, dice, ha influido mucho en la factura de “Preparations” (Warp/Pias Spain), su cuarto disco.

Guillermo Scott Herren es de esas personas que te chupan la energía. No calla ni a ostias. Es hiperactivo verbal y musicalmente. Vivió durante unos tres años en Barcelona pero sólo usa el español en la intimidad y en las letras de “Golden Pollen” (Anti / Pias Spain), el último disco de su otro proyecto musical de envergadura, Savath & Savalas (menores son sus aventuras bajo los pseudónimos Delarosa & Asora y Piano Overlord), editado casi a la par que este “Preparations” (Warp/Pias Spain). Para las entrevistas prefiere su inglés lleno de uves dobles, fucks, shits y you knows. “Sé hablar castellano, lo entiendo, pero no me preguntes sobre cosas técnicas o demasiado específicas… (risas)”. 

Herren se encuentra actualmente inmerso en una gira americana presentando su nuevo disco. Una nueva entrega que muestra a un Guillermo más modoso y consciente de si mismo. Sus temas siguen sonando pretenciosos, barrocos y llenos de matices, sin embargo, “Preparations” es un trabajo más dócil y luminoso que sus anteriores entregas. Continúan los beats intrincados marca de la casa y esas atmósferas ensoñadoras que a la mínima driblan al oyente para mutar en contenido y forma, pero hay luz, conciencia y serenidad. La culpa la tiene el nacimiento de su hijo Alejandro. “Creo que es un álbum muy emocional, dulce. En cierto modo, feliz…”, reconoce. “Mi anterior disco era más agresivo, éste es mucho más positivo, más brillante… Hay temas como ´Girlboy Boyfriend´ que lo demuestran”. Hasta ahora el concepto de cada disco había corrido a cargo del propio Guillermo, pero el hecho de ser padre, ha influido externa e indefectiblemente en la producción de éste último. “Ser padre ha sido algo especial e inesperado que me ha cambiado la vida, sobre todo durante este último año. Ahora veo las cosas de otro modo y eso ha quedado reflejado en el disco. Me he convertido en una persona más responsable porque he de cuidar de él, y eso no es fácil. Tener un hijo en Nueva York es duro. La ciudad es peligrosa, las escuela de Brooklyn son caras, yo viajo bastante…”. Esta circunstancia le llevó a reformular su metodología de trabajo. “Me dije: estoy en la treintena, he crecido, tengo un hijo, vivo de la música... He de organizar mejor mi vida. Por primera vez, he pasado mucho tiempo haciendo este disco y he mantenido una disciplina de trabajo. A veces venía algún amigo y me decía: ´Ey, vamos a tomar algo´, y yo le decía, no tío, tengo un tema entre manos, estoy trabajando… Por eso nada de alcohol ni distracciones, sólo algo de marihuana (ríe)... Me ayuda a concentrarme”. “Preparations” se divide en dos cedes. El primero es un compendio de temas que nos muestran la faceta clásica de Prefuse 73, pero el segundo, titulado “Interregnums”, recoge quince temas instrumentales que abren una nueva vía de escape creativa para Guillermo a caballo entre el pop-folk orgánico de Savath & Savalas y el influjo electrónico de Prefuse 73. “Son canciones muy libres, cercanas a la música orquestal moderna y las bandas sonoras al estilo de Ennio Morriconne”. Un cambio de tuerca más a sumar en su nómina. “Decidí no hacer un trabajo a la manera clásica y quería reinventarme”. La creación de “Interregnums” le ha llevado tiempo. Ha compuesto, tocado, sampleado y ensamblado cellos, pianos, guitarras, bajos, flautas… “Ha sido un trabajo laborioso, me ha llevado más o menos un año”. Otro aspecto diferencial del disco es el reducido número de colaboraciones. “En ´Surrounded by Silence´ (2005) colaboraron un montón de vocalistas de perfil muy diferente (desde Rubén Isaac Albarrán, de Café Tacuba, o Trish Keenan, de Broadcast, hasta los raperos El-P y Ghostface Killah, entre otros) y salió un trabajo muy ecléctico, que en su momento me gustó. Tiempo después lo volví a escuchar y me dije: ´joder, este es disco es una locura´. En cierto modo quedaba despersonalizado”. School Of Seven Bells es una de las bandas colaboradoras, proyecto de las hermanas Alejandra y Claudia Deheza, ésta última madre del hijo de Guillermo, con la que ha grabado el single “Class Of 73 Bells”. Los otros dos: el productor sueco, Tobias Lilja, que mete mano en un breve interludio de poco más de un minuto y su buen amigo John Stainer, batería de Battles, con el que hace muy buenas migas en el estudio. “Con él todo sucede de forma natural. John y yo tenemos el mismo background, ambos venimos del old school, y con él todo es: ´venga, tío, ¡hazlo!´. Un track con John es garantías de diversión: buenos ritmos, crashes, guitarras, samples…”. La misma genialidad de “Smoking Red”, tema al alimón entre John y Guillermo, se da en otros temas como “Pomada Suite Version One” que refleja esa complejidad estructural en las producciones de Prefuse 73. “Son canciones bastante alocadas, si te digo la verdad, la mayoría de las veces no hago nada premeditado, no sé cómo me vienen las ideas”. Lo que está claro es que si las canciones de Scott Herren fueran un problema de trigonometría, la hipotenusa sería el hip hop. Sus canciones siempre dan como resultado, de un modo u otro, el componente hip hop. “Es como un caballo en un hipódromo, no se sale de la pista. Es un feeling intrínseco, mi manera de expresarme, algo que está ahí. Jamás he podido desengancharme de él. Además soy una puta enciclopedia de hip hop. Pregúntame lo que quieras, seguramente lo sabré”.