UN MUNDO TAN SENCILLO
EntrevistasNosoträsh

UN MUNDO TAN SENCILLO

Redacción — 30-11-1999
Fotografía — Archivo

Hace dos años hablar de Nosoträsh era hacerlo de un grupo que decidió, con buen gusto, ser una de las nuevas caras limpias del pop cantado en castellano, con sus sonrisas, guiños e ilusiones, consiguiendo hacernos despertar un poco a todos. Hoy vuelven (DE MOMENTO CON UN SINGLE) y lo hacen con las suficientes ganas como para que no se nos ocurra dormirnos. El eterno sueño de ser famoso, de ser querido por miles de personas y atesorar fortunas nos queda lejos. Lo de juntarte con los amigos y formar un grupo que por sorpresa puede hacerte ganar dinero se consigue en contadas ocasiones. Pero ¿qué pasa cuando tienes la gran oportunidad y se esfuma? Es el caso de Nosoträsh -en mi opinión, un gran grupo de pop- que se ganaron la posibilidad de grabar un disco con RCA -objetivamente, una gran compañía en cuanto a tamaño- y también la promesa de sacarles otro. Con la maqueta de ese segundo disco en la mano, decidieron no hacerlo, sobre todo porque lo que cuenta es el apartado económico. «En RCA no han sabido entender que un grupo como el nuestro, que saca su primer disco sin dedicarse completamente a la música vendiendo diez mil copias, puede ir creciendo poco a poco. No se dan cuenta que ahora mantienen a Los Planetas porque venden veinticinco mil copias pero empezaron vendiendo cuatro mil. A nosotras no nos han dejado intentarlo, pero nos da igual, no han conseguido tumbarnos». Les da igual porque Malela (ahora guitarra) y Montse (ahora bajo) confiaban en que las canciones tenían que ser publicadas y así ha sido. Las recibe Elefant y, sabiendo de la pasión que derrochan en esta compañía hacia las cosas que hacen, me deja la duda de cuál de las dos partes está más contenta. «Estamos muy ilusionadas con Elefant, allí las cosas son distintas. Tus ‘jefes’ son los que están en primera fila en los conciertos, se implican con el grupo y están mucho más pendientes. Es un trato más cercano». Es el trato que hace que la música y los discos salgan en estado puro y lleguen a nosotros con su correspondiente dosis de cariño. Es el caso del single «Hacia El Sur» que se publica en estos días y que hace acopio de un gran valor, tanto por el contenido como por el significado respecto al cambio de compañía y de formación. La bajista (Eugenia) ha abandonado el grupo y eso ha llevado a una reestructuración interna en la que han variado las posiciones con respecto a los instrumentos y que incluye un cambio importante en la incorporación como teclista para los conciertos de Borja (Eliminator Jr). Las canciones aparecen otra vez cargadas con deliciosas voces, ocurrentes letras y especialmente una sensación de estructura instrumental más nítida. «El single está muy cuidado porque hemos mejorado mucho, cuidamos más las canciones, nos fijamos en las partes, los arreglos, pero a la hora de grabar no ha quedado tan de exposición como el anterior disco. «Nadie Hablará De…» salió como perfecto, gracias a la ayuda de Joaquín Torres. En cambio en este nos apetecía que fuera más parecido a lo que somos en directo, por eso ha salido un poco más humano». Y también más detallista. Tal vez influya el cambio de formación. «Enriquece que haya gente haciendo cosas que antes no hacía. Las diferencias vienen de que cada persona toca los instrumentos de manera distinta». Entre esas cosas que cambian puede estar puntualmente el turnarse en las voces como en «El Hombre Invisible», donde cantan las cinco (Malela, Montse, Natalia, Cova y Bea) por encima de un sampler de Walter Wanderley que da un toque brasileño bastante impactante al conjunto. Respecto a la composición, el método de trabajo es peculiar. «Somos un poco anárquicas y sale como fruto de la experimentación. Algunas canciones llegan hechas al estudio en un ochenta por ciento y se terminan, otras cambian completamente e incluso hemos llegado a mezclar dos canciones que no nos convencían y ha salido una fantástica. Lo nuestro no tiene lógica alguna». La lógica no importa si el resultado emociona. Lo hicieron en su anterior trabajo en algunas canciones como «Punk Rock City», «Nenyures» o «Sintasol», y lo hacen de nuevo con «Hacia El Sur», defendiendo la música hecha con pasión y elegancia. De alguna forma, animaron a otros a intentarlo. «Hay gente que se pudo dar cuenta con Nosoträsh de que no hace falta ser un estupendo virtuoso, ni ser la bomba en cuanto a la composición. El ejemplo claro es «Voy A Aterrizar», la canción más estúpida que se escribió en el mundo, son tres acordes. Hacer música es relativamente sencillo, lo que hay que tener es fuerza de voluntad, ilusión y hacer lo que te gusta». Ellas hacen con franqueza y claridad, como en el estribillo de «Hacia El Sur»: «me tostaré bajo el Sol, te escribiré una postal y no pondré la dirección, créeme corazón, te estoy diciendo adiós». Y nosotros aplaudimos.

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