Háblame de las diferencias esenciales entre la grabación de “Root For Ruin” y “Let’s Stay Friends”.
Bueno, lo esencial es que ha habido un parón muy largo entre los dos discos. “Let’s Stay Friends” fue un disco para el que tuvimos ideas muy ambiciosas en cuanto a la grabación y sin embargo en “Root For Ruin” recuperamos una forma de funcionar más natural. Queríamos recuperar un poco el espíritu de los discos del principio de nuestra carrera, está más enfocado y es más directo. Es un disco de rock’nroll muy directo. También todo esto tiene mucho que ver con habernos convertido en una banda formada por cinco componentes…
¿Qué ha pasado entre medias?
Cuando sacamos “Let’s Stay Friends” a finales del 2007 hicimos muchos conciertos... De todas formas tanto yo como Tim tenemos trabajos que nos tienen muy ocupados al margen del grupo, yo como diseñador gráfico freelance y Tim no para de ir y venir NY. Además, en la banda casi todos somos maridos y padres y no podemos ni queremos pasarnos doscientos días al año en la carretera. Así que no nos pusimos a preparar el disco hasta los finales de verano del 2009. Fueron tres sesiones de diez días cada una.
Tengo la sensación de que tras muchos años de trabajo “Let’s Stay Friends” fue el disco que os puso en el mapa.
Sí, sí, totalmente. Ganamos un montón de fans con “Let’s Stay Friends”. En realidad nuestros fans han ido cambiando un montón a lo largo de los años. Si te vas a los primeros años de la banda… yo creo que nuestras actuaciones siempre han sido más o menos parecidas, no hacemos nada diferente sobre el escenario de lo que hacíamos hace diez años. Lo que pasó es que “Let’s Stay Friends” nos expuso ante un público mucho más amplio y un montón de chavales nos vieron por primera vez y debieron de pensar “estos tíos están locos”. Todo tiene su punto positivo. A finales de los noventa la gente que venía a nuestros conciertos eran colegas, gente de la escena que se sabía todas las canciones y que nos han seguido durante años. Pero ahora shows como los que hicimos en el Primavera Festival nos han puesto frente a otro público mucho mayor y menos definido.
En cierto modo creo que os ha ocurrido algo similar que lo que sucedió con Fugazi en su día. De hecho me parece que Fugazi siguen siendo la referencia más clara con la que compararos, no sólo por el tipo de música que practicáis, por el componente melódico de unas canciones de poso hardcore, sino por vuestro peso dentro de la escena y el desarrollo de un sello (Dischord en el caso de Fugazi y Frenchkiss en el de Les Savy Fav) con el que de alguna forma habéis apadrinado a los grupos que os gustaban.
Sí, claro, yo también veo la conexión con Fugazi, totalmente. De hecho nuestro bajista (Syd Butler, propierio de Frenchkisss) creció dentro de aquello y para él Dischord fue el modelo de cómo gestionar un sello. Importaba la música y también la integridad a la hora de levantarlo. En cuanto el sonido creo que nuestro material más antiguo está muy influido por Fugazi. Todavía el otro día escuché “Waiting Room” y flipaba con lo buena que es esa canción y cómo impactó mi vida la primera vez que la escuché cuando estaba en el instituto. En 1990, cuando la oí, pensé: “Joder, esto es alucinante, yo quiero hacer música como ésta”.
¿Qué relación tiene la banda con Frenchkiss? Porque el sello no ha parado de crecer y en los últimos tiempos ha publicado discos tan destacados como los de The Antlers, The Dodos, Hold Steady, Local Natives…
Syd es el sello, el resto no estamos implicados en él. Bueno al principio le echábamos un cable como podíamos, por ejemplo si hacía falta un diseñador gráfico yo intentaba hacerlo o le ponía en contacto con un colega. Y también nos preguntaba más cuando le tocaba tomar decisiones, pero ahora funciona de un modo completamente independiente. Ahora tiene empleados, clientes,... Está intentando diversificar el sello metiéndose en el terreno de los derechos editoriales. Las cosas son muy diferentes ahora de lo que lo eran en 1998 cuando Frenchkiss era sólo un brillo en sus ojos. Y también se encarga de todo el tema de contratos y demás con Les Savy Fav. Llegó un momento en que pensamos que quién mejor que él para llevar todo eso…
¿Crees que el espíritu del hardcore, sus ideales, todavía tienen sentido a día de hoy?
Si, además creo que se está dando cierto revival. Pero el hardcore en realidad nunca se ha ido del todo, siempre ha habido chavales haciendo bandas de hardcore. Es algo que nunca ha terminado de perderse. Ellos siguen adelante, contigo o sin ti, pero el fenómeno perdura...
¿Cómo es posible mantener durante quince años una banda como Les Savy Fav, sin demasiadas expectativas, todavía juntos y activos?
El secreto está en seguir siendo amigos y comportarnos de una forma muy poco profesional. Los miembros de la banda no son intercambiables. Nos apetece vernos, pasar tiempo juntos, y tocar juntos, claro. Nuestra forma de enfrentarnos al directo del directo siempre es convertirlo en una fiesta, que banda y público nos convirtamos en una sola cosa. Así que ser capaces de envolver al público introducirlo dentro del show termina siendo beneficioso para todos. Obviamente queremos entretenerles a ellos y pasárnoslo bien nosotros, así que terminamos creando una relación simbiótica en el que uno se alimenta del otro.
Pero vuestra forma de relacionaros con el público, o más concretamente la de Tim, es muy física…
Alguna vez alguien en el público ha llegado demasiado lejos porque malinterpretó las intenciones de Tim.
Hay veces que su show entre la gente incomoda, y otras en que ocurre todo lo contrario, que la gente salta al escenario y pierde el control.
En esos casos ¿has llegado a sentir que la cosa se os va de las manos?
¿Yo personalmente? Sí, claro, ha habido ocasiones en las que hemos perdido el control de la situación. Recuerdo alguna vez en que estaban sobre el escenario quince chavales y era como “ups, nadie está realmente controlando esto…”. Generalmente no hay problema, sólo quieren divertirse y estar cerca de lugar donde está teniendo lugar la acción. En realidad nosotros sólo tenemos que encargarnos de que la música siga sonando, jajaja. De todas formas en la mayor parte de los casos Tim sabe como controlar a la gente, hacer que se sienten,... sabe manejarlos, en definitiva. Recuerdo una vez que un chaval se subió al escenario y estaba comportándose como un completo gilipollas, así que Tim le dio un puñetazo, lo que por otra parte no le pega nada hacer. De hecho un rato después pidió disculpas en público ante todos, pero aquello fue totalmente necesario para que la cosa no fuera a mayores…
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