Con Jorge (guitarra) y Willy (voz) empezamos hablando de la escisión que se produjo en el seno de la banda el año pasado. Se lo toman con calma y no parecen querer echar más leña al fuego de la necesaria. (Jorge) «En pocas palabras y muy sencillo... Dos personas deciden irse del grupo... Acordamos acabar todos los conciertos que teníamos comprometidos y en septiembre del año pasado se hace efectivo el tema. Se van y los que quedamos pensamos en las posibilidades que teníamos y determinamos seguir con el proyecto». (Willy) «No íbamos a abandonar aquello por lo que habíamos luchado siempre. Lo más coherente por parte de la banda fue no dejarlo». La palabra es DIPLOMACIA. Aún así, y sin ánimo de hurgar en ninguna (supuesta) herida uno se pregunta si hubo algo más que las típicas «diferencias musicales» porque -a primera vista- tanto Ktulu como Freak XXI (el grupo formado por Mons, guitarra, y Pablo, bajo) siguen recurriendo a la explosiva fórmula metal extremo + piruetas tecnológicas. (Jorge) «Hubo diferencias personales. Al cabo de los años se deterioró la relación...». Este tipo de cosas suelen pasar, sobre todo cuando una banda lleva tanto tiempo de actividad, y siempre dejan tras de sí un halo de tragedia más o menos traumática. Después llegan las reflexiones, los replanteamientos y las decisiones de autoinmola-ción... o de supervivencia. (Jorge) «Cuando te pasan cosas así te replanteas un montón de cosas, sobre todo si es tan de golpe. Pero bueno, a la que nos pusimos a hablar los tres lo vimos todo claro... Tampoco creímos que la banda se hubiese quedado sin identidad. No hubiese tenido sentido seguir con el nombre y hacer una historia totalmente distinta. Este disco es distinto a «Confrontación», así como éste era distinto a «Orden Genético», que era diferente a «Involución». Siguiendo nuestra evolución natural, después de un disco como «Confrontación» y después de unas remezclas, lo propio era sacar un disco más variado, utilizando la tecnología en un punto intermedio». Llegados a este punto y ya que ha aparecido el concepto de evolución natural, uno se pregunta si la edición del disco de remezclas «El Latido Del Miedo» fue, quizás, motivo de tensiones por aquello de si no se había ido demasiado lejos para ser una banda de metal. (Willy) «Entiendo lo que planteas y creo que, en cierto modo, algo tuvo que ver, porque nos dimos cuenta de que podíamos llegar a sitios, a gente de determinada tendencia que antes no nos habría escuchado. Eso podía gustar a más o menos gente de la banda». Dejemos el pasado a un lado y retomemos el presente. Ktulu es ahora un monstruo de doce brazos y seis cerebros. Un ente musicalmente peligroso con la sangre renovada, los músculos en tensión y las garras afiladas. Pedro (guitarra, ex Sweet Sister), Lara (bajo, ex Horribles Seres) y Raúl (teclados y samplers, ex Hard-Boiled) han unido sus fuerzas a las de los supervivientes Willy, Jorge y el batería Miguel. ¿Un proceso cerebral de búsqueda selectiva o una simple cuestión de química? (Willy) «Hicimos un casting en el local, de la forma más discreta posible... Simplemente fueron viniendo músicos y nos quedamos con los que nos dieron mejor feeling». Nueva etapa, nueva formación y nuevo disco, «Ktulu», que devolverá al grupo a la primera línea del metal nacional. Claro que es posible que su visión personal del éxito haya cambiado después de la debacle. ¿Tenemos a unos Ktulu, pues, con los pies más en el suelo?¿Alguna vez dejaron de tenerlos? (Jorge) «Lo que sí está claro es que valoras mucho más las cosas. Creo que hacer este disco es lo más satisfactorio y productivo que haya hecho nunca. Ha sido un curro duro en un espacio de tiempo bastante corto». (Wily) «El disco es un verdadero grito de reafirmación. Llevamos doce años currando duro en esta banda y de repente te paras y te bajas del tren y dices ¡cuánto curro y cuánto tiempo! Luego te vuelves a subir y sigues». ¿Se ha liberado Ktulu de los clisés anti-todo que suelen marcar al rojo a las bandas de metal extremo? Quizás la experiencia de los años les haya hecho ser conscientes de que, como grupo, pueden tirar de toda la libertad creativa que les venga en gana. Musicalmente ya lo hacen ¿ha llegado la hora de los textos? (Jorge) «Yo creo que es una diferencia sustancial... Primero vomitas toda la rabia y luego no tienes más remedio que echarle cojones a la cosa y seguir hacia delante. Después de la crisis lo único que podíamos hacer era tirar para adelante y eso se nota». (Willy) «Las letras han dejado de tener ese elemento de uniformidad. Hacer un disco con unas letras con el mismo tono no sé hasta qué punto puede llegar a cansar a la gente. Si pudiera tirar hacia atrás cambiaría un poco el sentido de algún texto. Pero claro, tampoco sabía lo que sé ahora. La verdad es que siempre he dado todo lo que he podido en cada momento».«Ktulu» está publicado por Dro.
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