La trayectoria de Trueno -bueno, en realidad, su apabullante trayectoria-, está marcada por el éxito precoz desde los primeros años en las batallas de gallos con las que recorrió todo el mundo de habla hispana, alzándose con el título de campeón nacional, que le hizo, como el chef Dani García cuando ganó su tercera Estrella Michelín, desmontar el chiringuito y empezar a centrarse en su carrera en solitario. Nace en 2022 y ha tenido ya varias vidas. Como un gato callejero, que ha sabido alcanzar la virtud a base de desvivirse por la música. Un gato jazz, como en la película de Disney ‘Los Aristogatos’, que ha pasado de los arrabales al tablero de la música global.
“Hay bastantes cosas que uno intenta combatir que están en cualquier época, como el abuso policial o los problemas de los barrios"
Trueno es una excepción. Dejar de ser freestyler para convertirse en artista es algo que muchos han intentado y pocos han conseguido. Desde luego, ninguno como Trueno ha sido capaz de alcanzar una dimensión más allá del ingenio y la frescura, una dimensión conceptual y profunda en su totalidad. Su álbum de 2022, ‘BIEN O MAL’, es buena prueba de ello. Sin embargo, el argentino también ha sido capaz de alcanzar un estatus de estrella gracias a su talento para el crochet musical.
La pegada de Trueno le ha hecho abrazar de igual forma lo local y lo global: “El último disco que hice lo siento muy patriota y del lugar que yo he nacido, pero también lo he llevado a España y por todo Latinoamérica también, y por Europa, Dinamarca, y he sentido la conexión con todo tipo de gente. Asimilar esas cosas es una locura.”. Así es como se ha convertido en artista del pueblo, que utiliza la música para cantar las miserias de los barrios: “Hay bastantes cosas que uno intenta combatir que están en cualquier época, como el abuso policial o los problemas de los barrios. Eso está desde siempre. El cambio se intenta hacer desde el arte porque es una herramienta social, no política. La música puede hacerte cambiar la forma de pensar y generar un cambio.”
De los barrios sabe mucho Trueno y no solo de Argentina. Su último lanzamiento, ‘DUABI’, junto a la estrella del drill de Barcelona Beny Jr., es buena prueba de que frente a las fronteras, las necesidades y las vivencias de los que más lo necesitan, son universales. “A mí y a Beny Jr. nos separan muchos kilómetros y continentes, pero tenemos una forma de amar a nuestro barrio y a nuestra gente muy parecida, y de movernos, en cuanto a los códigos, que también. Eso nos hace disfrutar de la musica del otro y eso es lo que queremos comunicar. Lo mismo es un barrio español de inmigrantes, un barrio obrero, que un barrio de inmigrantes argentino. Siento que si hubiera nacido en España seria en un barrio como La Florida, y siento que si Beny Jr. hubiera nacido allí, en Argentina sería un barrio como La Boca”.
"El hiphop y el rap es lo que soy y lo que más me define y lo que voy a hacer siempre, pero también soy músico”
La unión con Beny Jr. no es la única reciente colaboración de Trueno con artistas españoles. Se sumó a ‘5:05’, uno de los temas más populares del último álbum de Leïti. Y es que “Desde la primera vez que, antes de sacar mi música, vine aquí a competir, en España me han tratado genial. Soy fan de los artistas de acá y las giras salen siempre increíble y eso hace que quiera volver siempre”. Una gira que el este año le ha hecho actuar en alguno de los festivales más grandes del país, entre los que destaca, claro, el Primavera Sound: “Me impresionó la variedad de publico, tantos estilos y tanta cultura, tantos países diferentes. En eso se nota que es un festival enorme”.
Trueno ha recorrido el mundo cantando, y eso también va a tener repercusiones en sus siguientes lanzamientos: “Cuando uno está en gira está en ese aura de euforia y creatividad. Cuando me cruzo con alguien en un festival todo puede pasar. La música que hice a medida que fui girando, y tuve la oportunidad de grabar en muy diferentes países, está ya en el horno y va a salir pronto. Esa experiencia le dio un aura a cada canción realmente diferente”.
Y es que Trueno es un artista del mundo. Cuenta el de La Boca con una base amplísima de fans, que llegan a distintas edades y a un público relacionado, habitualmente, con estilos de música alejados del hip hop y el rap que ha marcado su carrera: “Creo que los discos que saqué me hicieron conectar con distintos tipos de público y con generaciones anteriores. Es importante no quedarse solo en un lugar, sino moverse, y lo que uno aprende también es poder llevarlo a otros lugares. El hiphop y el rap es lo que soy y lo que más me define y lo que voy a hacer siempre, pero también soy músico”.
Trueno: músico, rapero, argentino y mundial; valiente, lo suficiente como para dejar la disciplina que le coronó como el mejor y lanzarse a componer y a cantar, no solo para los suyos sino para todos. Esa vocación de universalidad, esa constancia, marcan la trayectoria de un artista al que el barrio se le quedó pequeño pero solo para volver a él, una y otra vez, desde cualquier lugar del planeta, desde cualquier esquina donde unos chavales rapear e improvisan en un corro.
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