La banda romana llegó al gran público gracias a su incendiaria actuación en Eurovisión de 2021 con “Zitti e buoni”. Fue uno de esos raros momentos televisivos: una banda de hard rock y glam tan crudo en lo eléctrico como teatral en la puesta en escena imponiéndose al pop blandito de fórmula.
Pero la anomalía del joven cuarteto no arrancó en aquel concurso: habían empezado a tocar literalmente en las calles de Roma, una de las ciudades con menor tradición rockera de todo el continente, como ellos mismos reconocen. De 2016 a nuestros días se han debido dejar el alma tocando, por el nivel que demuestran, además de pasar por The X Factor. Cierto que su potente imagen, que les ha llevado a asociarse con Gucci en una campaña, puede ir en su contra. ¿Serían Maneskin lo que son si no fueran tan escandalosamente guapos? Esa pregunta se contrarresta con un directo en el que demuestran su pericia como instrumentistas y una química irreprochable. Los fans de Barcelona tendrán que esperar al 11 de abril de 2023 para comprobarlo.
“Los estereotipos de la gente falsa que quiere ser famosa son reales”
La entrevista tiene lugar por Zoom. La banda se aprieta en un sofá y luce con una naturalidad y cordialidad alejada de la imagen sofisticada de sus vídeos. La voz cantante la llevan la bajista Victoria De Angelis –cuyo origen danés explica el nombre del grupo, “Luz de luna” en el idioma nórdico– y el vocalista Damiano David, aunque a veces intervienen el batería Ethan Torchio y el guitarrista Thomas Raggi.
Hablando de “Supermodel” la bajista nos cuenta que “pasando un tiempo en Los Angeles nos dimos cuenta de que todos los estereotipos de la gente falsa que quiere ser famosa y vivir el sueño americano son, de hecho, ciertos. Por supuesto que conocimos a mucha gente guay, pero por otro lado estaba todo ese tipo de personas, y nos impresionó un montón porque no pensábamos que fuera verdadero. Nos pareció un poco ridículo que estuvieran tan preocupados de su apariencia, de parecer guays, como si fueran famosos o celebridades. Es gente vacía y en realidad no les importa ni tienen conexión con amigos. Todo nos pareció un poco estúpido”.
En su presentación en el conocido show de Jimmy Fallon el presentador se ofreció, peluca rubia incluida, a sustituir a la indispuesta bajista, en un alarde de sentido del humor raras veces visto. Damiano dice que “fue idea suya: en el ensayo vio que la línea de bajo era fácil. Nosotros vimos que no era lo más difícil del mundo. Se ofreció a intentarlo, y estaba flipado. Nos dijo: ¿Os parece bien? Y nosotros: ‘Claro, eres Jimmy Fallon’”.
La canción, producida por el sueco Max Martin (Adele, Taylor Swift) formará parte de un tercer disco que nos adelantan que será más variado en lo estilístico. “Max es un gran productor”, dice la bajista. “Lo interesante es experimentar y no pegarte a un solo punto de vista. No hemos hecho el disco entero con él. Hemos grabado otras canciones con nuestros productores habituales, pero con él hemos intentado experimentar. Nos pareció que molaría combinar nuestra actitud rockera con lo que él hace. Tiene un estilo más pop, y queríamos ver qué salía de esa mezcla. Nos ha parecido muy interesante, es otra experiencia distinta”. De todas formas, Damiano se apresura a decir que, pese al sonido más pop del single, “en el disco hemos mantenido el sonido de la banda, eso está ahí claramente. Hay muchas canciones que tienen nuestro estilo, pero es más variado”.
“Nos da igual tocar para diez personas que para mil”
Para el vocalista, atreverse con una versión de “If I Can Dream” de Elvis Presley ha sido “muy emocionante y todo un reto. Por encima de todo, porque es una canción importante de un artista importante. No es fácil, pero lo intentamos y creo que hemos conseguido disfrutar de la oportunidad de trabajar con un director tan enorme en un terreno tan grande. También nos dio la oportunidad de bucear en su historia y su carrera. Fuimos a Memphis, visitamos su estudio… Construimos una conexión con todo ello. Para cada uno de nosotros es una gran influencia. Elvis es básicamente el primer artista total. No sólo nos ha influido a nosotros, sino a toda la industria. Es imposible que no te influyan otros artistas. Un personaje trágico, con una historia muy controvertida”.
Al frontman le resbalan las etiquetas retro de “glam rock” en relación a lo que hacen. “Lo que nos hace especiales a día de hoy es que somos un grupo de guitarras. Somos un power trio con cantante que no suele usar coros. Pero no creo que rescatemos cosas del pasado. Lo que sí es verdad es que contribuimos, como otros artistas, a traer de vuelta equipo y sonidos analógicos. Otros cantantes de pop o incluso de rap suben a un escenario con una banda porque se dan cuenta de que con un grupo puedes crear un muro de sonido mayor que tú y una pista de música. Por supuesto, esto no es un DJ mainstream”.
“Ganar Eurovisión sin esperarlo fue aún más satisfactorio”
Viendo su poderoso directo queda claro que su química es, más allá de su impactante imagen, lo que marca la diferencia. Victoria está de acuerdo, y añade “que cada uno tenemos nuestro estilo individual. Al combinar cada estilo sale esto. Supongo que es lo diferencial. Lo que es muy único es que tratamos de crear algo auténtico y original, y no sonar a la copia de alguien. Buscamos la manera de lograrlo. Tenemos influencias de muchos grupos, pero no creo que puedas decir que haya una banda que suene exactamente como nosotros. Tratamos de mezclarlo todo y no copiar o aprovecharnos de otros”.
Damiano cree que más que verse perjudicados se beneficiaron del hecho de ofrecer una actuación tan explosiva en un escenario tan improbable como Eurovisión. “Por supuesto que fue un gran momento. Creo que lo mejor fue que no pensábamos que fuéramos a ganar. No era probable para un grupo como el nuestro e Italia llevaba años sin ganar. No estábamos en el ambiente más rockero del mundo, pero nos daba igual. Salimos concentrados en lo nuestro a hacerlo lo mejor posible. Así que ganar fue más satisfactorio. Creo que nos ayudó mucho que la gente no esperara una actuación tan cruda e intensa”.
Respecto a la fama que ya les persigue el batería afirma que “la pasión que le ponemos a lo que hacemos no depende de la cantidad de gente que nos vea. Nos da igual tocar para diez personas que para mil. Aquello fue un trampolín, digámoslo así. Y claro que mola ir a diferentes festivales y conocer un montón de públicos y culturas”. Pero que quede claro: la cosa nunca fue fácil: Thomas y Victoria tocaron en diferentes bandas hasta coincidir con Ethan y Damiano. Pero hasta cierto punto les perjudicó la “inexistente” escena local, en un país más volcado hacia sonidos electrónicos y puramente comerciales. “En Italia no existe una gran cultura de rock así en general. Ha habido muy buenos grupos, claro, pero no hay bandas jóvenes. Cuando empezamos a tocar nos costaba encontrar sitios o salas”.
El agudo sentido estético del grupo no sólo se traslada a la estética, sino a sus vídeos cuidados al milímetro. Todo forma parte de un planteamiento teatral andrógino que podría remontarse a las transformaciones de Bowie, New York Dolls o Roxy Music en los setenta. El cantante asegura que “es divertido porque cuando hacemos canciones pensamos en otras cosas. Normalmente te salen imágenes o referencias. Mola mucho intercambiar ideas con los directores y el proceso nos funciona. Es algo muy bueno porque no sólo estás haciendo música. No es sólo sonido, sino que estás creando imágenes. Creo que todo se hace así mucho más potente”. JC Peña
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