Todo sobre mi madre

“Roma” (Aloud Music), el nuevo disco de los catalanes Hedtrip, podría evocar escenas de los fotogramas de las cintas de Almodóvar o de Roberto Rosselini. Como aquella en la que Ana Magnani cae fulminada por una ráfaga de una ametralladora nazi. La mamma, siempre presente en el imaginario italiano, también ocupa su podio de honor en el universo de Hedtrip.

¿Llevarán escondidos los chicos de Hedtrip tatuajes de "Amor de madre" como los más kíes del barrio? No sabemos hasta que punto padecen de complejo de Edipo, pero el hecho de que sus cuatro progenitoras copen la portada de su tercer flamante álbum es de por si significativo. “Todas aquellas personas que sienten ese amor nos comprenderán perfectamente. Sabrán ver al igual que nosotros que una madre es un pilar fundamental a la hora de direccionar tu vida y a la hora de subrayarte como individuo. El papel de nuestras madres en nuestra vida ha sido trascendental. Estamos aquí gracias a ellas, somos una especie de prolongación de su persona, que menos que agradecérselo de forma abierta y sincera”. 

“Roma”, palíndromo inequívoco y que leído al revés suscita ese sentimiento filial que profesan, poco tiene de reciprocidad en lo que se refiere al plano musical. “Realmente no creemos que les interese nuestra música en sí, pero obviamente somos sus hijos y eso significa que tenemos su apoyo, respeto y devoción, hagamos lo que hagamos. Siempre han tenido un poco de miedo. Un miedo comprensible a la vida bohemia que supone ser músico, salir a tocar a menudo, la carretera... Todos los padres quieren para sus hijos estabilidad económica y no nos engañemos, una vida podríamos decir que ‘socialmente aceptada’, pero también saben que es lo que nos gusta y que lo necesitamos para seguir despiertos, para seguir siendo nosotros mismos. Eso es lo grande de una relación madre/hijo. Te apoyan pese a que tal vez no comprendan o no compartan la forma en la que quieres llevar tu vida”. Lo cierto es que su nuevo trabajo se puede entender como la otra orilla de ese puente que tendieron con “About Useless Needs” (Zero Records, 04), su segundo disco. Un territorio en el que el pop más revoltoso se alía con su espíritu inconformista. “La naturaleza de nuestra evolución nos ha alejado de las reminiscencias hardcore y emo que aún se palpaban en ‘About Useless Needs’. Eso ha afectado sobre todo a la voz. Creemos que es una voz con melodías más directas y sencillas de escuchar, en parte también porque sus registros son menos agresivos. Instrumentalmente hablando no creemos haber cambiado excesivamente. Continuamos con esos juegos de guitarras freaks y bases rítmicas rápidas y directas. Tal vez el resultado final es un disco más ‘agradable’ de escuchar que los anteriores. No hay tanta oscuridad como en ‘About Useless Needs’ o tanta rabia como en ‘The Last Impossible’, pero creemos que es lógico. Pasan los años y tu enfoque se va adaptando. No te afectan las mismas cosas cuando tienes veinte años que cuando tienes casi treinta. Es un disco bastante optimista y positivo. Hemos salido de las sombras y los primeros sorprendidos en haber logrado esto somos nosotros mismos”. Su descubrimiento de nuevas voces como las de Iron & Wine, Arcade Fire o Eagles Of Death Metal no ha paliado en lo más mínimo su admiración por el arquitecto de aquella joya titulada "The Shape Of Punk To Come" de los harcoretas Refused. Eskil Lovström es el responsable de unas mezclas que hablan por si mismas. "Veíamos que las composiciones se endulzaban un poco y que eran más melódicas. Así que quisimos coger a alguien que le pusiese un sonido agrio y garagero, más crudo. Intentamos llevar un poco ese contraste a la práctica y creo que lo hemos logrado. Lövström y Pelle son grandes personas, amables y educados, típicos suecos. Cargan kilos de experiencia a las espaldas y eso se nota en cada una de sus opiniones". El puntillismo que se atisba en sus arreglos cohabita sorpresivamente con la cotidianeidad que respiran sus letras, el día a día de cualquier mortal. “Las temáticas de los dos discos anteriores estaban cargadas de un peso lírico profundo, que fotografiaba de una forma exacta y casi conceptual las sensaciones y deseos por las que se encuentra alguien que quiere tirar su sueño a delante. Explícitamente, en este tercer trabajo se ha querido desproveer de esa complejidad escénica y arroparnos de los valores más cercanos e inmediatos, que no por ello menos importantes. Es por ello que podemos encontrar letras que hablan del amor de una madre, de la primera mirada a los ojos de la persona que amas, de un ritmo enfermizo que escuchas en una emisora de radio y no puedes erradicar de tu cerebro a pesar de detestarlo, de la llamada de una persona a cientos de kilómetros que te transporta en tu habitación a su lado en segundos o de esa lluvia fina que riega tu ánimo día a día”.