Y es que la casaca power pop se le queda algo estrecha al álbum de la banda comandada por Seth Gordon, todo un dechado de amabilidad a la hora de contestar a nuestras preguntas. Entre ellas, la que se interroga por la elección del sello es obligada: “un buen amigo nos presentó a Vicente, el jefe de Zebra. Habíamos oído cosas buenas de su trabajo, aparte de que tiene distribución con El Diablo, lo que haría que los cd’s fueran fáciles de localizar, algo que a veces es un problema. Pero lo más importante es que él es un fan de los Mockers. No lo hace por el dinero, sino porque le gusta nuestra música”. ¿Y cómo es posible que un grupo como The Mockers, que debe hacer canciones como churros, sólo haya editado tres álbumes en diez años? “Bueno, ¡es cuestión de calidad, y no de cantidad! Realmente, no es por falta de material, sino por una cuestión logística. Todos vivimos en sitios alejados, y con distintos trabajos. Robbie (Rist-guitarra y productor) también se dedica a actuar y Nelson (Bragg-batería) toca con Brian Wilson. Y si tenemos que pasar un par de meses grabando un álbum necesitamos programarlo todo con mucho adelanto. ¡Cuando te has dado cuenta ya han pasado unos años! Creo que el próximo no nos llevará tanto, ahora que Robbie tiene su propio estudio”. Hablando de estudios, resulta curioso que se haya grabado a caballo entre Mitch Easter y el estudio de Robbie Rist.
"Nuestras influencias son las mismas, siempre tratando de escribir canciones que se acerquen a melodías memorables" |
“Planeamos grabarlo todo con Mitch Easter. Grabamos tres canciones, y comenzamos a plantearnos cuándo íbamos a poder reunirnos para finalizar el álbum, pero Mitch no pudo encontrar espacio de nuevo para nosotros en poco tiempo, y queríamos que el disco estuviera hecho. Así que Robbie sugirió grabarlo en su estudio. Sabíamos que Robbie sabía “producir”- cómo arreglar los temas, estructuralmente e internamente- porque así lo hizo en el estudio de Mitch. No estábamos seguros de que pudiera conseguir el mismo sonido que Mitch, pero creo que salió muy bien, hasta el punto de que dudo que nadie pudiera notar la diferencia entre los temas producidos por ambos. Si acaso, puede que las de Robbie sean más rock que las de Mitch, algo bueno, en mi opinión”.En lo que sí que coincide es en la sensación de eclecticismo del álbum, especialmente sano e inusual en aquellos trabajos catalogados desde la perspectiva del power pop: “completamente. De hecho, es el mismo título del album: “Electric Campfire” hace referencia a eso. Grupos que creo que hacen discos de una forma muy aburrida, cayendo en el cliché del ´jangle jangle´ continuo. Por supuesto que nosotros también podemos caer en eso, pero decidimos que ya era suficiente, y hacer un disco más de rock. Un amigo nuestro lo definió a la perfección: ¡dijo que eran doce canciones de doce bandas distintas, todas como the Mockers!” ¿Y no hay diferencias en función de la autoría de cada tema, dependiendo de si las escribe Seth Gordon o Tony Leventhal? “Nuestras influencias son las mismas, siempre tratando de escribir canciones que se acerquen a melodías memorables. Y cuando las tocamos, son temas de los Mockers, sin importar la autoría”. La relación del grupo con España viene de muy lejos, ya que tanto Tony Leventhal como Seth Gordon vivieron sus años mozos en la localidad malagueña de Estepona. De hecho, son ya célebres sus versiones de Los Secretos o de Los Nikis, como la que se incluye en su último álbum. Él mismo nos explica su génesis. “Queríamos hacer un bonus track para la edición española de nuestro último álbum, y un amigo nos sugirió ´Déjame´ de Los Secretos. Nos pareció una buena idea, el tipo de canción que podemos recrear para hacerla más power pop. Así que fuimos al estudio de Mitch Easter y la grabamos en un día. Y para nuestra sorpresa la utilizaron en la película ´La fiesta´, algo que no supimos hasta que salió el film. Joaquín de los Nikis escuchó nuestra versión y nos comentó: ¡si quieres que seamos siendo amigos, ya os podéis ir currando una versión de Los Nikis! ´El Imperio contraataca´ era perfecta porque nos daba la opción de adaptarla a nuestro ´Emperador´. ¡Y Joaquín se alegró porque dijo que así quizá se quitaría de encima ese estigma erróneo que tiene de ser una canción pro-fascista para convertirse en un himno de la izquierda! Y es cierto, por otra parte, que tengo más amigos (y fans) en España que en América. Tras el 2 de noviembre, estoy pensando en desplazarme a vivir a España (viví en Estepona cuando era niño). España es nuestra segunda casa, y es gratificante tener aquí más éxito incluso que en nuestro país de origen. Creo que aquí la gente se da cuenta de que estamos a gusto.¡No somos guiris!”.Para acabar, es inevitable hacer mención del escaso rédito obtenido por los músicos que se pronunciaron en contra de la reelección de Bush, algo en lo que Gordon no puede estar más de acuerdo. “Odio admitirlo, pero creo que no sirvió para nada. Me dejé la piel en la campaña de Kerry (no solo musicalmente, sino trabajando también en la propia campaña), y nos sorprendió que ese gilipollas volviera a ganar. Puede que al menos sirviera para que mucha gente joven descubriera lo importante que la política puede ser. Puede que fuera en ese sentido una inversión a largo plazo. No lo sabremos en al menos cuatro años”.
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