Aunque sus referencias son más que evidentes y más que dignas no les hace demasiada gracia que se les pregunte por el pasado. Como si fuese fácil sonar a The Jesus and Mary Chain, The Cure o The Chameleons. Cuando tocaron en Primavera Sound, se les presentó como el eslabón perdido entre Joy Division y New Order aun así ellos siguen reivindicando la originalidad de su propuesta como creadores de atmósferas hipnóticas y profundas. Aunque parcos en palabras, Nick Wood y Kat Day responden a nuestro cuestionario, acercándonos un poco más a su forma de entender la música y lo que les rodea.
The KVB es empresa del transporte ferroviario en Colonia ¿Os llamáis así por eso? ¿Qué significa “KVB”?
Es un secreto.
¿Cómo es vuestro proceso de composición?
Varía, pero por lo general comenzamos con una progresión de acordes o líneas de bajo y luego construimos las percusiones.
¿Podríais acabaros cansando de tanta oscuridad?
Vivimos en Berlín, así que estamos más que acostumbrados.
¿A qué banda os gustaría resucitar?
Ninguna, ya hay demasiadas reuniones últimamente…
¿A qué banda os gustaría enterrar?
Diplomacia inglesa, sin respuesta.
¿Noche o día?
Normalmente somos más productivos de noche.
¿Joy Division o New Order?
¡Psychic TV!
¿Qué lugares identificaríais con vuestra música?
Algún lugar en el que nunca hemos estado.
¿Qué elementos hacen de vuestra música algo diferente?
Nuestra intención de crear una experiencia de inmersión a través de visuales y ondas de sonido.
¿Os peleáis mucho cuando estáis de gira?
No, nosotros probablemente nos llevamos mucho mejor que la mayoría de bandas que conocemos.
¿Nos contáis algo sobre cómo va a ser vuestro próximo trabajo?
En nuestra opinión, es nuestro mejor álbum hasta la fecha. Hemos empleado mucho tiempo trabajando los arreglos y las capas de sonido, creemos que todo eso se podrá apreciar. Tendréis noticias sobre este trabajo muy, muy pronto.
Y con esas respuestas tan nebulosas como su propia música, KVB nos invitan a seguir sumergiéndonos en su universo de círculos concéntricos. La última vez que visitaron Madrid fue hace ya unos años en el desaparecido Nasti, nunca se han prodigado mucho en visitas por estos lares, así que habrá que aprovechar para disfrutar de estas criaturas escurridizas y nocturnas.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.