“Queríamos grabar en bruto, sin demasiados adornos"
EntrevistasThe Hives

“Queríamos grabar en bruto, sin demasiados adornos"

Toni Castarnado — 04-10-2023
Fotografía — Archivo

Hay quien intenta emularles, pero en realidad no hay ninguna otra banda como The Hives. Y no hablamos del pasado, sino también del presente que marca su nuevo álbum, The Death Of Randy Fitzsimmons (FUGA/Music As Usual, 23).

Pocas bandas existen que, como The Hives, combinen actitud, estribillos imborrables y diversión –la que ofrecen y la que ellos viven sobre el escenario. En una época lejana teloneaban a bandas de mayor renombre que el suyo, pero pese a las limitaciones los suecos siempre salían victoriosos. Hasta que llegó el momento en que nadie se atrevía a salir tras ellos. Así fue y así continúa siendo. No importa que hayan pasado once años sin grabar nuevo material, porque aquí no ha pasado nada. Sin embargo, si nos entregan un nuevo puñado de canciones siempre serán bienvenidas. Porque, en ese sentido, The Hives nunca defraudan. De hecho, de este “The Death Of Randy Fitzsimmons”, el cien por cien de las canciones podrían tener cabida en su nuevo repertorio para los conciertos. “Esa es la sensación que tenemos todos en el grupo. Todas tienen la energía y la vigencia para nuestros directos. Podrían entrar todas, pero las combinaremos con el material más clásico, claro”.

"La vida es así. Es corta y a veces desagradable, así que cuando tengas la ocasión de pasar un buen rato, no lo dudes"

El carismático cantante Pelle Almqvist es el interlocutor para esta entrevista. Esta vez me atiende mientras pasea por las calles de Estocolmo, una ciudad que “en los últimos años esta ciudad no ha cambiado demasiado, pero si es verdad que hay más oferta de restaurantes, lo cual siempre está bien [risas]”. Y un lugar maravilloso para comprar discos, con muchas tiendas en portales de edificios en las que encontrar primeras ediciones de discos clásicos a buenos precios. Hay que tener en cuenta que por Estocolmo y Copenhague entraban la mayoría de músicos americanos durante la década de los cincuenta y sesenta. “Es cierto. Yo todavía compro discos y la mayoría en las tiendas de Estocolmo. Cuando viajo tengo la oportunidad de comprar algunos por ahí, pero la verdad es que cuando estás de gira es un incordio cargar con ellos de aquí para allá. Cuando llegas a casa estás tan cansado de ellos que luego ¡ni los pinchas! [risas]”. Nosotros sí pincharemos “The Death Of Randy Fitzsimmons”, un trabajo trufado de himnos, especialidad de la casa. Aquí hay de todo, desde canciones con cierto aire a caos (“Crash In The Weekend”) a piezas tan directas como “Countdown To Shutdown”. Y con un mensaje claro: la vida es corta, así que diviértete. “No hay mucho más que decir. La vida es así. Es corta y a veces desagradable, así que cuando tengas la ocasión de pasar un buen rato, no lo dudes. Y ya sabes... Para eso también están The Hives”.

A Pelle le molesta escuchar aquello de que su música ha madurado. Le parece estúpido. ¿De veras el rock’n’roll madura? “Cualquier cosa puede mutar en otra distinta, pero el rock’n’roll nació como algo primigenio con la idea de rebelarse y de pasar un rato divertido. ¿Quieres madurar? Pues ponte a hacer otras cosas, pero no te dediques al rock’n’roll”. Los cambios en The Hives se vislumbran en cómo han tratado la producción o si han puesto más énfasis en los detalles. En “The Death Of Randy Fitzsimmons” van más a piñón. “Queríamos grabar en bruto, sin demasiados adornos. Es cierto que algunas canciones ya estaban muy rodadas en los directos, así que cuando entramos en el estudio todo fue muy rápido. Nos conocíamos las canciones de memoria. Al margen de eso, nos apetecía grabar así, sin artificios. Eso no quiere decir que siempre tenga que ser así, por eso cada disco ha tenido su proceso”. Lo que sí comparten todos ellos es que las canciones cortas son una de sus señas de identidad. Ahí se sienten como pez en el agua. “Es muy divertido. ¡Mucho! Lo que no quiere decir que sea más fácil hacerlas, pero sí que es una forma de mantener un aire casual y gamberro. Hay muchas canciones que hacemos y nos tomamos como un capricho que nos apetece grabar”. Ahí entraría por ejemplo “The Bomb”, que se postula como la nueva “Tick Tick Boom”, ideal para cerrar los conciertos poniendo el gallinero patas arriba. “Sí, tiene esa vocación. Ahora iremos viendo cómo encaja en los conciertos, pero estoy seguro de que va a tener un papel importante”. ¿Y qué ocurre con Randy Fritzsimmons?¿Sigue vivo o nunca lo estuvo? “Oh, no te puedo contestar a eso. ¡Sigue siendo un secreto!”.

Suecia rockea

Podríamos citar a centenares de formaciones. Suecia es una fuente contínua de grupos y propuestas musicales que asaltan el mundo. Una de ellas son The Hives, que llevan años ahí como otros como The Hellacopters, Backyard Babies, Ghost, Millencolin y muchos otros. “Quizás ahora no haya la misma efervescencia que hace unos años, pero en Suecia y sobre todo en Estocolmo, el rock está en la calle. Forma parte de nuestra idiosincrasia. Con esto quiero decir que no necesitamos reivindicarlo constantemente, ni que haya otra explosión de bandas jóvenes para que sigamos sintiéndolo ahí”. En El triangulo de tristeza”, la cinta sueca de Ruben Östlund que estuvo nominada a los Oscar a mejor película extranjera, hay una escena caótica en que suena ese clásico hardcore que es “New Noise” de Refused. Es un momento delirante y memorable. “La vi y me gustó. De hecho tuve a alguien cercano involucrado en la película. En cuanto a Refused, siempre hemos tenido una buena relación y de vez en cuando hacemos alguna gira juntos, aunque tengamos estilos tan distintos”.

 

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