The Hard Quartet es un proyecto que no pretende sonar ni a súper grupo (con toda la sobre elocuencia y pretenciosidad que comporta) ni tampoco a proyecto paralelo (con lo que tiene de accesorio o irrelevante). No. Ni tanto ni tan calvo. Simplemente un pedazo de banda. Su álbum homónimo, "The Hard Quartet" (Matador/Popstock!), es extraordinario y heterogéneo. El fruto maduro de juntar a cuatro músicos que se conocen desde hace décadas, que han trabado sus caminos antes en algún punto y estaban destinados a acabar uniendo fuerzas. Me lo cuenta Matt Sweeney, erigido en portavoz de la banda para esta ronda de entrevistas, desde su casa en Nueva York.
¿Es cierto que The Hard Quartet se empezó a gestar en plena pandemia, en una conversación telefónica entre tú y Stephen Malkmus?
No es cierto. No sé de dónde has sacado esa información.
Es la información que figura en la hoja promocional de la discográfica, que me ha llegado por e-mail (N.del R.: al terminar la entrevista, confirmo que no es un detalle que yo haya soñado: está en la hoja promocional de Matador Records, atribuida a una entrevista con Stephen Malkmus en la revista GQ y copiada y pegada por decenas de medios digitales norteamericanos).
¿Y qué dice esa hoja promo? Tengo mucha curiosidad, porque eso no es cierto. Conocí a Stephen Malkums en Portland hace cinco años, fue entonces cuando tuvimos la idea de montar una banda con Jim (White) y Emmett (Kelly). Pavement y The Dirty Three habían tocado cientos de veces juntos a principios de los noventa, Emmett y Jim habían tenido una banda que se llamaba The Double, Emmett y yo habíamos tocado juntos con Bonnie Prince Billy en Superwolf, compartíamos un lenguaje común como guitarristas. La pandemia no tuvo nada que ver con esto. Nos llevó un par de años juntarnos debido a esos dos años de inactividad en directo. Una vez nos juntamos, fue todo muy fácil, sencillo, fluido. Lo he llamado proyecto alguna vez, pero es una banda. Como una versión adolescente de la banda que nos gustaría ser, lo que es imposible, claro, porque no somos adolescentes. Es un disco hecho sin que nadie se aperciba de que se está haciendo. Tuvimos acceso a los estudios, nuestra amistad e ilusión, sin necesidad de pensar en sellos discográficos ni en nada más.
"Compartimos un enfoque, un feeling y un puñado de discos que nos encantan"
¿Cómo es vuestro trabajo? ¿Habéis participado los cuatro en la composición de las canciones?
Sí. La idea era que todos aportáramos ideas sónicas. Ya fuera una canción completa, un riff, una media canción, una parte instrumental… yo escribí cuatro a las que les faltaba la voz, y en el caso de Emmett también trajo cosas que estaban por completar, Stephen también trajo canciones de hace años y otras de unos días antes… todo el mundo aportó cosas apetecibles para tocar, de valor, pero sin presión.
Es muy diverso. Y muy fresco. Supongo que también a consecuencia de carecer de expectativas.
Gracias. Creo que sí. Me alegra que lo digas porque creo que es lo que transmitimos. Nos conocemos tan bien que estamos libres de expectativas. Confiamos unos en otros, nos gusta tocar juntos y nos parecía una idea incuestionablemente buena probar a ver qué salía. Sin expectativas. Hay un lenguaje sonoro que compartimos desde hace décadas, como amigos y como músicos. Como si fuéramos chiquillos de la misma ciudad, jugando juntos. No sé si sabes lo que quiero decir. Compartimos un enfoque, un feeling y un puñado de discos que nos encantan. Sabemos cuál es la vida del músico, sus bajones y subidones. Y los cuatro hemos tenido carreras inusuales, en diferentes sentidos. Mi única expectativa era que íbamos a pasarlo bien. Y así fue.
¿En qué sentido crees que vuestras carreras son inusuales?
Todos empezamos en la música cuando teníamos veintipocos años. Hemos hecho nuestra propia música y hemos colaborado con mucha otra gente. Stephen ha sido increíblemente prolífico, toqué con él en un proyecto llamado Endless Boogie, y siempre ha sido genial trabajar con él. Es muy generoso, escucha de verdad… son algunas de las razones para que su música sea tan buena. Me ilusiona tenerle en una banda en la que puede ser él mismo, en tiempo real, sin tener que darle explicaciones a nadie. Vino con algunas canciones que ya estaban prácticamente acabadas. Muy sólidas. Como “Chrome Mess”. Es una de las primeras que tocamos. Ya sonaba a algo. ¿Sabes lo que quiero decir? Y estuvo guay poder preservar su energía. Porque a veces puede ponerte de los nervios eso de entrar en el estudio sin ningún plan. De hecho, entramos sin ningún plan ni preparación.
Algunas de las canciones de Stephen Malkmus son tan consistentes que podrían formar parte de cualquier disco de Pavement y no desentonarían.
Bueno, ¡es Stephen Malkmus! (risas). Se tiene que notar.
“Our Hometown Boy” es puro power pop, muy en la onda Big Star. Se diferencia del resto.
Me encanta. Es nuestro siguiente single. Tendrá su videoclip. Es de Emmett Kelly, y un buen ejemplo de lo que es capaz de hacer. Es amigo de los Flamin’ Groovies. Su propia banda, The Cairo Gang, es buenísima. Es pop, es rock, es pegadiza, es intensa. Emmett puede no ser tan conocido como Stephen o Jim, pero es jodidamente bueno. Ha sido músico profesional toda su vida, pero nunca le ha preocupado el mainstream. Y canta con mucho sentimiento. No me gusta nunca hablar por otros, pero creo que puedo decir, en nombre también de Stephen y de Jim, lo grande que es Emmett como músico y el gran peso que se carga a la espalda dentro del grupo.
"Todo ha sido luminoso y positivo en nuestra larga relación de amistad"
Entiendo que The Hard Quartet es una banda que ganará en directo, y que tendréis ya muchas fechas en agenda.
Sí, y tanto. Queremos estar en Europa en 2025, estamos mirando fechas. Pensaba que eso también estaba en nuestra hoja de prensa (N.del R.: no lo está, no figura ni una fecha). En octubre tocamos en Los Ángeles, Nueva York y Londres. Luego iremos a Australia y esperamos también ir a Europa. Esta es una banda que queremos mantener activa tanto como podamos. Que tengamos la suerte de hacer de ella un proyecto comercial es jodidamente increíble. Una de las razones por las que hago entrevistas como esta es para dejar claro que somos una banda-banda-banda.
Al mismo tiempo, creo que está bien que prácticamente nadie recurra el tópico concepto de súper banda para hablar de vosotros.
Está muy bien eso. Es que no conduce a nada. Es como vender humo. No dice nada sobre la música y la intención. Todo el mundo tiene un pasado, al fin y al cabo.
Supongo que no manejabais ninguna referencia particular a la hora de componer estas canciones. Vuestras carreras previas hablan por sí mismas.
Me he dado cuenta de que, particularmente con gente con la que me encanta tocar, y particularmente con esta, no necesitas decir mucho. Y cuando las referencias surgen, en plan de “hagámoslo como esto o como los otros”, es tan obvio… si por ejemplo cogiéramos a una banda que nos gusta a todos, como The Saints, y nos empeñáramos en que todas las canciones suenen a ellos, no sé si alguien más querría oírlo (risas). Tengo mucha confianza personal con Emmett (Kelly), hablamos mucho sobre música, pero no hablamos sobre lo que hacemos juntos, lo cual es muy guay. Llevaba ya un montón de años siendo amigo de Emmett y un día apareció Peter Green (Fleetwood Mac) por el estudio. No me lo podía creer. Él es parte de mi ADN musical, llevábamos haciendo música Emmett y yo de todo tipo durante años y no habíamos hablado de él en nuestra vida hasta que me un día me confesó que era el mejor amigo de su padre. Que había crecido con él, prácticamente. Es un poco loco (rissas). A Stephen (Malkmus) le conozco desde los 21 años. Todo ha sido luminoso y positivo en nuestra larga relación de amistad.
Os podéis entender con solo miraros a los ojos.
Totalmente. Y sabes que el otro hará algo tan jodidamente guay que no podías ni imaginar. Normalmente el tipo que canta toca también la guitarra, y los otros dos pillan la otra guitarra y el bajo. Pues bien, la forma que tiene Stephen de tocar el bajo es tan cool, igual que la de Emmett, que no tiene nada que ver, o la mía, que es más agresiva… todo eso hace que las líneas de bajo de este disco, por ejemplo, sean tan interesantes.
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