"El otro disco era más setentas, este es más desenfadado"
EntrevistasThe Gramophone Allstars Big Band

"El otro disco era más setentas, este es más desenfadado"

Toni Castarnado — 24-01-2018
Fotografía — Silvia Poch

Para The Gramophone Allstars Big Band la fiesta es continua. Dieciocho músicos dirigidos por el saxofonista Genís Bou. Ahora publican "Maraca Soul" (Bankrobber, 17), un nuevo tratado de ritmo caluroso y abierto de miras. Después de pasar con el ciclo Connexions, anuncian una larga lista de fechas:

26 enero (Benicarló, Festival Art & Xoc); 27 enero (Guardiola de Font-Rubí, Cavajazz), 10 febrero (Sabadell, Teatre Principal), 16 febrero (Madrid, Sala Clamores), 17 febrero (Ferrol, Teatro Jofre), 18 febrero (Zaragoza, Sala López), 23 febrero (Argentona, La Sala), 16 marzo (Girona, Black Music Festival), 18 marzo (Sant Celoni, Teatre Ateneu), 15 abril (Montcada i Reixac, Teatre Municipal), 27 abril (Tarragona, Festival Dixieland), 5 mayo (Cornellà de Llobregat, Pl. Francesc Macià), 10 mayo (Cáceres, Womad) y 26 mayo (Ciutadella, Menorca Jazz Festival)

En total, en las filas de The Gramophone Allstars Big Band nos encontramos a dieciocho músicos dirigidos por el saxofonista Genís Bou, con quien hablamos en esta entrevista. Bou nació en La Bisbal, pero lleva más de media vida instalado en Barcelona, punto de encuentro para la banda.
En la gira de "Jazzmaica" hicieron más de sesenta conciertos (incluidos tres dedicados en exclusiva al repertorio de Amy Winehouse) y el disco se publicó en Japón. Ahora aspiran a cotas todavía más altas con "Maraca Soul". Conseguir superar metas con una formación con tantos músicos no debe ser tarea fácil. “El proyecto te da posibilidades infinitas. Los primeros seis años éramos un octeto y hace ya cuatro años que somos dieciocho músicos. La experiencia es muy positiva, aunque a nivel logístico es duro. Sin embargo a mí siempre me ha gustado el tema organizativo. Y por otro lado, no me da miedo. Siempre pasa que alguien se pone enfermo y te falla, pero cuando ves como suena todo, te compensa”.

Pero vayamos al principio y descubramos las claves de esta aventura musical. “Cuando acabé el proyecto final de carrera una de las opciones era la Big Band. Estaba coincidiendo con mucha gente a nivel de estudios y tenía una buena infraestructura para ensayar allí. Entonces preparé la música, y el concierto fue el proyecto final. Me gusta la sensación de estar compartiendo esto con más gente. Cuando estás solo en casa trabajando es distinto. Sin la red de gente que conocí en ESMUC hubiera sido más complicado darle forma a esta Big Band”. La entrada al jazz fue natural, consecuencia del instrumento que toca. “El jazz no me entró porque se escuchara en casa, a mi padre le gustaba el rock, pero el hecho de tocar el saxo me llevó ahí y entonces descubrí las posibilidades del estilo, de su estructura. Y una Big Band es su expresión elevada a la máxima potencia”.

En "Maraca Soul" hay nuevas versiones revisadas en un onda de calypso que le sientan de maravilla, incluso hay guiños a la música de Nueva Orleans. Artistas como Stevie Wonder, The Skatalites, Ray Barretto o Nina Simone pasan por el filtro de The Gramophone Allstars Big Band. “Durante la gira pasada, había dos temas que tocábamos y no estaban en "Jazzmaica". Me di cuenta de que eran diferentes, así que me planteé que este disco fuera en esa línea pero con su propia identidad. Introducí el bugalú y el calypso, que además casan muy bien con el ska, sobre todo por la métrica. No es un cambio camaleónico. El otro disco era más setentas, con soul y funk, y este más desenfadado. En cuanto a la banda, ya les avisé de que sería más divertido de tocar”.

Aunque Bou no es el único miembro reconocible de The Gramophone Allstars Big Band. Una de sus caras más visibles es Judit Neddermann, a quien ahora acompañan dos voces más, las de Kathy Sey y Yolanda Sey. “Que Judit esté con nosotros es bueno. De hecho todavía hay quien cree que es una invitada especial, cuando lleva muchos años con nosotros. También creo que como músicos profesionales que somos, es positivo que se involucren en otros proyectos, incluso en solitario. No puedo pretender que sólo estén aquí. El único problema es que a veces crea confusión a los promotores, o se echan para atrás si ella ha tocado en una sala determinada hace poco. En cuanto a la incorporación de la dos coristas, vimos que era necesario. En este disco se nota mucho, hay un gran trabajo en este sentido”. Obviamente, dirigir a un grupo tan numeroso de personas conlleva más responsabilidad, y algún problema que otro. No obstante, con buena mano las cosas siempre funcionan. “Aunque sea el líder, dejo que la gente opine. Elijo el repertorio, pero el resto también aportan. Dejo espacio y me fio, aunque a veces es difícil combinar el rol de músico y el de director. Podría coger a alguien de fuera para que se encargase de la producción, pero siendo algo tan personal sería extraño, así que prefiero hacerlo yo mismo. De alguna manera, intento encontrar un punto medio que se tiene que cuidar mucho”.

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