The Deathlines supone una nueva aventura para músicos que habían formado previamente parte de otros grupos. “Interzone” es la culminación de un proceso y lo estarán presentando el día 5 de mayo en Barcelona (Sala Paral·lel 62) y este sábado 22 de abril actuarán dentro del RSD en Revolver (Barcelona) y el RSD de Terrassa.
Musicalmente, el grupo se distancia de aquel high energy rock’n’roll que caracterizó a sus proyectos previos. En su lugar apuestan por un rock alternativo que se crece con el diseño de Fer Crow (F1ca Studio) y la influencia de íconos como el escritor William Burroughs. “Hemos vuelto a La Atlántida Estudio, con la dirección y producción de Edgar Beltri. Es el lugar donde grabamos los temas ‘Hold Your Horses’ y ‘Tightrope Walker’, como avance del disco, y tras el resultado no hubo duda de que allí debía terminarse el trabajo, ya que es el lugar en el que encontramos nuestro sonido y en el que, además, nos sentimos como en casa. Edgar conoce muy bien nuestros gustos y sabía qué disco queríamos hacer. Además, nos une una buena amistad”.
El primer single ha sido “Steps On Ashes”, una pieza melódica y un estribillo que engancha, y que según sus propias palabras, es una canción que revive el instante de un recuerdo. Es decir, un viaje a la nostalgia. “Hay muchos tipos de canciones, pero también es cierto que con la edad hay más vivencias y experiencias que contar y, en este caso, la nostalgia resulta un elemento tan pegajoso como útil para escribir letras. Es divertido vagar por recuerdos y utilizarlos de base para después manipularlos y crear historias nuevas”.
En “Interzone” también se vislumbra la influencia de algunas bandas del catálogo de B-Core. El ejemplo más claro es “At Last The Dance”. “Nos gusta mucho parte del catálogo de B-Core, principalmente del periodo de mediados de los noventa y los dos mil. Bandas como Corn Flakes, No More Lies o The Unfinished Sympathy, que recogen el bagaje del rock alternativo de los ochenta y noventa y lo ejecutan con todos los medios y sonidos de su momento. ‘At Last The Dance’ es una canción power pop divertida y que pretende ser es un homenaje a aquellos chicos que idolatraban a la chica guapa de clase que jamás se fijó en ellos. En los noventa se les conocía como nerds o losers. Los losers también merecen el reconocimiento de la chica guapa, aunque solo sea en las canciones y en las películas”.
"Nos gusta mucho parte del catálogo de B-Core, principalmente del periodo de mediados de los noventa y los dos mil"
Cada vez es más complicado encontrar escenas como la punk y hardcore que había en Barcelona en los noventa, pero a The Deathlines no les importa tener que abrir sus propios caminos si eso es necesario. “Tal vez la razón más importante es que la generación ha cambiado y es distinta a la nuestra, igual que nosotros quisimos ser distintos a nuestros padres y tener nuestro propio espacio y camino”.
El lanzamiento del disco coincide con la celebración del Record Store Day, algo que ellos celebran. “Es una manera de reclamar nuestro día al mundo [risas], ahora que hay un día del año para celebrar cualquier tontería. Por un lado, es divertido el ambiente que se crea en las tiendas, los conciertos que organizan algunas de ellas y que bandas independientes como la nuestra tengan un espacio de protagonismo, por lo menos un día al año. También es importante el soporte que recibe el formato de vinilo. Las generaciones más jóvenes no compran discos porque entienden que la música está en alguna parte y que su acceso es gratuito. Pero con lo que nos quedamos del Record Store Day es el concepto social y musical que fomenta, que es la base del rock para nosotros”.
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