Cuando The Darkness aparecieron hubo muchos aficionados que no se los tomaron en serio. La banda arrasó con todo y derribó algunos muros que parecían infranqueables. Subieron como un cohete, algo para lo que la industria no estaba preparada. Y quizás ellos tampoco, pero Hawkins me contesta que, por lo menos, han sobrevivido a todo aquello.
“Permission To Land… Again” se presenta en forma de boxset con varios conciertos históricos de la banda como extra. Por si no hubiera suficiente, se reedita en vinilo tras varios años descatalogado. Esta es una buena oportunidad para hablar con el músico británico sobre el pasado, pero también acerca del presente. Dan me atiende vía Zoom desde su casa a las afueras de Londres, donde tiene un estudio de grabación en el que trabaja a diario.
Encantado de saludarte Dan. ¿Cómo estás?
Muy bien, gracias, Espero que tú también. Oye, ¿eso que tienes a tu espalda son discos?
Exacto. Siempre digo que antes que periodista soy un amante de la música. Y tú, ¿todavía compras discos?
Sí, los colecciono. Sobre todo busco discos de segunda mano. Me encanta ir de tiendas y a mercadillos. Sigo comprando algunos, y a veces lo hago solo en base a si me gusta la portada o no. He llegado a comprar una media de diez discos a la semana.
"En realidad nosotros solamente queríamos sonar duros y alegres. Y aquí seguimos"
¿Y qué opinas del revival que ha tenido un formato como el del vinilo? Es una buena oportunidad para llegar a la gente joven, aunque los precios están muy inflados.
El formato en sí es imbatible; el olor, el tacto… Es como los libros, no hay color entre el papel y leer en una pantalla. Aunque yo creo que lo que nos lleva a veces a comprar discos es el deseo de coleccionar, tener cosas que solo sean nuestras. Sin embargo, hay un dato que explica ese crecimiento, el aumento en la venta de platos para pinchar vinilos. No hay mayor prueba que esa.
Por cierto, veo que vives en el campo.
Exacto. Estoy a las afueras de Londres. Aquí vivo tranquilo y, sobre todo, tengo mi propio estudio de grabación. Hago mis propias cosas y también produzco a otros.
No conocía esa faceta tuya de productor...
Sí, me encanta. Ahora acabo de finalizar la grabación del disco de una banda escocesa. También hago bandas sonoras para series de televisión y alguna película que me han encargado.
Y para inspirarte, ¿tienes que ver antes la serie o película como fuente de inspiración?
Por suerte no [risas]. Normalmente tiro hacia al rock, lo cual me facilita las cosas. Siempre tengo el punto de mira puesto en AC/DC o Led Zeppelin.
Hace unas pocas semanas vi a Robert Plant en directo con su nuevo proyecto. Es alucinante la forma en la que conserva la magia que tiene en su voz. Y, sobre todo, esa figura, tiene un don especial. Para mí es el mejor cantante de rock de todos los tiempos.
Estoy de acuerdo, es el mejor. Creo que ahora ya no llega a esas notas tan altas, pero tiene algo que no se compra: ese alma a la hora de cantar.
Hablando ya sobre la reedición de “Permission To Land”. Lo primero que me ha sorprendido es que no tenía la sensación de que hubieran pasado veinte años desde su edición. Hubiese dicho que la mitad. No sé. ¿Te ha ocurrido algo parecido?
Absolutamente. Ha pasado el tiempo muy rápido. Imagina que como banda llevamos desde el año 1996, todavía estaba por ahí el Britpop. ¡Y eso pertenece al siglo pasado!
"Nosotros en el pub ya tocábamos como si estuviésemos en un estadio, no había diferencias"
Cuando me llegó la información sobre esta reedición, recuperé mi CD de la época para escucharlo de nuevo. Y me voló la cabeza que suena igual de fresco que entonces.
Así es, es una sensación increíble. Mantiene ese aroma, esa frescura... En realidad nosotros solamente queríamos sonar duros y alegres. Y aquí seguimos. Mírame... ¡Hemos sobrevivido! [risas].
Mi canción favorita del disco es “Friday Night”, una oda a la felicidad. Estás toda la semana trabajando y la recompensa llega el viernes por la noche.
Serviría como discurso motivacional. Esa canción en concreto tiene ese toque pop que te hace sentir bien. Y venimos a decir algo así como “Ya es suficiente, es hora de divertirse”.
El éxito tan rotundo que tuvísteis y todo lo que genero el grupo, ¿imagino que os cogió por sorpresa?
Sí y no. Nosotros éramos ambiciosos, no renunciábamos a nada. Nos fijábamos en nuestros referentes, AC/DC, Queen, Lynyrd Skynyrd, Def Leppard, Metallica… Queríamos ser como ellos. Tuvimos una progresión natural, con lo que nos fuimos preparando para ello.
Pasasteis de los pequeños clubs a tocar en grandes recintos de la noche a la mañana...
Eso no fue un problema para nosotros. Teníamos mentalidad de banda de estadio. Además, todo es más sencillo, tienes más medios y más gente atenta a ti. Nosotros en el pub ya tocábamos como si estuviésemos en un estadio, no había diferencias [risas].
En el boxset de “Permission To Land… Again” aparece completo el concierto de Knebworth en el que abrísteis para Robbie Williams. ¿Lo recuerdas especialmente?
Pues no mucho, la verdad [risas]. En esa época bebíamos mucho y no nos acordamos de casi nada. Si recuerdo que, al día siguiente, hubo una gran fiesta en el hotel y estaba por allí Kelly Clarkson. Todo era muy confuso por aquellos días.
De vuestra discografía, un disco que me gusta mucho es “Hot Cakes”, de 2012. ¿Qué opinión te merece a día de hoy?
Fue un disco que nos tomó un tiempo. Estuvimos unos dos años trabajando en ello. Era un periodo de vuelta, de reajustar cosas, de esperar a Justin. Pusimos mucho énfasis en la composición y creo que era un disco muy bien mezclado. Eso le dio un plus. A mí también me gusta mucho.
Vuestro último disco es “Motorheart” de 2021. En una reseña leí que “este disco está diseñado para que nos olvidemos de la realidad”. Y creo que es una definición que funciona bastante bien para lo que sois como grupo.
Totalmente. Es excitante leer cosas así. Con la música de The Darkness el propósito es hacer que los demás sientan bien. No queremos posturas ni canciones tristes [risas].
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