Sé que habrás respondido a esta pregunta cien veces durante los últimos cuarenta años, pero no puedo resistirme a hacértela. ¿Qué significa para ti el punk?
El punk fue un nombre que nos dieron, no algo que elegimos los grupos de mi generación. La primera entrevista que hice en mi vida fue en 1976 para el fanzine Sniffin’ Glue, y ellos me preguntaron qué tipo de banda creíamos que éramos. Le respondí que no lo teníamos del todo claro, que lo más cercano a lo que hacíamos eran las bandas garage de los 60, así que suponía que éramos una banda de garage. Cuatro semanas después la prensa nos definió como punk rockers. Y al principio nos parecía un buen término para definirnos y lo adoptamos como nuestro: cuando el término surgió en New York hacía referencia a pandilleros, delincuentes juveniles o cosas así, y nos pareció muy adecuado hacer nuestra esa terminología. Pero creo que por lo que me estás preguntando es por la idea verdadera de lo que hicimos en aquellos años...
En realidad no tanto eso como tu propia visión de los límites de lo que fue aquel movimiento.
En realidad lo que intento decir es que el concepto de lo que es y no es punk no ha parado de cambiar a lo largo del tiempo y depende mucho de cada persona. Fue un movimiento que rompió muchas convenciones, no sólo en la música, también en otras disciplinas como la escritura... Para mí el punk consistía en darle a la gente una oportunidad en un contexto en que, a diferencia de lo que sucede hoy, hacer las cosas por ti mismo no era tan sencillo como encerrarte en tu casa y trabajar con tu ordenador.
Si lo que me preguntas es el significado del punk desde un punto de vista meramente musical, entonces y ahora, creo que el elemento principal que lo define es la pasión. Eso es algo todavía tenemos. Cuando The Damned empezamos éramos catalizadores y políticos sin ser abiertamente políticos. Hicimos lo que hicimos y no estábamos dispuestos a hacerlo de otra manera. Pero obviamente los tiempos han cambiado y si volviéramos a encontrarnos en esas misma circunstancias en 2018 obviamente el resultado hubiera sido otro porque la vida ha cambiado.
En realidad punk es sólo un término, el título. Habría repetido cada uno de mis pasos aunque nos hubieran definido de otra forma. Lo hice lo mejor que pude o supe, y echando la vista atrás al final todo se reduce a una cuestión de amor por la música. Cuando en el futuro la gente escuche las canciones todo se reducirá a eso, a música, no a las personas y sus circunstancias. Es lo que ahora mismo ocurre cuando escuchamos música de los años 40 o 50. El swing cambió muchas cosas en EEUU en los 40, el rock’n’roll cambió cosas y de hecho tiene muchos puntos en común porque cambió prejuicios entre la gente blanca y negra...
Es curioso porque hablando con gente de tu generación, músicos de Wire o This Heat, precisamente me planteaban que el espíritu transgresor inicial del punk se fue al carajo cuando todo se convirtió en una suerte de revival del rock’n’roll.
Bueno, creo que es lo que ocurre siempre. Cuando eres joven, algo arranca y nadie sabe exactamente lo que es, hay mucha excitación y tú piensas que estás haciendo algo realmente especial. ¡Y lo estás haciendo! Pero rápidamente es asimilado y se homogeneiza , porque al ver que eso funciona muchos otros se suman al carro y comienzan a imitarlo para hacer dinero con ello. En nuestro caso tras el punk vino la new wave, y la new wave era un movimiento prácticamente dirigido al establishment. Pero creo que todo está bien si mantienes la actitud inicial. Gente como Iggy Pop es tan bueno ahora como era entonces, en algún sentido hasta mejor.
Es cierto que a menudo cuando una banda gana mucho dinero se acomoda, pero creo que eso no nos ocurrió a The Damned, porque siempre hemos estamos en el borde.
¿En qué momento crees que estuvisteis más cerca de dar el salto al mainstream? ¿Tal vez con el éxito de Eloise?
No lo sé, porque aunque para mucha gente pueda verlo como el momento más abiertamente pop en The Damned, para mí Eloise tenía mucho más que ver con esa suerte de pop grandilocuente del tipo de Scott Walker que tampoco es que pertenezca abiertamente al mainstream. Además Eloise es una canción extraña: su autor, Paul Ryan, era esquizofrénico y escribió esta canción sobre su fijación con una mujer que le ignoraba y que era una bailarina exótica en un club del Soho. Así que podríamos decir que Eloise no es precisamente una canción de amor convencional, y cuando empezamos a cantarla creo que mucha gente pensó “¡Qué es esto!”. Mis influencias siempre han partido de las bandas de garage de los sesenta y grupos como Walker Brothers o The Doors, y en realidad Eloise encaja completamente en ese saco, más allá de que el tratamiento que le dimos en su momento tenía un inconfundible aire ochentero. Pero en realidad no es más que otra versión más de las muchas que hemos hecho.
Por curiosidad, ¿conoces la versión que Tino Casal hizo en castellano de la misma canción? De hecho creo que en realidad él no partió tanto de la versión original como de la vuestra.
No, no la he escuchado. Le diré a la gente del sello que me la ponga. Por otra parte otra banda británica hizo también una versión de la misma canción prácticamente al mismo tiempo que nosotros, de hecho un poco antes, pero no recuerdo su nombre. Creo que fue una banda de heavy metal. La escuché una vez pero no recuerdo el nombre de la banda. (Posiblemente se refiera a la versión del tema que The Teens hicieron en 1981, cinco años antes que The Damned). Yo había querido versionarla años atrás, pero tuve que convencer al resto de la banda para hacerlo, porque no estaban muy por la labor. Paul y su hermano Barry Ryan tenían grandes canciones, había algo extraño en todo lo que hacían, y en ese momento se encontraban totalmente olvidados.
En cualquier caso siempre he tenido muy presente, porque lo había visto esa decadencia en artistas de los sesenta que me gustaban, que había que permanecer alerta para que The Damned no termináramos siendo una banda de viejos interpretando canciones de mierda. Y si hubiera tenido esa sensación instantáneamente habría parado. Siempre hemos tenido en ese sentido algo que probar.
Insistes mucho en la idea -y creo que es algo que está muy presente en este nuevo disco, Evil Spirits- de que The Damned siempre fue una banda de amantes del sonido garage. Pero tengo la percepción de que habitualmente se vincula la banda con dos etapas bien diferenciadas y ajenas a esta visión: la etapa punk, y aquella otra en la que os convertísteis en un grupo de goth-rock bastante singular.
Creo que lo que ocurre con esto es que Brian (James) fundó The Damned. Él firmaba las canciones del primer disco, Damned Damned Damned (1977), canciones fabulosas; y lo mismo con el segundo, Music For Pleasure (1977). Y cuando nos dijo que quería disolver el grupo el resto nos quedamos en shock y pensamos qué es lo que íbamos a hacer. Y pronto nos dimos cuenta de que Captain Sensible no era tanto un bajista como un guitarrista, que de hecho era el instrumento que tocaba antes de unirse a The Damned; lo que pasó es que le gustaba tanto la idea de unirse al grupo que pasó a ocupar el hueco que estaba libre. Así que la opción de que volviera a la guitarra era bastante lógica y poco a poco empezamos a intentar hacer canciones. Por otra parte, cuando nuevos músicos llegan a una banda ellos aportan también nuevas influencias a la misma y eso es lo que ocurrió cuando se sumó Paul Grey.
Pero ¿estás de acuerdo con esa versión “oficial” según la cual cuando Brian James abandona The Damned tú pasas a hacerte con el control del grupo?
No creo que yo tomara el control. En realidad creo que fue más bien que el resto del grupo empezó por su cuenta y riesgo a adoptar mi look. Y a mí me encantaba que así fuera, claro. Los chicos comenzaron a hacerse coquetos con el paso del tiempo, justamente lo contrario de donde veníamos años antes. Recuerdo una foto en la que aparecían Bryn (Merrick), Roman (Jugg) y Rat (Scabies) mirándose al espejo y haciéndose el pelo. Y a mí me hacía reír, porque ellos nunca habían sido así, eran el prototipo de chicos punk. Era divertido. Creo que Rat fue el primero que decidió adoptar esa estética porque decía que a las chicas yo les llamaba más la atención por mi aspecto. Pero lo cierto es que la cosa funcionó, y creo que lo hizo porque la gente percibía que a ellos les encantó dar ese cambio.
Paralelamente a todo eso creo que la música también cambió porque yo estaba escribiendo casi todo el material junto a Roman, prácticamente nos repartimos esa tarea al cincuenta por ciento entre él y yo. Así que desde Phantasmagoria tomé más peso que nunca dentro del grupo. Cuando Captain Sensible retornó el equilibrio volvió a cambiar, pero con todo y con ello desde entonces he tenido mucho que ver con la dirección que iba tomando la banda.
En cualquier caso lo que ha hecho funcionar a The Damned a lo largo de los años es que todo el mundo que ha pasado ha aportado sus influencias y el resultado de eso han sido nuestros discos. Captain nunca haría una canción como las mías, y viceversa. Aunque a mí me gusta sorprenderle de vez en cuando (risas). Para nosotros esa fórmula funciona realmente bien, nos alimentamos los unos de los otros. Somos afortunados en ese sentido. El garage de los sesenta es un poco lo que nos une a todos, pero además a cada uno nos gustan cosas diferentes también. A Captain por ejemplo le interesa mucho el pop, el rock y cosas más avantgarde como Terry Riley.
Sí es algo que me llama mucho la atención, su pasión por los clásicos del minimalismo.
Bueno, Captain también adora el glam, cuando le conocí era el mayor fan de Marc Bolan.
"Cuando una banda gana mucho dinero se acomoda. Pero eso no nos ocurrió a The Damned, porque siempre hemos estamos en el borde"
Sí, esa es una influencia más comprensible para el guitarrista de un grupo punk. Pero me resulta más curioso su interés por el drone y cosas así.
Sí, supongo que sí (risas). Rat por su parte es un gran fan de The Who, Small Faces y cualquier cosa que tenga un buen ritmo de batería. Brian estaba muy influido por los Stooges, MC5, y mis influencias iban más por el terreno de las bandas garageras de los sesenta y las bandas sonoras: Bernard Herrmann y cosas así. De hecho la mayor parte de discos de mi colección es música instrumental desde Link Wray o Dick Dale a bandas sonoras. La primera vez que Paul Gray entró en el grupo a la altura de The Black Album (1980) él venía de escuchar The Doors, The Left Banke y ese tipo de grupos sesenteros y nos influyó mucho . Años después, mientras estábamos trabajando en Phantasmagoria, íbamos mucho a un club en Londres llamado Alice In Wonderland que era como una recreación de los sesenta y eso supongo que de alguna manera ejerció de filtro de lo que hicimos.
Pero me parece que esa influencia sesentera es más obvia que nunca en este disco. No sé si estás de acuerdo.
Sí, es cierto.
Antes de entrar a hablar un poco más en profundidad sobre Evil Spirits quería comentar contigo algo que siempre me ha llamado la atención. Y es el hecho de que tengo la sensación de que en aquellos momentos a mitad de los ochenta, en lo que podríamos llamar vuestra etapa “gótica”, practicasteis un estilo que no ha tenido continuidad en otros grupos y que se quedó un poco en tierra de nadie entre el goth-rock y el pop ochentero. ¿Tú te sientes padrino de alguna escena? De hecho leía hace un rato una entrevista en la que comentabais que cuando irrumpieron las bandas metaleras de los noventa arruinaron todo aquello.
Creo que fue Captain quien dijo eso. Y en cierto modo tenía razón: cuando irrumpieron las bandas de nu-metal las producciones cambiaron. Pero yo pienso que hay material de ese tipo que aún hoy se está practicando y es bueno, aunque no sea muy popular. Con los años hay gente que se me ha acercado para decirme que nuestro sonido les influyó. Y creo que nosotros nos sentimos un poco en esa situación incómoda de saber que hemos abierto algunos caminos que no han servido para hacernos masivos pero que sí han convertido en realmente grandes a otros grupos que se han servido de esa influencia.
Pero yo jamás he hecho nada pensando que iba a tener una influencia sobre el resto del mundo. No visto como visto para crear una tendencia, porque ya era esa persona antes de estar en una banda. Al final esto es algo parecido a lo que explicaba al principio: tú tienes un interés en determinadas cuestiones artísticas, arquitectura, música, lo que sea… y de alguna forma creas un estilo. Pero a partir de ese momento, cuando ese estilo se convierte en tendencia, en cierto modo es inevitable que todo termine por arruinarse y que no puedas disfrutarlo porque pasa a formar parte de algo mucho más grande y… diferente. Yo por ejemplo estaba muy interesado en toda la estética y la elegancia victoriana y eduardiana, pero de la noche a la mañana me encontré con que a mi alrededor había una multitud harapienta con esa estética que dieron en llamar “gótica” y que no tenía nada que ver con aquello que a mí me interesaba. La persona que conozco que más odia que lo llamen padrino de nada es Andrew Eldritch de The Sisters Of Mercy.
Pero creo que en su caso la conexión a un nivel sonoro con bandas tan como Nine Inch Nails y la escena industrial posterior es mucho más evidente que en el caso de The Damned.
Sí, eso es cierto. De hecho buena parte de la comunidad gótica rechazaba a The Damned como una banda del movimiento. En realidad la influencia que The Damned hemos tenido en otros grupos ha ido por otro lado. Un poco como ocurrió cuando los Ramones vinieron a tocar a Inglaterra, The Damned tuvimos un impacto muy fuerte en el punk de Los Angeles cuando fuimos a tocar allí por primera vez. Y eso es maravilloso. Además yo estoy muy orgulloso de que The Damned hayamos ayudado a mucha gente a descubrir música del pasado, popularizando en determinados ambientes una canción como Too Much To Dream de los Electric Prunes o hablando de determinados grupos psicodélicos en las entrevistas. Estoy muy orgulloso de eso porque la música del pasado sigue siendo fantástica, la verdad.
¿De quién fue la idea de llamar a Tony Visconti para producir este disco?
Mía. Fue una idea que una vez escuchas el disco puede parecer lógica, pero que a mucha gente le pareció absurda en el momento de plantearla. Obviamente yo conozco bien el trabajo de Visconti con Thin Lizzy, Marc Bolan o David Bowie. Pero el motivo por el que creí que era una buen idea plantearle trabajar juntos no son tanto sus discos clásicos como lo que hizo con el Blackstar de Bowie. Cuando escuché Blackstar, la canción, que es un tema de nueve minutos, me encantó cómo sonaba pero muy especialmente las variaciones de velocidad y tempo a lo largo del tema. Y me recordó a lo que nosotros hacíamos con nuestras canciones: si te fijas en I Don’t Care, una de las canciones de este disco, tiene tres partes diferenciadas y eso que tan sólo dura tres minutos. Así que, en definitiva, después de escuchar el disco de Bowie Visconti era nuestra opción número uno.
"Cuando el estilo se convierte en tendencia en cierto modo es inevitable que termine por arruinarse"
Me resulta curioso que en el disco de The Damned en el que más obvias son las influencias del rock sesentero te fijes en Visconti precisamente por una producción tan vanguardista como la de Blackstar.
Pero es que Visconti también aporta un sonido de lujo, y eso es algo que conecta ambos universos. Y yo creía que nos íbamos a sentir muy cómodos con sus métodos de trabajo, una forma de trabajar a la vieja usanza, y efectivamente así ha sido. A mí me encanta eso, gente que sabe cómo microfonar una sala y no se entrega a las opciones que aporta un ordenador. Habríamos grabado un disco con Protools y estoy seguro de que habría sonado alto y fuerte, pero no habría sido el sonido que estábamos buscando para estas canciones. Para conseguir eso necesitábamos a alguien como Tony. Y para mi sorpresa cuando le contactamos dijo “sí”.
Luego nos encontramos con que él es una persona que cree en la colaboración y el intercambio de ideas. No es el típico productor que te impone su visión de cómo tienes que sonar y qué arreglos deben llevar tus canciones. Creo que en general todos en la banda estábamos sorprendidos de que él no quisiera cambiar demasiadas cosas, porque creo que estábamos esperando algo así como un “dios” de la producción. Pero mis compañeros en The Damned son buenos músicos, y la verdad es que no era necesario cambiar gran cosa. Yo eso puedo verlo porque en el grupo tengo una posición desde fuera precisamente por no tocar ningún instrumento. Y efectivamente así ha sido: de momento Evil Spirits está teniendo muy buena acogida, y cuando tú me hablas de esas influencias de los sesenta es porque efectivamente todo eso está ahí, es transparente porque el sonido es realmente bueno. Y se grabó muy rápido todo. Fueron sólo nueve días en el estudio.
¿Dónde os fuisteis a grabar?
A Brooklyn, en un estudio llamado Atomic Sound. Toni no había trabajado nunca antes allí pero su ingeniero lo conocía. Lo que ocurrió es que tuviemos un problema de tiempos por lo ocupado de su agenda, así que tuvimos que ajustarnos al tiempo que Tony tenía disponible y también por eso la grabación no podía ser en Londres. Hubiera sido maravilloso disponer de más tiempo, porque disfrutamos mucho en el estudio y ha sido mucho trabajo grabar diez canciones en ese tiempo, pero no pudo ser.
Se nos acaba el tiempo y tengo un montón de preguntas que no voy a poder hacer. Así que rápidamente... ¿estás todavía en contacto con Rat Scabies?
Sí, de cuando en cuando. De hecho acaba de ponerme un mail.
¿Está abierta la puerta de que pueda a volver a tocar con The Damned algún día?
No lo descartaría. Esa posibilidad existe. En su momento hubo un problema entre Rat y Captain, así que si podemos arreglar eso veo factible que algún día volvamos a tocar juntos. Personalmente te voy a decir que a mí me gustaría, porque creo que sería importante para los fans de The Damned. Aunque fuera una cosa puntual, para unos pocos conciertos. Hay que explorar esa posibilidad.
Y también me gustaría saber si todavía existe algún tipo de conexión entre Patricia y The Damned? (Patricia Morrison, la esposa de Vanian, además de componente de The Sisters Of Mercy en su etapa clásica formó parte durante un tiempo de The Damned).
Bueno, hace tiempo que ella no hace música.
Pero creo que tras dejar de tocar con The Damned ejerció de manager de la banda ¿no?.
Sí, durante un tiempo. Y de hecho todavía le echa un ojo a nuestras cosas. Pero desde hace unos años está centrada en su trabajo como profesora de música con niños pequeños en un colegio. Después de que naciera Emily decidió abandonar la vida de grupo. Para serte sincero, por mucho que te guste el mundo de la música también hay mucha mierda alrededor y en un momento dado ella estaba cansada de eso. Pero bueno, recientemente hemos escrito un tema juntos, y no sé si va a ocurrir pero me encantaría hacer un disco los tres juntos: Patricia, nuestra hija Emily y yo.
Emily no ha llegado a tocar en Evil Spirits ¿no?
No. Yo quería, pero al tener que irnos a grabar a New York no fue posible, porque no podía dejar el colegio para venirse con nosotros. Pero en algún momento hará alguna colaboración con nosotros seguro, porque es muy buena, tiene un gran sentido musical. De hecho es mucho mejor músico que yo, que no tengo formación alguna. Emily ha estudiado música y toca el violín. Cuando tenía seis años se empeñó en que quería un violín morado. ¡Tenía que ser morado! Así que se lo compramos y empezó a ir a clases. Hasta hoy. En el concierto que dimos celebrando los 40 años de la banda en The Royal Albert Hall salió a tocar con nosotros, de hecho.
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