“Nos sentimos orgullosas de dar un volantazo más y seguir dedicándonos a esto”
Entrevistas / The Crab Apples

“Nos sentimos orgullosas de dar un volantazo más y seguir dedicándonos a esto”

Redacción — 15-08-2024
Fotografía — Ramen

Desviarse por el camino es, tal vez, más enriquecedor que llegar a la meta en línea recta. Este es el manifiesto que The Crab Apples proclaman con orgullo. Con 15 años de trayectoria a sus espaldas, el trío femenino regresa con “Un volantazo” (Halley Records, 2024), un EP que suena más pop rock que nunca y con el que buscan iniciar una nueva etapa.

Hablamos con Carla Gimeno (voz) y Laia Martí (bajo), quienes nos cuentan cómo el concepto de este trabajo surgió a partir de un comentario machista, y nos guían a través de su proceso de composición y producción.

“Un volantazo detrás de otro nos llevó hasta aquí”, canta Carla en el tema a cappella que da título al último EP de The Crab Apples. Se trata de un audio que grabó en su cocina y que decidieron integrar al tracklist sin ningún cambio: ni edición, ni regrabación, nada. “Fue mi reacción inmediata y natural a una situación que vivió Laia y nos contó”, explica la cantante. Se refiere a un comentario (no solicitado, como suele suceder) que recibió su amiga con relación a la banda y que las tres vivieron con indignación.

“Me dijeron que habíamos hecho muchos volantazos en nuestra carrera. Como si explorar sonidos nuevos o seguir nuestros instintos en cada etapa fuese sinónimo de equivocación, y no algo normal después de tanto tiempo tocando juntas”, relata Laia. Estaban juzgando sus cambios como errores, en lugar de verlos como decisiones tomadas por voluntad propia. Tal y como complementa Carla: “Se sigue asumiendo que un hombre transforma su música por elección, pero que nosotras perdemos el rumbo sin darnos cuenta”.

"Nos dimos cuenta de que estábamos en el camino que queríamos seguir: sonando más pop rock que antes"

Sea como sea, la improvisación que surgió a raíz de ese momento ayudó a conceptualizar “Un volantazo” y a reforzar su mensaje principal: “Lo hemos convertido en algo positivo. Nos sentimos orgullosas y empoderadas de dar un volantazo más y seguir dedicándonos a esto”, declara Gimeno. Sin embargo, los primeros indicios de lo que sería este EP ya habían surgido con “Sin ti”, publicada como sencillo el año pasado.

“Durante su producción, nos dimos cuenta de que estábamos en el camino que queríamos seguir: sonando más pop rock que antes, con los cuatro elementos básicos (bajo, guitarra, batería y voz) en primer plano y más potentes que nunca", comenta la bajista. Las canciones que compusieron después también mantuvieron esta característica musical directa, que se reflejó a su vez en las letras, con canciones que se centran en tomar las riendas de una misma y valorarse por encima de lo que pueda hacerte daño.

The Crab Apples está claramente en una nueva fase, tanto en su sonido como en su mensaje, que contrastan notablemente con los de su último LP, “CRAP” (DSK Pop Records, 21). Así lo expresa Carla: “Veníamos de un disco en el cual por primera vez consideramos la figura de productor y contamos con Víctor Valiente para ello. Es un trabajo con muchas capas, tintes electrónicos, sintetizadores, etcétera. Más elementos de los que estamos buscando ahora”. Los conciertos que tenían programados en el extranjero también propiciaron la creación de “Un volantazo”, ya que necesitaban “una carta de presentación de lo que sería el proyecto próximamente”.

No perdieron la oportunidad de hacer realidad una de sus ilusiones de hace tiempo: versionar el tema “Maschin” de la banda austríaca Bilderbuch. Se trata del tema favorito del trío, que las lleva acompañado muchos años y que han tocado en festis de Alemania y Austria, donde se considera todo un himno. “Tenía mucho sentido hacer esta versión en algún momento, siendo ahora el indicado. El título de la canción significa coche en alemán, lo cual combina con el concepto y la estética del EP”, explica Laia. El track empieza con derrapes contundentes y, aunque tradujeron la mayor parte de la letra al castellano, conservan algunos versos en la lengua original para no perder su esencia.

En cuanto a los idiomas, esta no es la única novedad, ya regresan con el catalán en “Tot dona voltes”. “Hace tiempo que estábamos jugando con la idea de volver a componer en catalán y nos dimos cuenta de que hacía 10 años que no lo habíamos hecho” expresa Carla. Lo que sí tenían claro es que la canción iba a ser con Aida Giménez, la compositora detrás de Guineu, con quien son amigas desde hace años y cuya propuesta admiran. Sobre este eclecticismo lingüístico, Laia añade lo siguiente: “Creo que tiene sentido en el mundo global en el que vivimos. No somos monolingües y aprovechar esto creativamente mola”.

“Un volantazo” ha sido coproducido por las integrantes del grupo (sobre todo Laia Alsina, guitarra eléctrica) y Víctor Valiente, quien ya formó parte del proceso en el último disco. También es su antiguo profesor de guitarra y bajo de la adolescencia: “Nos grabó nuestra primera demo en 2009. Nos ha visto crecer como instrumentistas y también al proyecto. Comprende lo que queremos, y es muy fácil transmitirle lo que está en nuestra cabeza, porque básicamente hablamos el mismo idioma”, relata Martí.

“Hay que desestigmatizar que solo se puede hacer música para petarlo y tener grandes hits"

La recepción del EP está siendo muy positiva, algo que ellas han notado durante los conciertos de presentación al tocar las nuevas canciones. Carla destaca el entusiasmo del público durante “Ojalá”, ya que “se notaba mucha conexión, la cantaban a pleno pulmón”. Para tres chicas que comenzaron haciendo covers en el instituto inspirándose en Avril Lavigne, son estos momentos los que les dan un impulso de energía y autoestima, y las reafirman en lo que hacen. “Nunca hemos llegado masivamente, tampoco nos importa”, comenta Laia “pero a veces tienes dudas, como cualquier persona, y el apoyo del público ayuda mucho”.

Al fin y al cabo, empezar tan jóvenes y llevar más de una década en la industria comporta altibajos. “Hemos ido aprendiendo sobre la marcha. A veces ha sido frustrante porque hay responsabilidades que, a los 18 años, una no anticipa tener que asumir”, reflexionan. Sin embargo, nunca se han arrepentido de apostar por la autogestión y la independencia: “Siempre hemos llevado las riendas del proyecto. Por suerte hemos podido trabajar con equipos de personas que se han querido sumar. Las decisiones las hemos tomado con ayuda, pero han sido nuestras en todo momento”.

Ampliando la perspectiva al panorama nacional, se alegran de haber estado presentes durante la aparición de más bandas femeninas, aunque opinan que todavía hace falta mucho cambio. Es por eso que el año participaron en el programa europeo Key Change tras ser seleccionadas: se trata de una iniciativa que busca una reestructuración total de la industria musical para alcanzar la plena igualdad de género. “Conocimos a gente muy potente e interesante. Fue chulo porque hace diez años no había casi referentes. Para nosotras, bandas como Haim, Warpaint, Belako o Hinds supusieron un modelo a seguir”, comentan.

Cuando les preguntan o cuando se plantean qué es el éxito, para ellas el mayor logro es seguir adelante después de tantos años. “Muchos proyectos que nos acompañaban han tenido que dejarlo. Nosotras estamos orgullosas de seguir aquí, y seguir motivadas”, expone Laia. También añade lo siguiente: “Hay que desestigmatizar que solo se puede hacer música para petarlo y tener grandes hits. Se pueden seguir otros caminos, también existen los nichos, no todo el mundo está en esto para ganar dinero. Nosotras hacemos música simplemente porque queremos”. Con las manos al volante y el pie en el acelerador, The Crab Apples continúan juntas en este camino, listas para volver a desviarse cuando les apetezca.

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