"Aunque pasen los años siempre se aprende algo"
EntrevistasThe Chemical Brothers

"Aunque pasen los años siempre se aprende algo"

Sergio del Amo — 15-07-2015
Fotografía — Archivo

Hace escasas semanas The Chemical Brothers volvieron a triunfar en Sónar desplegando sus mejores armas con motivo de la presentación de “Born In The Echoes”, su retorno después de que haya pasado un lustro desde “Further” y cuatro años desde la banda sonora que tejieron expresamente para el filme “Hanna”.

Pero por mucho que los célebres hermanos químicos hayan trabajado a cuatro manos en el estudio, en su actual gira hay un cambio más que llamativo: la ausencia de Ed Simons. Horas antes de su actuación como flamantes cabezas de cartel del festival barcelonés la mitad del dúo, Tom Rowlands, nos recibe en la terraza de un hotel con muchas ganas de hablar, esclarecer la sonada ausencia del que hasta ahora había sido su fiel escudero y ofrecernos las claves de estos once temas que acaban de ver la luz. Esto es lo que dio de sí la conversación tan pronto la grabadora se puso en marcha.

¿Cómo te sientes días antes de lanzar este nuevo álbum? Imagino que no es fácil ser un Chemical Brother y que la gente analice al dedillo todo lo que grabas.
Es bueno que la gente se interese en lo que haces, incluso que se enfaden. Pero con el tiempo aprendes a que esas opiniones no te importen tanto. Es un poco cliché, lo sé, pero estamos entusiasmados con estas nuevas canciones. No es un trabajo que nadie nos haya obligado a lanzar. Ya sabes, me refiero a que no había un contrato discográfico que teníamos que cumplir ni nada parecido. Estas canciones salen a la luz porque nosotros dos hemos querido y, sobre todo, porque estamos muy satisfechos de lo que hemos conseguido.

Antes de Sónar ya habéis realizado algún que otro concierto. ¿Cómo ha sido la reacción del público ante las nuevas canciones? ¿Más o menos positiva de lo que esperabas?
Ha ido muy bien. En el setlist hay unos cinco temas de “Born In The Echoes”. El público por entonces sólo había podido escuchar “Sometimes I Feel So Deserted”, el primer adelanto, pero la respuesta con las otras canciones inéditas fue más que positiva.

Desde “Further” han pasado cinco años, el mayor periodo de tiempo que han separado dos de vuestros álbumes. Obviamente, entre medio, habéis estado con otras cosas como por ejemplo la banda sonora de “Hanna”, pero no sé si de cara a “Born In The Echoes” os lo queríais tomar con algo más de tiempo de la cuenta, sin que el estrés os invadiera.
Como dices hicimos la banda sonora y también sacamos un año más tarde, en 2012, el álbum en directo “Don’t Think”, que fue como una celebración audiovisual de toda nuestra carrera. Después de todo eso algunos nos decían por qué no parábamos un poco, pero en realidad no lo hemos hecho porque este es nuestro trabajo. Seguimos haciendo música a nuestra manera; otra cosa es que no publiquemos nada. De todos modos, después de la banda sonora ya teníamos ese sentimiento de querer editar algo nuevo, pero para que eso se materialice tenemos que estar muy seguros de lo que queremos hacer, disponer de todo el tiempo posible para poder experimentar sin presión y probar cosas nuevas. Ese es el motivo por el que hemos tardado un lustro en editar un nuevo largo de estudio.

¿Qué ocurre en realidad con tu compañero Ed Simons? Ha estado involucrado en el álbum, aunque no participa en la actual gira.
Es muy rara esta situación después de más de 20 años juntos, pero Ed en estos momentos, y durante cuatro años, está inmerso escribiendo e investigando como académico. Ahora está en un momento crucial de sus estudios y le resulta imposible poder compaginar sus labores académicas con la gira. Su ausencia únicamente será durante este tramo veraniego de la gira, así que cuando sus obligaciones se lo permitan volverá, sin duda. Lógicamente, le echo de menos. Más que para él, que lo es, sobre todo es duro para las personas que como yo que tienen que seguir adelante sin su presencia. Sin embargo, no estoy solo porque en estas fechas me acompaña sobre el escenario alguien de total confianza, Adam Smith, el encargado durante estos veinte años de toda nuestra vertiente visual en los directos. Es muy natural trabajar con alguien como él porque es de los pocos que conoce a la perfección todo nuestro trabajo. Pero como te digo no hay nada que temer, ya que una vez pase el verano Ed volverá mejor que nunca.

Cuando lanzasteis “Further” recuerdo una entrevista vuestra en la que decíais que aquellas canciones pretendían reflejar cómo es una de vuestras sesiones. ¿Cuál es la premisa de la que parte “Born In The Echoes”?
Es una reacción a ‘Further’ porque en ese álbum no había colaboraciones vocales, tenía un aire conceptual y hasta incluía un tema de casi doce minutos. Recuerdo que esa fue la última vez que vinimos a Sónar y que fue algo extraño porque prácticamente tocamos el disco entero sin que el público hubiese tenido la oportunidad de escucharlo previamente, ya que salía a la venta días después de nuestra actuación. Fue una idea bastante loca la verdad, divertido para nosotros, pero también entiendo que algo desconcertante para nuestros seguidores. En “Born In The Echoes” queríamos hacer algo diferente. Sin ir más lejos, volver a trabajar con muchos cantantes en el estudio porque es algo que nos encanta y que ya echábamos de menos.

Escuchando el largo la primera impresión que tuve es que parte desde una perspectiva claramente pop y accesible, y a medida que pasan los minutos sí que se percibe un aura mucho más experimental. No sé si desde un principio, antes de meteros en el estudio, querías marcar esa dualidad entre los singles claramente potenciales y esa otra careta más rara en la que también os mostráis tan cómodos.
No es algo premeditado, ni mucho menos, surge de una forma más natural de lo que parece. Nos gusta combinar ambas facetas. Lo que más me gusta de estos nuevos temas es cómo suenan de potentes los bajos y las baterías, que es algo que nos gusta explotar cuando estamos haciendo una sesión como Dj’s. No hemos querido seguir ninguna tendencia electrónica actual. Desde un principio queríamos guiarnos por nuestro instinto, que todo fluyera de una forma más natural y menos premeditada. Cuando empezamos a hacer música no teníamos más alternativa que hacer lo que en ese momento dado éramos capaces, no podíamos escoger qué hacer porque sólo sabíamos hacer una cosa, no teníamos la experiencia de ahora.

¿Seguís aprendiendo muchas cosas aún hoy en día teniendo en cuenta el carrerón que arrastráis?
Sin duda, aunque pasen los años siempre se aprende algo. Para este disco en concreto hemos querido empezar de cero en cierta manera, aprender a no aprender. Hay muchos músicos brillantes técnicamente que resultan muy aburridos, por lo que en ‘Born In The Echoes’ hemos hecho aquello que nos hace sentir felices. Sé que puede sonar muy naíf, pero va muy bien no pensar tanto las cosas. No hay que tenerlo todo tan calculado. Probar cosas nuevas, aunque suenen caóticas en un principio, es mucho más provechoso que seguir una hoja de ruta marcada. Sonar raro y abstracto es muy fácil, lo difícil de esto es que detrás de todo ello haya un sentimiento y un porqué.

¿Qué canción de “Born In The Echoes” habéis disfrutado más desarrollando en el estudio?
Es difícil contestar esta pregunta, pero si tuviera que escoger diría “I’ll See You There”. Tardamos mucho en hacerla y cuando estuvo acabada no recordamos cómo salió; lo que nos importó fue que sonaba fantástica. Es uno de los temas que mejor están funcionando en la gira, y eso siempre es una buena señal.

Puestos a escoger, “Reflexion” a mí me encantó desde la primera vez que la oí. Pienso que es un hit clarísimo, pero no sé si vosotros detectáis tan fácilmente aquellos temas que tienen potencial, por ejemplo, como futuros singles.
Es algo que pensamos al final de todo, cuando el disco está ya acabado. Artistas como Katy Perry desde un principio sí que tienen más o menos claro qué canciones pueden funcionar con una buena promoción detrás, pero nosotros no funcionamos así. Afortunadamente, somos libres de no tener qué pensar así sobre todo aquello que hacemos. Cuando el disco está acabado uno va a la compañía y ahí sí que hay gente que se lo escucha teniendo en cuenta ese tipo de aspectos comerciales. Otra cosa es que cuando actuamos en directo o pinchando sí que podemos apreciar si lo que está sonando conecta con el público o no, pero si te obsesionas con ello puedes cometer el error de equivocarte por mucho potencial que a primera tú veas en un tema concreto.

A pesar de ese margen de error, ¿soléis acertar cuando pensáis de antemano que una canción va a conectar con la gente, u os lleváis demasiadas sorpresas?
Ha habido de todo. Aún recuerdo la primera vez que sonó “Galvanize”. Hubo gente que al escucharla nos dijo que sonaba muy rara y más lenta de lo normal, y sorprendentemente fue un éxito. En una radio británica nos dijeron, incluso, que teníamos que preparar una versión más corta para que la pudieran radiar, algo a lo que obviamente nos negamos porque la canción desde un principio era así y no había ningún motivo de peso para quitarle unos segundos.

Volviendo al nuevo disco, está plagado de invitados como St. Vincent, Beck, Cate Le Bon o Q-Tip, con el que habéis vuelto a trabajar después de “Galvanize”. ¿Cómo escogéis los featurings? ¿Desde qué empezáis a componer tenéis una vaga idea en la cabeza de quién sería perfecto para fichar como vocalista?
Toda la gente que participa en este disco son artistas que nos gustan muchísimo y respetamos, personas que ya de por sí hacen cosas especiales. Por ejemplo Beck, que es alguien que ha estado en mi vida durante todo este tiempo y con el que ha sido muy natural trabajar; o St. Vincent, que canta en “Under Neon Lights”, un tema del que hemos querido escapar del camino fácil que muchos se hubieran esperado que hubiéramos hecho con ella. Y lo de volver a llamar a Q-Tip para “Go” ni mucho menos fue para intentar repetir el éxito de “Galvanize”, más que nada porque es una canción que no tiene nada que ver con la otra. Fuimos a Nueva York con las base de “Go” bastante perfilada y entonces él se puso a improvisar unas rimas y nos quedamos con la boca abierta. Artistas como Q-Tip son un sueño para nosotros porque son talentosos y lo hacen tan bien que, en realidad, nos facilitan mucho el trabajo.

¿Hay algún cantante que os dijera que no podía participar porque su agenda no se lo permitía o alegando otra excusa?
Hubo un par de canciones en las que empezamos a trabajar pero no las acabamos del todo. En todas nuestras colaboraciones establecemos unos lazos, una relación con los cantantes. No somos de hacer el típico disco de pop plagado de colaboraciones sin ton ni son.

Esto último se le podría decir a Giorgio Moroder…
Giorgio llegados a este punto puede hacer lo que quiera. Aún no he podido escuchar su último disco, pero imagino que fue su sello el que le recomendó con quién debía trabajar. Él es alguien de vital importancia en la historia de la música, así que lo importante de todo ello es que ha decidido volver, independientemente de que guste más o menos lo que ha hecho. Qué haga lo quiera, él puede y se lo ha ganado a pulso.

Michel Gondry, con el que ya habíais trabajado con anterioridad, se ha encargado de dirigir el vídeo de “Go”. Él ya no está muy por la labor de seguir filmando videoclips desde que se reinventó como cineasta. ¿Resultó difícil que aceptara?
Tenemos una gran relación y, tan pronto tuvimos la canción acabada, le llamé. Él tiene alma de batería, así que entiende muy bien cómo debe sonar un buen ritmo y una línea de bajo. Semanas después de pasarle el tema volví a llamarle y ya había pensado un concepto para el vídeo. Me contó esa idea de esas mujeres paseándose por París, y yo solo podía decirle sí a todo. Michel hace películas que me llegan mucho, es un director increíble. Esta última colaboración se basó sobre todo en la confianza que nosotros le tenemos a él. Cuando te dice que tiene una idea tienes que creer en él. Da igual que haya gente que le ame o le odie, él es diferente y eso es lo importante. Alguien al ver el videoclip nos dijo porque había tantos cortes en la edición. ¿Qué puedes contestar a eso? Es una decisión artística, sin más, y como tal hay que respetarla. Todo tiene un porqué y un sentido en cualquier manifestación artística, sea cual sea.

Echando la vista atrás, ¿si pudieses cambiar algo de tus trabajos anteriores lo harías?
No, para nada. Cada disco refleja un momento. Anteriormente sí que quizás estábamos obsesionados en hacer álbumes que fuesen perfectos, pero ya no nos importa. Eso es algo que con los años también hemos aprendido. La perfección es aburrida. Sólo buscamos que aquello que ofrecemos tenga sentido y nos llene a nosotros. Esa es nuestra satisfacción.

¿Si cotilleara tu mp3 con qué me encontraría?
Pues la verdad es que con muchas cosas. No sé, por ejemplo Paranoid London, que ha hecho un disco que me ha gustado mucho, o Ron Hardy, que ha sido una gran influencia para este disco.

Una vez acabes la gira que ahora mismo te tiene ocupado, ¿tienes algún nuevo proyecto ya en mente?
Siempre hay algo, pero con este disco he sacado afuera todo lo que quería. En ese sentido ha sido muy liberador. Después de estos años encerrado en el estudio me apetece disfrutar del sol.

¿Qué esperas de lo que queda de año tanto musical como personalmente?
No espero mucho en realidad porque después te puedes llevar una decepción mayúscula. Cuando tienes algo en mente hazlo y después pasa a otra cosa. Por lo pronto, estos meses estaré ocupado con los conciertos que tenemos programados y, una vez acabe, ya podré sacar papel y lápiz y hacer tranquilamente una lista con mis futuros nuevos propósitos.

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