“¿En serio has bailado con ´There Is No Ending´? Eso es muy bonito, porque probablemente uno de los objetivos de hacer un disco así es que la actitud de nuestros seguidores también cambiara”. Hablamos del tema que cierra el último disco de Arab Strap, “The Last Romance”, que reúne diez canciones concisas y directas, más cercanas al pop que al slowcore característico de los orígenes del dúo escocés. Las gélidas notas con cajas de ritmos han sido sustituidas por arreglos preciosistas de cuerdas; la austeridad por melodías amables. ¿Qué es lo que pasa aquí? “Sí, bueno, pero es que no puedes sentirte miserable toda la vida, queríamos hacer un disco brillante, arriesgado”. ¿Pero por cambiar o para subrayar que simplemente ahora sois más felices que antes? “Ambas cosas. En ´Monday At The Hug And Pint´ (Chemikal Underground/Everlasting, 03) ya estábamos encaminados a algo así y, bueno, yo ya no soy el tipo testarudo del principio, no sé, no entiendo por qué un grupo como Arab Strap tiene que ser siempre fiel a un mismo patrón musical. Si los músicos cambian, su música también debe hacerlo con ellos para que siga siendo sincera”.
"Me encantaría haber vendido o vender millones de discos, eso me haría feliz" |
Uno de los cambios más evidentes en la carrera de Arab Strap está en la electrónica. Cuando esta palabra sólo se relacionaba con experimentación o baile, ellos comenzaron a tratarla de forma doméstica. Ahora eso es algo imprescindible para entender a bandas como CocoRosie o The Postal Service. “Es cierto que antes nos gustaba jugar más con la electrónica, pero justo antes de este disco me compré cuatro cajas de ritmos antiguas y al intentar meterlas en él no había espacio ni lugar. En ´The Last Romance´ lo que he querido sobre todo es probar diferentes instrumentos, más allá de la electrónica”. Jugar. Jugar al escondite. Jugar en la cama con un/a desconocido/a. Jugar a decir “te quiero” delante de un espejo pronunciando el nombre de un disco de Arab Strap, “Elephant Shoe” (Chemikal Underground/Everlasting, 00). “Sí, me gustan esas cosas, pero en ´The Last Romance´ lo que hay son unos sonidos en concreto que mi hermano va a reconocer seguro”. Tributos ocultos y sábanas abiertas. “Yo nunca hablo con mis amigos ni de los discos ni de las letras. Eso seguro que lo hacen ellos a mis espaldas (risas). Usar juegos en mis discos es devolverles el favor por permitirme hablar sobre ellos en mis letras”. Favores en forma de canciones y sexo con tus amigos. “¿Pero por qué no puedes tener sexo con tus amigos? Lo más importante de todas las relaciones, ya sean de pareja, de amistad o con la familia, es estar a gusto”. Y vosotros, a pesar de estarlo con vuestra música y de tener una carrera larga y extensa, seguís siendo casi tan desconocidos como al principio. No como unos paisanos vuestros, Franz Ferdinand. “Cada cinco o seis años sale de Escocia una de esas mierdas musicales que acaban siendo muy famosas. ¿Y sabes lo que te digo? Que me encantaría haber vendido o vender millones de discos, eso me haría feliz. Y toda la gente que dice lo contrario, te está mintiendo”. Quizás este disco sea la puerta de la fama, no sé, esperanza siempre tiene que haber. Sin embargo, ¿no te haría sentir raro que mucha gente conociera Arab Strap por este disco, tan alejado de vuestros parámetros iniciales? “No me importaría. Los grupos son lo que son en el ahora, yo apenas escucho nuestros discos anteriores. Lo bueno que tiene ´The Last Romance´ es que acaba bien y empieza mal, por eso quizás todo el mundo lo ve tan alegre, pero si lo miras al revés, si le das la vuelta y empiezas a escucharlo por el final, te acabará pareciendo un disco muy triste”. Aidan, pensé que realmente habíais cambiado, pero todo sigue igual.
es una banda increíble, vendan milones de discos ,o no, son geniales.