“Lo más relevante para empezar creo que ha sido el hecho de ir ensayando desde hace un año sin la presión de tener que actualizar redes sociales o sacar un adelanto. Ha sido como volver a conectarse con lo que significa para nosotras tener un grupo”, cuenta Soler, un avezado compositor y guitarrista al que hemos podido ver encima del escenario con Els Pets, Bullitt, Joana Serrat y Copa Lotus, entre muchos otros.
Si retransmites en redes sociales cada paso que das, cada ensayo, dejas poco margen para lo inesperado. En este sentido, esta banda afincada en Barcelona consiguió noquearnos al presentarse súbitamente y lanzar en cuestión de días “Acte de presència”, un disco de punk rock emotivo en catalán que arranca con una canción fiel al libro de estilo de los maestros Berri Txarrak. “Les vi por primera vez en Gràcia cuando aún eran cuatro y yo seguramente iba a segundo de la ESO. Le tuve que dar la turra a mi padre hasta que me llevó a verlos... Quiero decir que he crecido con esto y es una influencia que ya llevas en el ADN. Juntamente con No More Lies o infinidad de grupos que han formado parte de tu vida por algo más que sus discos”, aclara el guitarrista y compositor principal.
"No creo que la técnica sea algo importante en este tipo de grupos. Al menos no tanto como la confianza en tus compañeras"
La propia formación, sus integrantes, llama la atención. Y es que le acompañaron en la composición y grabación de este disco de presentación otros dos grandes músicos como Victor Garcia, batería y reputado ingeniero en Ultramarinos Costa Brava, y Sofi Martori, también técnico de sonido y bajista de Mendra. ¿Podemos hablar de un “dream team” de la escena alternativa catalana? “En absoluto, no creo que la técnica sea algo importante en este tipo de grupos. Al menos no tanto como la confianza en tus compañeras a la hora de tocar y exponer ideas, y de eso vamos servidas”, afirma el guitarrista, que en este disco también se marca unos cuantos puntos de la escuela midwest emo, como en “Lisboa” y “L’eix del mal”, por citar un par. “Mi intención cuando escribo riffs emo es que suenen a Johnny Marr de los Smiths, pero supongo que la cabra tira al monte”, bromea.
Más allá de los parecidos razonables, la banda avanza sin unas coordenadas preestablecidas o referentes sonoros claros. “Hace tiempo que no pensamos en otros grupos cuando escribimos canciones. Intentamos inspirarnos sobretodo en nuestras amistades y en su forma de ser parte de la escena”, aclara el también productor del disco. “Grabarse a uno mismo no es muy distinto de grabar a otra gente, quizá es algo más aburrido a ratos. Pero, en serio, en un primer disco, en el que nadie sabe cómo va a sonar y todo el mundo está dando palos de ciego -continúa Vidal-, ya teníamos suficiente marrón como para pagar unas orejas externas que dieran más palos de ciego todavía”.
“Acte de Presència” fue grabado en directo en los estudios El Colmado, en Barcelona, sin grandes artificios, pensando en la filosofía de trabajo del malogrado Steve Albini: “Su muerte nos pilló a medio disco y fue casi una revelación. Probamos de grabar algunas cosas en directo, sin auriculares ni metrónomo y creo que cuando volvamos a grabar solo lo haremos de esta forma. Definitivamente estar tocando con tus compañeras y salir de la habitación para escuchar la toma te conecta mucho más con la música que estar repitiendo tomas en el control pendiente de una pantalla”.
El disco balancea líricamente entre las piezas más emotivas y costumbristas y las abiertamente reivindicativas. En el primer grupo destaca ‘Kaurismäki’, un guiño a los personajes decadentes de las películas del director finlandés con dedicatoria escondida. “Esta canción es una carta de amor encubierta a Roger Pelàez (Budellam, Zombi Pujol...), a quien llevo ya como cinco años acompañando a la guitarra en un delirante show que hacemos mensualmente en el Antic Teatre de Barcelona. Está como un cencerro pero es listísimo intelectual y emocionalmente. También me introdujo al cine de Kaurismäki (la letra esta basada en "Contraté un asesino a sueldo") y a Dorothy Parker”.
Entre los cortes más agresivos encontramos la durísima “DHP”, inspirada en el policía que se infiltro en movimientos sociales y abusó de varias activistas, y “Rosario Endrinal”, la mujer quemada salvajemente en un cajero de la capital catalana por una pandilla de jóvenes ultraviolentos en 2025. “El caso de Rosario Endrinal me obsesionó durante mucho tiempo por ser incapaz de procesar tanta crueldad. Cuando vine a vivir a Barcelona yo no había visto en mi vida un pijo de Pedralbes y mi amiga y entonces pareja Júlia me dijo que eran gente peligrosa. Hasta que no lo vi con mis propios ojos no lo entendí. Me parece horrible que a alguien se le eduque para pensar que es mejor que otro por tener más dinero, ¡qué absurdidad!”.
Solo unas semanas después de la publicación del disco, Victor Garcia abandonó el barco de forma totalmente amistosa y la banda anunció su recambio, Guillem Marín (Paüra, Green Buds, Crack del 29). “Victor ha sido una parte muy importante para la evolución del grupo, pero las tres sabíamos que el tiempo que le exige su trabajo acabaría siendo incompatible con el ritmo de ensayos que nos estamos imponiendo. Por eso ha preferido dejarlo antes de que pudiera ser un problema y lo entendemos perfectamente”, aclara Vidal. “Guillem también es técnico de sonido, así que cumple todos los requisitos para subir a bordo (risas)”.
¿La idea es tocar mucho o lo que salga y apetezca? “Realmente no hay ningún plan”, asegura Vidal, quien se muestra curioso "por ver cómo evoluciona todo esto, pero sin prisas y sobre todo sin pretensiones”.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.