Surf Love Songs
EntrevistasAirbag

Surf Love Songs

Redacción — 19-05-2008
Fotografía — Archivo

Punk rock, power pop, playas y surf, canciones de los cincuenta, chicas, pelis de terror y comics de superhéroes. El inconfundible imaginario freak de los malagueños me asalta. Pero, un momento, algo ha cambiado. “Alto Disco” (Wild Punk Records) es un disco más maduro, más pausado e incluso mucho más sentimental. ¿El disco de amor de Airbag?

En televisión hablan de las primeras, tímidas incursiones de bañistas en la playa. Aunque en Madrid llueve y por las noches todavía hace frío, imagino que en Málaga la cosa será bien distinta. El clima amable del sur, la idea de instalarse allí y no dar un palo al agua. Escuchar las canciones de Airbag. Surfear. No sé, ese tipo de cosas.

"Es absurdo creerse que todo está igual que en 1998, asumimos eso y tratamos de llevarlo lo mejor posible"

En fin, basta de divagar. Es hora de hablar de “Alto Disco”, el cuarto trabajo de Airbag, un disco atractivo, menos punk (“Ahora nos salen canciones algo mas en plan medios tiempos quizás, aunque sigue habiendo de todo”) y en el que, además, todas las canciones hablan de problemas reales, problemas en relaciones con amigos o (sobre todo) con chicas, trastornos emocionales en los que entran los celos, el desamor, la rabia y el entusiasmo pasajero. Cero escapismo. Toda una sorpresa. “Es cierto que este disco incide más en el tema ‘chicas’ aunque ese es un tema constante en toda nuestra carrera. Supongo que es algo con el que todo el mundo se identifica. A todos nos han dado algún palo alguna vez y son emociones fuertes que quedan marcadas en cada uno, hablar sobre ello y oír canciones sobre ello resulta cercano, normal y a veces hasta terapéutico. A la gente le encanta sentirse identificado con una canción, en muchos casos es lo que provoca que te emocione, Yo creo que la temática del disco sigue siendo Airbag cien por cien, aunque puede que desde un punto de vista algo diferente a algunas canciones del principio, pero es que han pasado diez años. Algo tiene que cambiar en tanto tiempo”. Diez años, uff. Lejanos quedan ya los primeros conciertos, la edición de “Mondo Cretino”, el disco de inspiración ramoniano con el que debutaron, su (breve) salto a El Ejército Rojo de Los Planetas y el regreso a Wild Punk, su sello de toda la vida. En estos años han madurado, han ido aceptando más y más influencias (son voraces devoradores de música) y han acumulado una estimable reputación de banda en directo, que se ve recompensada con llenos en sus conciertos (“No lo esperábamos para nada, hemos ido aceptando las cosas tal y como han ido llegando, de una manera natural y con los pies muy en el suelo siempre, pero vamos, tampoco llenamos pabellones ni nada por el estilo, ¿eh?”). Ahora esa madurez se nota en sus canciones, en sus nuevas letras, en la manera de tomarse las cosas. “Es inevitable sentirse con más años, porque los tienes, es absurdo creerse que todo está igual que en 1998, asumimos eso y tratamos de llevarlo lo mejor posible. Supongo que habremos madurado algo, pero no sé, sólo hacemos lo que nos apetece y lo que nos pide el cuerpo. Somos bastante responsables y nos tomamos la música bastante en serio, pero eso ha sido desde siempre, no ahora”. Disco casi confesional, como un diario, lleno de rabiosas canciones de desamor (“Spoiler”, “Tus rechazos golpean dos veces”, “La estrella invitada”) de medios tiempos guitarreros (“En el Primavera”, ambientada en el backstage del Primavera Sound, o la genial “Ahí viene la decepción”) en “Alto Disco” las letras son más cercanas que nunca, tanto que parecen todas reales, surgidas más de la experiencia (“Siempre hay algo de realidad y algo de ficción, depende. A veces es mezcla de las dos cosas, a veces es algo que te ha sucedido a ti o a alguien de tu alrededor, pocas veces es ficción al cien por cien”), que de la imaginación. Tratar el dolor tonto de la vida, las miserias de una existencia normal, con humor, ha sido siempre la clave de sus textos. Y entre todas estas canciones estupendas, “Comics y posters”, el single total de Airbag, su mejor canción. “Puede que sea una de las mejores, aunque no sé si la mejor. Enseguida nos damos cuenta cuando tenemos entre manos una canción buena, y esta recuerdo que fue empezar a ensayarla y ya sabíamos que era muy buena, sonaba potente, aunque yo creo que las hay mejores, supongo que ahí entrará ya los gustos de cada uno…”. Es hora de cerrar. Me caen bien Airbag. Son simpáticos, educados, sufren por las chicas, tienen sentido del humor y les gustan los comics. Su power pop, entretenido, contundente, divertido y accesible, debería ser tremendamente popular. Pero no puede ser. Habrá que esperar para dedicarse por completo a la música. Que pena. Al menos, disfrutan del sol de Málaga. “Los tres tenemos nuestra vida enfocada a la música, es como nuestro segundo oficio. Tenemos un trabajo que nos permite el tiempo que necesitamos para hacer música, es decir, horarios flexibles, jornadas partidas o propia organización de horarios... todo enfocado a hacer lo que realmente nos gusta, que es tocar y grabar. A veces tienes que hacer malabares, pero hasta ahora hemos podido hacerlo. Es cierto que no podemos estar centrados siempre en la música y no creo que podamos vivir de ella solamente a estas alturas. Es nuestro sueño, pero es muy complicado. Hay que tener los pies en el suelo, pero bueno, ahora mismo podemos sentirnos afortunados y orgullosos de lo que estamos haciendo”.

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