Me imagino que, para un artista, no hay mejor manera de empezar año que sacando disco. ¿Cuánto tiempo llevabas trabajando en “Cómo no hacer un trío”?
Pues han sido más de dos años dándole vueltas al disco en sí. Las ideas salieron rápido, pero pulirlo y que quedará como yo quería ha sido un proceso largo y tedioso. Para mí, sacarlo ha sido quitarme un peso importante de encima pues es un álbum muy simbólico.
Un disco muy personal, podría decirse el más personal que has hecho. ¿Es así?
Sí, el disco narra todo mi estado emocional durante un proceso de divorcio de mi anterior pareja. Fue tremendamente doloroso y se mezclaron muchas emociones contradictorias como el amor, la culpa, el deseo y una sensación de no estar nunca presente. He intentado trazar un arco que representara todo ese proceso y, así, narrar ese camino. Desde luego el Chen que lo empezó no es el Chen de ahora, y eso siempre es bonito.
"La conexión entre seres humanos es la última función del arte, a mi parecer, y siempre tengo eso presente a la hora de hacer canciones".
Sin dejar de lado el título, muy cañero. Una manera de decir que “así no se hacen las cosas”. ¿Es, en cierto modo, la idea que quieres mandar con este álbum?
Bueno, sí y no. En el disco hay mucho arrepentimiento, pero también hay mucha catarsis y mucho aprender de los errores. Lo peor siempre es la culpa, que es un sentimiento no productivo que no lleva a nada bueno para el individuo. Saber salir de ahí y convertir eso en responsabilidad para mí ha sido un paso gigantesco a la madurez. En este disco transito ese paso de niño a adulto. De sentirme víctima de mi vida a tomar conciencia de que soy responsable y estoy en el lugar en el que quiero estar.
No sé si también tenía esa connotación sexual de hacer un trío.
Sí, la verdad es que sí. Aunque mis vivencias de estos últimos años más que a tríos, han ido más enfocadas a interesarme por saber sobre otros tipos de relaciones. Salir de la monogamia y enfrentarme a todo lo que eso supone.
“Cómo no hacer un trío” acaba con “Meditación metta del amor incondicional” con Emotional G. ¿Te ha ayudado todo este mundo a ser el Sr. Chen productor, cantante y, sobre todo, persona actual?
A mí la meditación me ha salvado la vida. Hace unos años, por la pérdida de un buen amigo mi ansiedad se fue de madre y se convirtió en un TOC del tipo obsesivo puro. En resumen, mi cabeza me bombardeaba constantemente con ideas horribles. La meditación y, por consiguiente, el abrirme a un camino espiritual, me ayudó mucho durante el camino. No soy exactamente “creyente” o religioso, aunque he encontrado grandes verdades que me han ayudado mucho en el budismo y el taoísmo.
Hay una idea que repites como un leitmotiv en el álbum: “Mi padre me dijo mejor nunca te enamores” en “Ai Dolores”; “Yo no sé si enamorarme” en “Tabú”. Otra vez, ese acercamiento entre el niño y los sentimientos.
Totalmente, en el disco hay mucho de conectar con ese niño y con la contradicción energética que somos todos los seres humanos. Expresarlo mediante la idea de “madre” y “padre” me ayudaba mucho a explicar esas dos energías e influencias que se llevan dentro. En mi caso representaban una gran contradicción interna. La energía “padre” de individualidad, libertad y aventura y la energía “madre” de colectivo, casa y cura.
¿Cómo te salieron las letras para este disco? ¿Fue gracias al confinamiento que encontraste ese espacio de auto reflexión?
Todas las letras son previas al confinamiento y las escribí intentando no tener muy en cuenta al oyente, es decir, no cuartándome de lo que iba a decir pues era más un proceso de autocuración. Escribiendo conecto con algo que yo, siendo muy mental y usando la lógica para muchas cosas, me es difícil. Ese algo es mi intuición y muchas veces encuentro mensajes que esa intuición me está intentando decir en mis canciones.
"Toda la gente que está en el disco es gente que me acompañó durante el proceso de duelo y transformación".
¿Crees que todas las canciones son fruto de experiencias pasadas? ¿Un artista es lo que deja atrás?
Yo necesito escribir de lo que siento, quizás no en ese momento, pero sí de lo que he sentido porque si no siento sé que no estoy siendo real con lo que digo. Al final, es un poco hacer de periodista de uno mismo y documentar todas las cosas que han pasado aquí dentro para poder llegar al resto. La conexión entre seres humanos es la última función del arte, a mi parecer, y siempre tengo eso presente a la hora de hacer canciones.
Mirando un poco tus videos. Todos ellos muy peculiares. Las imágenes teñidas de recuerdos de la infancia, tanto la portada (con los tres niños en bata) como en las imágenes de “República”. ¿Qué quieres mostrar con todas esas referencias? ¿O, simplemente te apetecía ponerlo y ya está?
La figura del niño es muy fundamental en este disco porque si bien es un disco de conectar con el adulto, es muy importante no matar al niño. Siempre nos han contado que adulto y niño son etapas en la vida y yo lo veo más como un acompañamiento. Dentro mío ha ido creciendo y preparándose un adulto que ahora puede acompañar a ese niño que sigue en mí y que me da tantas alegrías.
En las canciones de este último disco tiendes cada vez más a la sintetización en las formas, pero aún dejas un toque de Sr. Chen. ¿Por qué esta simpleza rica? Valga el oxímoron.
Que bien que te transmita eso porque para mí ahora mismo es fundamental. Siempre he sido un artista “pomposo”, es decir, me ha gustado añadir capas y capas de sonido muchas veces para “tapar” inseguridades o material que me parecía mediocre. Ahora estoy intentando simplificar y muchas de estas canciones no tienen más de cuatro o cinco pistas. Si puedo conseguir emocionar con pocos elementos, es que estoy haciendo bien mi trabajo. Creo que el camino del artista siempre es hacia la abstracción y decir “¿si quito esto, sigo siendo yo?”.
Llevas ya quince años dentro de la escena musical, como productor y a la vez como cantante en solitario. ¿Qué Sr. Chen te gusta más?
Me va mucho por épocas y necesito de las dos partes. Aunque, ahora mismo, por primera vez me siento muy cómodo con Sr. Chen como cantante. Al final, me gustaría que no se diferenciaran tanto él uno del otro y que se viera al Chen productor al igual que al Chen artista. Es algo que todes les productores que conozco batallan con ello porque se nos tiende a invisibilizar mucho y, al final, somos los responsables de una parte muy importante de la canción.
"Estoy muy feliz con las colaboraciones de este disco porque saben lo que ha significado el tránsito de ese divorcio y, al final, son mis amigos y nos hemos curado haciendo música".
Se podría decir que “Cómo no hacer un trío” es tu trabajo más reflexivo e íntimo, pero a su misma vez, también es cierto que está lleno de participaciones.
Toda la gente que está en el disco es gente que me acompañó durante el proceso de duelo y transformación. No hay ni una sola colaboración “estratégica” para ganar seguidores o visibilidad en otros nichos, no era el momento para hacer un disco así. Estoy muy feliz con las colaboraciones de este disco porque saben lo que ha significado el tránsito de ese divorcio y, al final, son mis amigos y nos hemos curado haciendo música.
Hasta encontramos “NO”. Una canción que no cantas y dejas en manos de Yudi Sanit X… ¿Hay alguna razón por la que no pudieras poner la voz?
Yo no lo habría hecho mejor, Yudi me enseñó esa canción y me explotó la cabeza. La sencillez con la expresa una idea tan compleja como el “no estoy listo para querer” es apabullante. Cuando la escuché le dije si me cedía para el disco pues servía mucho como interludio que te da distancia y te prepara para lo que va a llegar (que básicamente es salir del éxtasis del amor y entrar en la culpa). Yudi es una artista que está empezando y que a mí me flipa, solo espero cosas grandiosas de ella.
En la canción “2080” del disco de Lildami, dice: “I el Chen ha produït el nou àlbum del fill de Kanye West”. No sé si este es el futuro que quieres. ¿Cómo te ves de aquí unos años? ¿Cómo crees que habrá cambiado todo esto de la música y los nuevos sonidos?
A ver, colaborar con Kanye es lo que quiero, es uno de mis máximos referentes en lo que a lo musical. De aquí unos años me veo fuerte como Sr. Chen, me veo girando con mi música y creando mi propia plataforma. En cuanto a cómo estará la música, me gusta pensar que más libre que nunca, que el género ya no será un problema y si me apetece sacar un disco de bebop pues lo sacaré. Joder, molaría mucho un disco de bebop de Sr.Chen.
¿Cómo ha golpeado el mundo musical esta pandemia? ¿Y a nivel personal?
Pues ha sido una catástrofe y una bendición. A nivel industria, estamos fatal, con Dami se nos han caído casi muchos bolos y eso tiene un impacto no solo económico, sino que nos afecta como personas y nos crea inseguridades sobre nuestro futuro como artistas. A mí me ha ayudado a poder estar más conmigo mismo, verme y empezar a quererme y respetarme por lo que soy, así que, de nuevo, pura contradicción.
Por último, me gustaría saber cómo afrontas este año 2021 tan triste de conciertos, ¿podremos ver a Sr. Chen subido a un escenario?
¡Si! Ya estamos cerrando cositas para poder llevar “4ever Domingo” y “Cómo no hacer un trío” en directo y, claramente tengo ganas de hacer conciertos con mucha gente sobre el escenario. Aparte, con mi buen amigo Dami ya tenemos bastantes fechas para enseñar “Viatge en espiral”. Lo vais a flipar, tenemos un team muy bonito y eso se nota sobre el escenario.
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