“El contenido real deja un legado, llega a la gente de verdad”
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“El contenido real deja un legado, llega a la gente de verdad”

Jon Bilbao — 05-11-2024

El quinteto vizcaíno Sotomonte lanza, tres años después de su debut, un segundo álbum (“Decadence & Renaissance”, autoeditado) que incursiona aún más en el rock progresivo y no deja indiferente con un cuidado balance entre dureza y sentimiento, entre reconocimiento y transformación.

La presentación del disco será el sábado 9 de noviembre en la primera jornada del MAZ Basauri, junto a Cala Vento y Lisabo.

En nuestra entrevista por tu álbum de debut, hace unos tres años, comentaste que en un principio Sotomonte era un proyecto puntual, con idea de grabar un disco, tu disco en solitario, aunque ya comentabas que te seguían saliendo canciones en ese momento, así que no te cerrabas a que el proyecto pudiera tener continuación discográfica. Y aquí está el segundo: ¿has podido incluir en él todo o casi todo lo que querías o has tenido que seleccionar y dejar ideas o canciones fuera?
Alguna canción fuera sí se ha quedado, pero bueno, ahí están para el siguiente disco, espero sacar un tercero. Sí, le he cogido gusto a esto de componer. Como el primero fue muy bien me he animado a hacer un segundo ya con el apoyo de toda la banda.

Tanto el debut como este llevan títulos que hacen referencia a la lucha: tu nuevo álbum se titula, traducido, “decadencia y renacimiento”, aparte de la portada, que lleva un dibujo de batalla. ¿te parece que como en la vida también en el arte se está luchando constantemente?
Por ciclos quizás. Creo que salimos de una decadencia y viene un renacimiento.

Para “From Prayer to the Battlefield” (aunque luego formaste tu banda para el directo), en el disco grabasteis casi todos los instrumentos el productor Iñigo Bregel y tú, además de contar con varias colaboraciones musicales. Ahora me parece que ya tienes tu banda fija, con quienes grabaste y que te acompañan durante los conciertos. ¿Podrías presentarnos a los otros cuatro músicos de Sotomonte y sus otros proyectos?
En esta ocasión también ha estado Iñigo Bregel metiendo instrumentación. Por logística, parte de la grabación la hemos hecho en Madrid, la otra parte en Cantabria. Y desde luego ahí ha estado toda la banda: empezando por Miguel Moral, guitarras y voces (The Renegados, Highlights), Xabiel Babiola, guitarras y voces (Mandrágora), a los teclados Alberto Trigueros, nuestro Trigo (de distintos proyectos de jazz), y a la batería Unai G. de Cortázar (Container).

En el momento de publicar el debut de Sotomonte tú mismo acuñaste el término “folk duro” para definir tu música. ¿Definirías también así este nuevo conjunto de canciones? ¿sigues componiendo con guitarra acústica?
Sí, siempre con guitarra acústica. Bueno, hay una canción que la hice con el teclado. No sé tocar el teclado pero hay un tema que hice con él, que es “My Cross to Bear”. El resto desde luego sí, siempre con la acústica, y ahora ha caído en mis manos una doce cuerdas. Y en cuanto al estilo, esta vez me he fijado quizá más en la música clásica y en bandas sonoras, y aparte, por supuesto está el componente folk. Yo diría que todo lo que había en el primero, ahora hay más. Todo es más grande, más épico, y más musical también. He buscado más la melodía.

Me da la sensación de que en este segundo disco predomina o destaca más el sonido de los teclados, haciendo que todo suene aún más progresivo. También me lleva por momentos a los primeros Genesis. ¿Es una banda que te mola?
No especialmente.

No he acertado ahí..
No.. (risas)
Desde luego no es una referencia para mí. No controlo mucho de Genesis tío..

Pero sí que habéis utilizado más teclados ¿no? A mí me da la sensación.
Sí, a Iñigo desde el principio le dije: quiero más teclados. Porque joe, ahí tienes tantos colores. La riqueza que te da los teclados, ya sea un melotrón, un órgano hammond o un piano… lleva la música a otro sitio. Lo acerca probablemente al progresivo.

Ya sabes que como la música también a muchos nos interesan las letras, por eso, aunque como sueles decir, estas son para que cada uno las interprete a su modo… por ejemplo el tema de apertura (que se titula “The Nothing”, “La Nada”) personalmente me hace pensar en el vacío, la nada a la que todos como sociedad estamos abocados; ese rollo de: trabaja, consume, piensa lo mínimo y déjate hipnotizar por la televisión y otras distracciones que en realidad están vacías de contenido interesante. Incluso “sé como los demás”, con eso que dices en la letra, esa expresión de “hijos clonados”. ¿Qué es la nada, en esta canción, para ti?
Originalmente me lo inspiró la nada de La historia interminable. ¿Cuándo aparecía la nada? Cuando la gente perdía la esperanza, cuando la gente no tenía sueños, cuando no había ilusión.. ahí la nada podía con todo. Eso, por supuesto lo llevo al día de hoy y, en concreto esa letra también se refiere a las redes sociales; como todo el mundo hace lo mismo, como se hacen las mismas fotos, como supuestamente es contenido, pero para mí en la mayoría de los casos es nada. No es contenido real, el contenido real crea un legado, eso desaparece hoy en día y no ha pasado nada.

“Todo es más grande, más épico, y más musical también. He buscado más la melodía”

Llegué a vuestro concierto en el exterior del BBK Legends cuando empezábais con el tema “Gambit” y me impresionó esa introducción arrolladora, esa bola sónica que indicaba que este segundo disco sería distinto. Parece que esa intro quiere como despertar al que lo escuche. ¿Dirías que en cierto modo habéis endurecido un poco vuestro sonido o es percepción mía?
Sí, no, desde luego, el disco es más rock, es más directo. Por ejemplo en esa intro me imagino el fantasma de la ópera muy enfadado, o a Drácula tocando el teclado muy enfadado. (risas). Esa canción es también una canción que nace del enfado. “Gambit” es una jugada de ajedrez en la cual sacrificas a los peones, y también creo que vemos eso mucho. La bola pasa de manos, pagan unos pero otros no. Sí, habla de estrategia.

Las letras creo que aunque critican varios aspectos de la sociedad son en el fondo positivas. Hablas de la belleza del mañana, de tener fe ciega, o en “Gambit” mismamente se habla de un nuevo modo de percibir, además de afirmar que aunque algunos se den de baja o vendan sus almas por la riqueza, otros llegarán, nuevas personas con nuevas ideas. ¿Crees que la pandemia ha sido un detonador importante para crear conciencia entre la gente sobre lo que debemos cuidar?
Sí, a eso me refiero en cuanto a que hemos olvidado las humanidades, el cuestionarse qué somos, de dónde venimos. Yo recuerdo cuando era más joven, en los noventa, que se tenía ese tipo de conversación. Hoy todo me parece un poco más plástico. El disco se llama “Decadence & Renaissance” por algo, o tiramos para la decadencia o para el renacimiento, y creo que estamos en un momento en el que va a ser uno u otro: decadencia en la cual, yo que sé, terminemos aplaudiendo a un chimpancé tocando sartenes en Wembley y lo consideremos arte…

No sería tan extraño esto que dices…
No lo sería no.. (risas)
O que haya un renacimiento cultural. Yo creo que viene un renacimiento, un resurgir de las humanidades. Así que el disco, esa parte positiva que comentas, desde luego estoy tirando por ahí. Como en “The Beauty of Tomorrow” donde hablo también sobre la responsabilidad del artista de hacerlo bonito, dejar un legado, por llegar a la gente de verdad. Eso es lo que mola ¿no? la música, la importancia de la canción.

“Little Vilma” desprende inocencia y magia; ¿sobre qué trata?
Vilma es mi perrita, una golden retriever. Ha sido una pasada meterla en casa, desde luego ha sido un antes y un después. Es una cancioncita, muy inocente, como bien dices, pero en la parte del puente me pongo más profundo. Me baso en la profundidad que hay en los animales, la empatía y el amor incondicional como capricho de la naturaleza.

“What a Game to Play” es, en cuanto a la letra, de lo más filosófico del disco, y con unas melodías que también me llevan directo al rock progresivo. ¿Como a otros de nosotros, también a ti se te hace un juego extraño de jugar? me refiero al de esta sociedad. ¿Siempre te sentiste fuera de ese juego?
No, todos estamos dentro.

Estamos, estamos dentro, pero ¿te sientes ajeno a ello?
No, este es mi juego, todos tenemos nuestro juego, desde luego la canción habla sobre la vida y la muerte. El juego como la vida y luego, Dios dirá, o no. (risas).

Cierras el álbum con “The Everything”, que contrasta con el “The Nothing” del inicio. Se trata además de un tema sin letra, en el que tarareas una bonita melodía. ¿Es tu forma de decir que lo importante, “el todo”, no se explica con palabras sino que se siente? ¿qué es esta canción para ti?
Sí, desde luego es cerrar de una manera positiva y alegre lo que es el disco. No quería cerrarlo con “What a Game to Play”, me gustaba la idea de “la nada”, y “el todo”. En realidad era una parte que quería meter dentro de “The Nothing”, pero de pronto se me ocurrió cerrarlo así, encima se queda abierta la nota. Así que si vuelves a poner el disco, entras en la nota Re, como para generar un bucle. Y por cierto, en “What a Game to Play” hay un corte abrupto al final de la canción, eso representa la muerte. Le estás dando muchas vueltas y, se acabó.

Has vuelto a grabar con Iñigo Bregel, de Los Estanques, quien produce el disco y toca algún que otro instrumento. Da la sensación de que habéis llegado a un punto en el que os entendéis perfectamente. ¿Es así?
Ya sólo con el primer disco yo aprendí un montón de Iñigo, me encanta su método. También en este segundo disco es cierto que yo venía aprendido gracias a él, así que por ejemplo no ha tenido que sacar tanto la tijera, ha traído todo más ordenadito, y desde luego es quien mejor entiende lo que puede estar en mi cabeza. Algunas veces no nos entendemos pero nos acabamos entendiendo.

Solo me queda felicitarte por este nuevo trabajo de Sotomonte y preguntarte por las próximas fechas de conciertos que tenéis, ¿puedes comentar alguna?
La presentación oficial del disco es el sábado 9 de noviembre en MAZ Basauri, junto a Cala Vento y Lisabo, las entradas ya están a la venta. El día anterior, el 8, tocamos en Guadalajara, en un pequeño festival que se llama Panorámico, en diciembre están por confirmar Santander y Gijón, en enero iremos a León y a Madrid.. e iremos anunciando el resto según sepamos.

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