La suya es una progresión coherente y poco a poco han ido construyendo un edificio de paredes cada vez más robustas. Como Yeah Yeah Yeahs -aunque Distillers sean infinitamente superiores- cuentan con una mujer de carácter al frente. Brody Armstrong (ex mujer de otro punk rocker de primera línea, Tim Armstrong de Rancid) podría convertirse, si no pasa nada extraño, en la líder de una nueva generación de mujeres gritonas. Esta nueva visionaria defiende a ultranza el poder de la mujer y junto a Shirley Manson (su grupo ha girado con Garbage o No Doubt) pretende hacer todo lo posible por poner a las féminas en el lugar que merecen. Ya no podrán hacer frente común (algo de lo que ella se lamenta) con L7, Babes In Toyland o Hole, pero posiblemente contará con la ayuda de Gwen Stefani u otras recién llegadas como Sharin Foo, Karen O o Neko Case cuando se pone furiosa.
"La mayoría de músicos actuales citan los setenta como referencia, pero a mí eso me suena muy antiguo" |
De todos modos, prefiere que sea Rose Casper, guitarrista de la banda, quien se encargue de la promoción de su nuevo disco. "El rock ha estado históricamente dominado por hombres, pero con el paso de los años eso ha cambiado. Joan Jett o antes Janis Joplin fueron las primeras en jugar sus cartas, pero después han venido muchas más. Es obvio que el foco principal de este grupo es Brody. Por su personalidad e ideas defiende una posición muy firme, pero el resto de la banda la apoyamos en la medida de lo posible. Es un honor para nosotros contar con una mujer como ella".El tercer disco de la banda, tras sus dos primeras obras para Hellcat Records, ha encontrado el equilibrio entre su faceta más virulenta y la más llevadera y melódica. "Creo que sigue siendo un disco muy punk, pero para ´Coral Fang´ hemos ampliado nuestro ideario musical. Lo que no cambia es la importancia que tenían las voces, y ha ayudado mucho esa producción tan sobria y tan bien ejecutada. Por ejemplo, el introducir una guitarra acústica como hemos hecho en ´The Hunger´ es una demostración y no para los demás, que nos trae sin cuidado, sino para nosotros, de que podemos dar mucho más de nosotros mismos y de que no sólo sabemos hacer temas rápidos". "Coral Fang" es un disco redondo, sin asperezas, rotundo como el diez que se le ponen a los discos destinados a marcar una época. "Drain The Blood" es el primer tema y consigue que abras las orejas de par en par; "Die On A Rope" es corta e inmediata; "Hall Of Mirror" es tan sucia como el barro callejero y "The Gallow Is God" tiene el poder de seducirte con una estructura relajada y ácida a la par. Por lo demás, podrás encontrarte con un mínimo de tres piezas que denotan que Hole han resultado más influyentes de lo que muchos han llegado a pensar. "No estoy de acuerdo en que algunas de esas canciones se parezcan a Hole. Creo que Courtney Love es un personaje interesante y a mí me gustaba mucho el primer disco del grupo, pero luego nada. Su sonido posterior no iba conmigo. Estamos muy influidos por todo lo que sucedió en los noventa y esa época es la que más me apasiona. El grunge, el punk, el noise… todo eso me llamó mucho la atención. La mayoría de músicos actuales citan los setenta como referencia, pero a mí eso me suena muy antiguo". Quizás esa influencia tenga que ver con "Death Sex", un caótico epitafio de más de diez minutos en el que la distorsión campa a sus anchas. "Una de mis bandas favoritas es Sonic Youth, así que ese tema podría ser una especie de homenaje a ellos".
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