Sonrisas y ceniza
EntrevistasJónsi

Sonrisas y ceniza

Joan S. Luna — 19-05-2010
Fotografía — Lija Birgisdottir

No hace falta que insistamos la valía de la trayectoria de Sigur Rós. El tiempo y unos pocos discos lo han dejado claro. Ahora bien, también es de recibo apuntar que no esperábamos que su líder, Jónsi Birgisson, fuese a sorprendernos con un disco tan completo y apasionado como “Go”.

¿Es el optimismo un consuelo para aquellos que viven en mundos alejados de la realidad? ¿Es una actitud vital que marca la vida de algunas personas? ¿Es, y eso creo, una etapa que toma papel protagonista en momentos determinados de las vidas de todos nosotros? Cada uno tendrá su respuesta. Algunos sencillamente la describirán dejándose llevar por el flujo del día a día, otros la transmitirán con palabras y algunos, aquellos que han nacido con ese don tan especial de componer canciones que emocionan a terceras personas, las convertirán en temas tan preciosos como los que Jónsi Birgisson, el apocado, modesto y correctísimo vocalista de Sigur Rós, ha incluido en su primer disco en solitario. No hace demasiado del disco de Riceboy Sleeps, y me alegro de que así sea, porque así hemos podido sentir muy de cerca el contraste entre las distintas caras de un artista necesita crear para sentirse vivo. “Inicialmente quería hacer un disco más tranquilo de lo que ha acabado siendo. Supongo que lo que ha ocurrido es que refleja caras distintas de mi personalidad, las luces y las sombras. Y eso, claro, se transmite en las canciones. Algunas son más felices y otras son más melancólicas”. Cierto, y es que así se distribuyen los cortes de “Go”, en una balanza bastante equilibrada entre piezas calmadas y lánguidas (“Tornado”, “Sinking Friendships”, “Around Us”) y eufóricas (“Go Do”, “Boy Lilikoi”, “Animal Arithmetic”), todas ellas preciosas. “No sé si usaría la palabra eufóricas, pero la verdad es que lo he pasado muy bien trabajando en las percusiones del disco, en los ritmos. Y sé que algunas canciones no serían lo mismo sin esos beats, sin esos tambores. Son las canciones más alocadas del disco, pero el contraste con las más tranquilas y reposadas es lo que les da sentido. ‘Go’ trata sobre lo que sentimos como personas. ‘Tornado’, por ejemplo, habla de esos temores internos que, a veces, repercuten en cómo somos y en cómo nos comportamos, incluso en cómo nos relacionamos con otras personas. De eso va la canción, de algo que surge del interior de uno mismo y que alcanza el tamaño que nosotros le permitamos”.
No cuesta demasiado subrayar que “Go” es un disco personal, una obra que refleja lo que se esconde en el corazón de un creador, un trabajo sincero y un diálogo de tú a tú con el oyente. Birgisson se siente así, aquí y ahora, y así nos lo cuenta. “Bien, la música siempre depende del estado de ánimo de las personas, de la etapa en la que están viviendo. Y eso es así porque la música es algo que surge de muy adentro, del espíritu y de los sentimientos. Quizás a algunos artistas pueda incomodarles que la gente descubra su personalidad detrás de las canciones, pero para mí todo va ligado”. Y para que todo resulte aún más sencillo y compresible, el inglés toma más protagonismo que nunca antes en la carrera del islandés. De todos modos, más allá de la lengua utilizada, nadie va a dudar que Sigur Rós –como Björk en su momento, o el grueso de artistas que nos están llegando desde la isla en la actualidad (desde Jakobinarina a FM Belfast, a sumar a los ya conocidos múm, Amina, Seabear, etcétera)- se han convertido en los mejores embajadores. “Oh, nunca me he planteado eso y la verdad es que tampoco lo he pretendido jamás, pero si gracias a mi música gente como tú se ha interesado por otros artistas islandeses, por mi país o por mi cultura, siempre me parecerá bien”.
De lo que no me cabe duda es de que Jónsi Birgisson debe ser una excelente persona. Quienes han colaborado con él le elogian constantemente, desde The Album Leaf a The Hafler Trio. Un carácter afable y bondadoso no convierte a un artista en una estrella, ni le da valor añadido a sus canciones, pero sí ayuda a entender lo que transmiten unas canciones que, en este caso, están llenas de vida, y reflejan, como el propio Birgisson nos comentaba al principio, sus luces y sus sombras. Y eso, amigos lectores, en los tiempos que corren y ante mis ojos, siempre suma.

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.