Desde sus inicios, cuando se les encajó en la categoría del indie shoegaze soñador (al menos, en lo musical), The Radio Dept. ha depurado sus ingredientes hasta desembocar en el exquisito pop electrónico de este cuarto disco, que recoge influencias house, jamaicanas, de pop africano y de…New Kids On The block, con el gusto del dúo nórdico, que les ha hecho ser banda de culto. Su posicionamiento ideológico (y feroz independencia artística) se ha recrudecido, aunque queda lejos del sermón. Duncanson, alma del proyecto junto a Martin Larsson, responde a nuestras preguntas vía e-mail. Habrá que esperar hasta 2017 para verles defendiendo su nuevo disco en directo. De momento, nos recomienda algunos nombres de la nueva escena sueca (y sacude de lo lindo a otros).
“Running Out of Love” me ha parecido un álbum precioso pero muy triste. Vuestra música siempre ha tenido un toque melancólico y misterioso, pero ¿esta vez queríais ir más lejos?
¡Gracias! Creo que acabó siendo así, sí, pero no fue una elección consciente, al menos en lo que concierne a la música. En cuanto a las letras, reaccioné a mi entorno y al clima político en Suecia y Europa, y escribí canciones sobre ello. En un momento dado me di cuenta de que la música era más oscura de lo habitual, que iba a ser nuestro disco más oscuro, de lejos. Pero no en plan gótico, odio la puta música gótica, esto sigue siendo pop. Pop oscuro y político en consonancia con estos tiempos.
Dices que la inspiración ha venido de la atmósfera política que vivís en Suecia. Pero a la vez encuentro el disco muy personal, casi confesional. ¿Eres pesimista sobre el momento que vivimos?
Normalmente no somos pesimistas, sino todo lo contrario, pero debo decirte que el desarrollo político en Suecia en los últimos años ha sido y sigue siendo muy inquietante, con el partido racista y fascista Sverigedemokraterna (los Demócratas Suecos), creciendo más y más en las encuestas. La gente se está haciendo más abiertamente racista sin avergonzarse de ello, mientras el resto nos insensibilizamos. Cuando era más joven, pensaba ingenuamente que “esto no pasaría nunca aquí”, pero ahora no estoy tan seguro. Y lo mismo está pasando o ha pasado en otros países europeos. Y en Estados Unidos con Trump. Creo, no obstante, que estamos a tiempo de darle la vuelta a todo esto. Con socialismo, feminismo y anti-racismo. Pero no va a ser fácil: A mucha gente realmente le encanta odiar.
¿Os consideráis una “banda política”, en cuanto a cómo veis el mundo?
Sí, totalmente. Desde el primer día. Y hoy más que nunca.
“Es un disco de pop oscuro y político, en consonancia con estos tiempos”
¿Y echáis en falta esa implicación en otros grupos?
Bueno, sí y no. No creo que los grupos tengan la obligación de escribir sobre política o la sociedad, de ninguna manera. Tendríamos una escena pop muy aburrida si grupos y artistas empezaran a escribir canciones con contenido político porque sintieran la obligación de hacerlo. Pero es igualmente aburrido que a tantos grupos y personas en general les dé tanto miedo decir algo serio. Simplemente, creo que consigues las mejores letras pop cuando escribes y cantas sobre cosas que te importan de verdad.
Han pasado seis años desde vuestro último disco propiamente dicho; cinco desde el recopilatorio “Passive Aggresive”. He leído que vivís en ciudades diferentes y que eso complica el proceso de componer, pero, además, ¿dirías que sois perfeccionistas?
De nuevo, sí y no. Obviamente, queremos que nuestras canciones suenen lo mejor posible, pero al mismo tiempo, nuestras mejores canciones acaban siendo aquellas que menos tiempo tardamos en grabar. Es bueno grabar muy rápido, porque así no piensas demasiado. Y si no piensas demasiado, es más fácil verte sorprendido por lo que creas, en lugar de decepcionado. Además está el riesgo de trabajar en exceso las cosas. Así que las canciones que forman este disco son aquéllas a las que dedicamos menos tiempo en el estudio. Es mucho más gratificante para nosotros trabajar de esta manera, aunque un montón de canciones se queden atrás en el proceso.
Lleváis ya un tiempo en esto, quince años desde vuestro primer disco. ¿Ha cambiado vuestra forma de trabajar?
No, en absoluto. En el estudio siempre hemos trabajado Martin (Larsson) y yo. En ocasiones hemos tenido algún invitado y a veces Daniel (Tjäder), que solía ser nuestro teclista, se unió a alguna sesión, pero el 99 por 100 de las veces somos Martin y yo o sólo yo, y así ha sido desde que empezamos.
Aunque hay algunas guitarras, las texturas de este disco son fundamentalmente electrónicas. ¿Por alguna razón? ¿Cómo elegís los arreglos o “el ropaje” de cada canción?
En un principio, este disco iba a ser de electrónica dance, las guitarras estaban “prohibidas”. Sólo íbamos a permitir entrar influencias house y techno/technopop, viejas y nuevas (pero no bdm, por supuesto. No como Avicii o la mafia sueca del house, eso es maximalismo de la peor especie, y es muy hetero (straight) y aburrido. Tiene que haber cierta ambigüedad sexual en la buena música pop). Luego nuestras ideas empezaron a variar y empezamos a tener en cuenta el dub de los 70, el dancehall de los 80, baladas de los 70 y los 80 como las de Stacy Lattisaw y New Kids on The Block, pop ghanés de los 60 y los 90, pop contemporáneo somalí y un montón de material que imagino que no puedes oír, pero que estaba ahí, inspirándonos. No hay muchos instrumentos en cada canción. Es un enfoque minimalista. Funcionaba mejor con las letras y encajaba con el lugar donde ahora nos encontramos musicalmente.
“Consigues las mejores letras cuando cantas sobre algo que te importa de verdad”
Estoy convencido de que las críticas del disco van a ser abrumadoramente positivas. ¿Por qué creéis que vuestra música comunica tan bien? ¿Sentís alguna presión por ser una banda pop tan respetada?
Espero que a la gente le guste porque la música les emociona de alguna manera, no porque sea algo que mole que te guste. No lo sé…a veces sentimos presión de otros, pero en comparación con la que nos ponemos a nosotros mismos, no es nada.
Cuando empezasteis en esto, aún se vendían muchos discos (en CD), pero en estos 15 ó 17 años las cosas han cambiado mucho. Vosotros seguís en la misma discográfica (Labrador). ¿Cómo habéis vivido todos estos cambios?
No lo sé, es lo que es. En relación con la industria, simplemente lo sobrellevamos, porque es increíblemente aburrida. Tampoco vendíamos muchos discos al principio. Y no nos importa que la gente se descargue música, lo hacemos nosotros mismos. Pero mi momento de mayor orgullo como alguien dentro de una banda, aparte de experimentar de primera mano las reacciones sinceras de la gente hacia nuestra música, es cuando cojo una copia en vinilo de un nuevo disco que hemos hecho. Es un momento casi surrealista cuando tengo el vinilo entre las manos. Supongo que me gustan demasiado los discos. Vamos a a poner en marcha nuestro nuevo sello justo ahora, con el nombre de “Just So!”, para sacar música de esa manera. Supongo que en unos pocos años tendré algo más que decir al respecto.
No sois un grupo que os prodiguéis en directo. ¿Qué relación tenéis con el escenario? ¿Os supone un reto interpretar vuestra música?
El reto es el miedo que sigo teniendo al escenario. El resto lo controlamos ensayando y cambiando ligeramente los arreglos, pero por alguna razón, me sigo poniendo extremadamente nervioso antes de actuar. Es muy raro, porque lo llevamos haciendo más de 15 años, pero me metí en esto porque quería hacer discos, no para estar sobre un escenario. Sin embargo, si haces discos la gente espera que los interpretes en directo, así que lo hago. Con reticencia. Pero una vez que llevamos unas pocas canciones, me puedo relajar y lo disfruto.
La escena sueca pop ha gozado de bastante buena salud con frecuencia, o al menos eso nos ha parecido desde España. ¿Cómo ves el panorama actual?
Hay una nueva generación de grupos y artistas suecos emergiendo, y algunos son realmente buenos, lo cual es una bendición. He estado preocupado durante bastante tiempo, porque había muy poca renovación y las pocas bandas nuevas que teníamos a menudo eran una mierda, pero ahora mismo las cosas están mejorando. Me gustan mucho Hater de Malmö, hacen pop que es a la vez sofisticado y melódico. Su sonido incorpora una crudeza muy atractiva, especialmente en las letras. Luego tenemos a Baba Stiltz, en Estocolmo, haciendo magnífica música de baile que nosotros realmente disfrutamos, su música tiene un aire clubby pero es ligera como el aire, muy minimalista y juguetona. Y deberías darle una escucha a estos singles: “”Rockets” de Moon City Boys y “Anna” de Sverige.
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