“La vida es un breve fuego artificial”
EntrevistasSoft Cell

“La vida es un breve fuego artificial”

Carlos Pérez de Ziriza — 18-07-2023
Fotografía — Andrew Whitton

Marc Almond y Dave Ball estarán el 23 de julio en el ALMA Festival Jardins de Pedralbes (Barcelona) como única parada española de su gira de este año. Presentarán las canciones de "Happiness Not Included" (2022), su quinto album, pero también rescatarán el puñado de clásicos. Marc Almond , fiel a su costumbre, nos responde por e-mail.

"Happiness Not Included" (2022) fue el primer album de Soft Cell en veinte años. ¿Sentíais una especial responsabilidad por star a la altura de vuestros discos previos?
En realidad, no. Los últimos años han sido una lucha. La pandemia nos cambió a todos. Si salías, podías contraer el virus y enfermar gravemente o morir. De un modo u otro, fue difícil para casi todo el mundo. Vi a amigos enfermar o perder a sus seres queridos o sus negocios a causa de algo que no tenía nada que ver con ellos, y luego sentir la ansiedad y el estrés que llevaban parejos. Una locura que temáticamente era muy Soft Cell, y al final lo que intentas es tratar sobre temas que sean significativos para ti. Hay mucha locura en el mundo, y eso hace que nos sintamos fuera de lugar y al borde del precipicio.

¿Cómo valorasteis la reacción de vuestros fans al disco? ¿Fue positiva o negativa?
Sinceramente, ni las reacciones positivas ni las negativas son de mucha utilidad. El disco es lo que es. No siento la necesidad de saber la verdad sobre todo. A veces tanta luz sobre las cosas puede suponernos una carga como individuos. La verdad subyace en algún lugar entre la verdad y la mentira. Supongo que encontrar tu propia verdad es un mecanismo de supervivencia con el que he tenido que vivir.

"El mayor desafío es la necesidad de que como individuos encontremos algún significado a nuestras vidas"

Lleváis girando como Soft Cell desde 2018. ¿Teníais claro entonces que queríais publicar un disco nuevo, o es este una consecuencia de los directos?
Estas cosas simplemente ocurren de forma orgánica. ¿Quién lo sabe en realidad? Piensas que es tu último concierto, y luego de repente ya no lo es porque tienes una nueva oferta para hacer más, y así es como funciona. Aún me encanta actuar en vivo, hasta el punto de que actúo como si estuviera en el escenario incluso cuando no lo estoy. Los fans han sido muy leales, y a veces sufridos: no siempre soy el artista más fácil para ellos.

¿Queríais expresar con el título del album alguna clase de escepticismo hacia la felicidad? ¿Es más complicado ser feliz hoy en día?
¿De verdad me estás preguntando eso? La vida no nos debe nada. No hay garantías. Una de las expresiones que más me disgustan, y que se usó demasiado durante el confinamiento es eso de “es lo que es”, cuando la mayoría de las veces, ¡no lo es! Nadie dijo que la felicidad estuviera incluida en esta vida. Creo que el mayor desafío es la necesidad de que como individuos encontremos algún significado a nuestras vidas, y para mí, y recalco que solo para mí, se trata de aceptar esta cosa llamada vida: este breve fuego artificial debe ser apreciado solo por eso, un momento para regocijarse, y espero que el álbum arroje algo de luz sobre eso.

Tuve la suerte de verte hace unos meses en directo en Valencia, y quería saber si te resulta fácil cambiar el chip de tus conciertos en solitario a los que haces con Soft Cell, si de algún modo son experiencias distintas para ti.
Para mí son dos experiencias completamente separadas. Como cantante de Soft Cell, me acerco a la actuación de manera bastante diferente, asumo un rol mucho más importante. Como artista en solitario, trato de ser más la persona que realmente soy en mi actuación.

¿Cómo preparáis el setlist de estos conciertos? ¿Material nuevo al principio y gradualmente vais incorporando los clásicos? ¿Os resulta fácil dar con la secuencia indicada para que la intensidad se mantenga?
Abrimos con algo que la gente conozca, y luego van entrando canciones nuevas antes de volver a los clásicos.

¿Cómo se mantiene la misma pasión y energía cada vez que se abordan canciones con tantos años como “Tainted Love”, “Bedsitter” or “Say Hello, Wave Goodbye”? ¿Son canciones que pertenecen más a los fans que a sus autores?
No sé muy bien cómo responderte. Cada intérprete, independientemente de quien sea, tiene que buscar en su catálogo anterior, y supongo que después de tanto tiempo regresas a esas canciones y las respetas por lo que te han deparado como cantante o intérprete.

Hace poco has estado tocando con los músicos de Bauhaus y otros artistas algunas canciones del repertorio de Kurt Weill, Bertolt Brecht y Duke Ellington. ¿Cómo fue la experiencia?
Extremadamente exigente, porque son canciones implacables y difíciles, pero que tratan de cuestiones que aún son relevantes hoy en día.

Mirando atrás en el tiempo, ¿cuáles dirías que son tus mejores discos?
Supongo que Non-Stop Erotic Cabaret (1981), Torment and Toreros (1983) y, más recientemente, Shadows & Reflections (2017).

¿Como te sientes en España?
He estado enamorado siempre de Barcelona y de los españoles. Están tan llenos de vida, amor y pasión… todos esos maravillosos clichés. Y el show que traemos a Barcelona es técnicamente una maravilla, de la que estoy muy orgulloso.

¿Estáis trabajando en nuevo material?
Sí. De momento temenos algunos viajes, festivales en los que actuar, y nos lo tomamos con calma. Cuento mis bendiciones con cada una de mis manos y trato de mirar hacia un futuro más amable. Y eso es un desafío para todos nosotros.

 

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