Sobre mapas y memoria
EntrevistasRuper Ordorika

Sobre mapas y memoria

Jon V. Arbide — 12-02-2007
Fotografía — Archivo

Tras la visita anual al Kafe Antzokia de Bilbao, el cantautor vasco Ruper Ordorika presenta su último trabajo “Memoriaren mapan” (Elkar/Caronte), junto al escritor Joseba Sarrionandia.

Lineas y lineas de tinta para el dance-rock que está de moda, para el pop salido de fábrica y para los bichos raros que con un acorde pretenden hacer un disco. Entre toda esta marabunta persisten durante años unos pocos. En Euskal Herria tenemos uno de estos valores: Ruper Ordorika. Publicó su primer disco en 1980, “Hautsi da anphora” (Elkar), con textos del escritor Bernanrdo Atxaga. Y en su segundo disco “Ni ez naiz Noruegako errege” (83, Elkar) ya cantaba un par de textos de Joseba Sarrionandia, “de hecho, los cantaba desde antes, allá por el 1981. Pasamos mucho tiempo juntos en los años 1977 y 1978, en la universidad en Bilbao cuando junto a Bernardo Atxaga, Josemari Iturralde y otros escritores publicábamos la revista literaria Pott. Después, he grabado varias canciones más basadas en sus textos como Ene begiek o Martin Larralde”.

"Para mí esto es un aprendizaje. Cada paso que das te permite dar el siguiente"

Pero un buen día vio claro que tenía que hacer un disco de canciones únicamente basadas en textos de Sarrionandia. No estamos hablando de poemas cantados, ya que Ruper Ordorika ha tenido toda la libertad a la hora de componer. “Ha sido un proyecto largo que ha sido para mí como una celebración: hace años que nos encontramos, la vida nos ha llevado por diferentes caminos y ahora nos reencontramaos haciendo lo nuestro. Por ese lado, este es un disco lleno de sentimientos para mí”. “Memoriaren mapan” es la referencia número diecisiete en la discografía de su autor. Tras varios discos grabados con banda, en este caso, vuelve a los orígenes. Ruper ha vuelto a enfrentarse a una grabación solitario: voz y guitarra. Y hace sentir lo natural, lo esencial en la música. “El cambio de método a la hora de grabar ha sido total para mí. Todos mis anteriores discos los había grabado con una banda, en particular los tres últimos, así que ponerme agrabar en solitario se me ha hecho muy diferente. He aprendido mucho y creo que he llegado a un sitio distinto”. Y así es. Un disco diferente a todo lo que hemos podido escuchar de Ruper Ordorika hasta la fecha. Sin embargo, la esencia se mantiene: su voz inconfundible y la forma de cantar sintiendo cada sílaba que sale de sus labios. En el disco ha contado con Dani Pérez (Mugalari junto al propio Ordorika) y Jon Piris, y han colaborado sus amigos neoyorkinos Chris Lightcap (Marc Ribot), Peck Allmond (James Brown), Jamie Saft (John Zorn, Merzbow), Fernando Sauners (Lou Reed) y Kenny Wollesen. En torno a las canciones podríamos pasar horas hablando de cada una de ellas: “Goizalbada” en la que canta a la noche para que no se vaya hasta que llegue su amante, “Berak entzungo ez duen kantua” una canción dirigida a oídos de alguién que no la entenderá, alguién no volverá en “Ez da itzuliko”, entre otras tantas. Pero, a pesar de todos estos temas, este es un disco en el que predomina el amor sobre todo lo demás. “’Memoriaren mapan’ es una imagen que aparece en la canción ‘Hondartza galduan’. Me parece que recoge bien el contenido de este disco: una suerte de crónica más o menos real, más o menos autobiográfica, que se mueve por muchos lugares: ciudades, mares... Es posible que se trate más de una especie de mapa guía que si no se tiene bien dibujado en la memoria, uno puede llegar a estar muy perdido, sobre todo si a uno le tocan vivir situaciones muy extremas, como a su autor. A él le parecía bien el título, a la discográfica tambien y a mí tambien”. En definitiva, una nueva entrega de uno de los mejores autores que hemos tenido el gusto de escuchar entre nosotros. “Para mí esto es un aprendizaje. Cada paso que das te permite dar el siguiente. No creo que hubiera podido hacer este disco sin la experiencia de los anteriores. Son cientos de conciertos en el escenario y otros tantos como público. La música es mi pasión y vivo esto con mucha intensidad y aunque cada vez estoy más tranquilo con lo que hago, no puedo dejar de querer ir un poco más allá”. Y entre textos, rescatamos “Albert Einsteinen mihia”, “una canción llena de preguntas, que no da una respuesta, y yo tampoco la tengo. Estoy en una habitación y en la pared colgada la famosa foto del científico sacando la lengua y completamente despeinado. ¿Se burla Einstein de mí? ¿Se burla de los desastres del siglo XX en nombre del progreso?Las teorías que se podrían formular a partir del asunto de la lengua son más complicadas que la propia relatividad”. Escuchar, leer y entender en este mapa de la memoria. Y así, cada cual sabrá de quién se burla Albert Einstein desde el cuadro. Cada cual que haga cuentas con el científico, o quizás con el siglo veinte. Yo tampoco tengo respuesta.

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