Hace ya unos meses de la publicación de “Repentless” y las reacciones de público y crítica han sido, en general, positivas. No es ningún secreto que este es un disco, por distintos motivos, muy importante para Slayer. ¿Esperabas esta reacción y cómo te sientes ahora que estás de vuelta en la banda y con la prueba del nuevo álbum superada?
No sabía qué esperar de la gente. Lo único que podíamos hacer era ponerlo todo en este trabajo. Es lo que siempre hemos hecho, en cada disco. Es nuestra manera de hacer las cosas. Una vez terminado pertenece al público, habrá a quien le guste y a quién no, pero creo que al final del día, para cualquier artista o músico, lo importante es sentirse orgulloso de uno mismo, y en ese sentido estamos orgullosos de lo que hemos conseguido. Solo podemos esperar que nuestros fans sientan lo mismo.
Creo que “Repentless” combina diferentes caras de Slayer: la más rápida, con canciones como el tema-título o “Take Control”, y, por otra parte, grandes medios tiempos como “Vices”. Para mi, es la mezcla perfecta. ¿Buscabais mostrar un retrato de todo lo que Slayer es y puede ser, precisamente, en este momento especial para el grupo?
Estamos constantemente buscando cosas nuevas. Kerry ha escrito todo el nuevo material a excepción de una canción. Si te hablo como fan del heavy metal, y no como miembro del grupo, mis discos favoritos de Slayer son aquellos que tienen canciones muy rápidas, oscuras y heavies, y creo que Kerry King opina lo mismo. Él ha grabado muchísimas demos mientras preparábamos este disco. También hemos grabado todos los ensayos y al final de cada semana cogíamos la cinta con todas las tomas y la escuchábamos. Así que cada semana teníamos un disco distinto en casa, antes de que fuera un disco en sí. He podido escuchar el nuevo material, cada canción, como si fuera un álbum, ver cómo sonaba en conjunto y pensar qué me gustaría, como fan, que hubiera en esas canciones o qué podía mejorar.
En en estudio, en el local de ensayo, dando forma a los nuevos temas… ¿has echado de menos el feedback de Jeff?
Totalmente, claro que he echado y echo de menos a Jeff. Nunca más estará con nosotros y hemos notado mucho la ausencia de sus aportaciones y de su persona. En el estudio, grabando el disco, incluso preparándolo, Jeff estaba en mi cabeza en todo momento, como si estuviera allí, y me preguntaba ‘¿Cómo le gustaría esto a Jeff?’, ‘¿Qué diría?’ o ‘¿Cómo lo haría él?’. En el tiempo que trabajé con él, que fue mucho, tuve tiempo de llegar a saber qué le gustaba realmente. Siempre lo he tenido y lo tendré presente.
"Una de las últimas decisiones de Jeff fue quererme de vuelta en la banda. Así que eso me da una confianza enorme y voy a seguir dando lo mejor de mí en esta banda"
“Piano Wire”, escrita por Jeff e incluída en el disco, me recuerda bastante a “Seasons in the Abyss”, que es uno de mis discos favoritos de Slayer. El haberla incluido en “Repentless” me parece un gran homenaje. Pero, ¿cómo te has sentido tocándola?
Oh, tío… (pausa). Nadie me ha preguntado esto antes. Me encanta esta canción. Estoy orgulloso de haberla podido tocar y que Jeff no la utilizara antes, porque así he tenido la oportunidad de grabarla yo. Recuerdo que, cuando se planteó, pensé ‘probablemente sea la última vez que tenga la oportunidad de tocar una canción escrita originalmente por Jeff’. Cuando la estábamos grabando, sentí como si él estuviera con nosotros. Su presencia estaba ahí. Es algo que realmente valoro y que he podido disfrutar.
Slayer ha influido, en pocas palabras, a gran parte del metal extremo, del thrash al death y el black metal. También desde la perspectiva de haber tocado en Forbidden o Testament, ¿sientes algún tipo de responsabilidad de cara a los fans y a otras bandas?
Puede que con Forbidden hayamos influenciado a algunas bandas, pero nosotros mismos teníamos influencias de Slayer, Metallica, Exodus… Siento que formé parte de un movimiento, aunque no estuve en el inicio. Veo tres olas de thrash metal: una primera con Metallica, Exodus o Anthrax; una segunda con Death Angel, Testament, Vio-lence; y una tercera ola en la que estuvimos Forbidden y todas las bandas del momento. Aunque en cierto sentido, sí, formamos parte de una ola jodidamente rock (sonríe).
Slayer giró con Megadeth hace unos años, ahora lo hacéis con Anthrax… si pudieras expandir The Big Four y ampliarlo hasta un Big Five o un Big Six del thrash metal, ¿que bandas incluirías en el pack?
Esta es realmente buena… Tenemos al Big Four, pero deberíamos añadir Exodus, Testament, Death Angel… mierda, Vio-lence también. ¡Tendríamos un Big Seven o quizás un Big Eight! (risas).
¿Qué sentiste la primera vez que Slayer te llamaron para tocar con ellos?
Cuando cogí el teléfono estaba en casa de unos amigos con los que tocábamos música experimental, nada que ver con el heavy metal. Nos reuníamos, fumábamos algo de hierba y tocábamos. Hacíamos jams y grabábamos lo que salía de allí pero como simple divertimento. Justo había fumado un poco, cuando llamaron. Era mi técnico de batería, con quién vivía en el mismo piso. Hice callar a mis amigos y me dijo: ‘Hey, no creerás quién ha llamado a casa’. Y yo: ‘¿Quién?’. Y me responde: ‘El mánager de Slayer’. Yo estaba fumado y le dije: ‘¡Jódete, no te creo!’. ‘No, tío, es verdad’, respondió. Fue surrealista. Ese día todo cambió para mí y empezó a ir muy rápido. Todo fueron jams de thrash metal desde aquél momento.
Mis dos discos favoritos de Slayer en los que has tocado son, probablemente, “Diabolus in Musica” y “God Hates Us All”. ¿Qué puedes decir sobre ellos y qué han significado para ti, musical y profesionalmente?
Es interesante que lo digas porque ‘Diabolus in Musica’ no gustó demasiado a algunos fans de Slayer, aunque para mí es un gran disco. Contiene material muy bueno y creo que 'Bitter Peace’ es uno de los mejores temas jamás escritos por Jeff. Me encanta ese tema. ‘Point’ también es una gran canción. Profesionalmente, no lo sé… estuve un año en la banda antes de grabar ‘Divine Intervention’, pero con ‘Diabolus in Musica’ solo tuve tres meses para prepararme antes de entrar en el estudio. Supuso una manera distinta de trabajar. Me siento orgulloso de ello, pero todo fue muy rápido y no tuve demasiado tiempo para pensar las cosas. En el caso de “God Hates Us All’ quise perfeccionar el sonido de batería, ya que no estaba del todo satisfecho con los resultados de los anteriores discos. Quise lograr algo distinto, y, de algún modo, lo describiría como un viaje sonoro. No me gusta grabar el mismo disco dos veces. Para mí, cada álbum refleja el periodo de tiempo en el que se ha gestado. Hay otros artistas que no varían en absoluto su sonido y siguen sonando geniales, pero, para mí, lo que capta mi atención y me influencia de verdad es aquello que refleja el momento. Estoy muy satisfecho con el sonido de batería de 'Repentless’, tiene unos tambores y unas cajas muy heavies.
Los tres periodos de tiempo en los que has estado en Slayer, incluido el actual, han llegado tras la marcha del batería fundador de la banda, Dave Lombardo. ¿Has sentido presión en alguna ocasión o sentimientos contradictorios respecto a ello?
Mmmh… me gusta que me hagas esta pregunta. La primera vez que estuve en la banda fue con ‘Divine Intervention’. Ese disco es relevante, visto ahora, porque entré en la banda pero no había Internet. Había MTV pero no Internet. Y los teléfonos móviles… eran cosa del Ejército. No había Blabbermouth.net ni nada por el estilo, ni blogs donde la gente expresaba su opinión y todo el mundo podía leerla… Incluso así, en ese momento sí sentí toneladas de presión, pero era, sobre todo, la presión a la que yo mismo me sometía y la que derivaba de la propia banda, porque si no era lo suficientemente bueno, estos tipos me lo habrían hecho saber. Al mismo tiempo, esto me dio mucha confianza, porque sabía que Kerry, Tom y Jeff me eligieron por algún motivo. Así que puse el 100% de mis fuerzas en ello sin importarme lo que la gente opinara, porque estos tíos creyeron en mí. Hoy en día, la historia ha cambiado: la banda ha participado en el Big Four, ha celebrado sus treinta años de historia… no es una estrella ascendente, es más bien una leyenda, todo es distinto. Al mismo tiempo, ahora existen las redes sociales, Blabbermouth, muchas webs... Cualquiera puede decir lo que quiera acerca de cualquier cosa que digas. Me he reincorporado definitivamente a la banda en un momento y un contexto muy hostiles para hacerlo. Hay mucha gente que me ha apoyado y otra que no me quería por aquí, creo que incluso alguna de esa gente no sabe ni quién soy, ni lo que he hecho antes. Realmente ha habido más presión ahora, por las circunstancias y porque poco después de volver, Jeff murió. Fue como ir de una gran presión a más presión aún. Aunque mi forma de verlo sigue siendo la misma: Kerry, Tom y Jeff me eligieron para volver. Probablemente, una de las últimas decisiones de Jeff fue quererme de vuelta en la banda. Así que eso me da una confianza enorme y voy a seguir dando lo mejor de mí en esta banda.
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