Singles de la vida

El artista de Memphis lleva desde 1998 alternando proyectos como Reatards y Lost Sounds y publicando sin parar. Acaba de firmar por Matador Records y para celebrarlo se publican “Singles 06-07” (In The Red, 08) y “Matador Singles” (Matador, 08) que reúnen su producción reciente y señalan un futuro prometedor.

“Solía darme miedo, pero ya no”, explica Jay Lindsay cuando pregunto cómo encaja un artista tan elusivo como él el haber conquistado un nuevo público a priori ajeno a todo cuanto su música ha significado hasta hoy día. 

“Cuando empecé a tocar, sabía que lo hacía para gente que no era como yo. Pensaba que si no podía ser amigo de esa gente no quería tocar para ellos. Pero ahora he comprendido que no tengo que hacerme amigo de todo el mundo, ni siquiera tienen que gustarme. Mi único problema con mi nuevo público es que muchos de ellos son seguidores ocasionales, gente en busca del artista de moda. ¡Ni siquiera habrán escuchado punk-rock en su vida! Yo nunca he sido un tipo guay, así que eso me confunde un poco”. Un ejemplo: durante su concierto la noche anterior en Les TransMusicales de Rennes, soltó un par de perlas al DJ encargado de la música entre actos y un par de comentarios sobre lo que piensa de la música electrónica. “En realidad me gusta la música electrónica, pero se ha reducido a ritmos rígidos, al cuatro por cuatro, me parece insustancial”, explica. Jay Reatard presentaba allí los temas contenidos en las dos compilaciones editadas por su antiguo y su nuevo sello, In The Red y Matador, recogiendo su trabajo desde la edición de su anterior “Blood Visions” (In The Red, 05), dos trabajos que muestran la evolución de un tipo salido del punk-rock más gamberro hacia nuevos territorios, más ambiciosos y modulados. “Mi forma de ver la música ha evolucionado en los últimos años. Cuando era joven estaba enfadado con el mundo, hacía música en plan ´jodeos idiotas, ¿por qué cojones venís a verme?´”. Cuenta que vuelve a Europa tras dar los últimos retoques a su nuevo trabajo, a publicar en 2009, que seguirá la orientación marcada por sus últimos singles. “He intentado concentrarme menos en el sonido general de la canción y más en los pequeños detalles. En realidad nada ha cambiado mucho, sigo trabajando de la misma manera. Puede que haya mejorado un poco, no lo sé. Quizás”. Y sonríe.