Las canciones recogidas en “Farsa (Género imposible)” surgieron como parte de otros proyectos artísticos, ¿han sido todas regrabadas para esta ocasión?
La mayoría sí. Se han grabado en mi casa con grandes amigos músicos, lo cual para mí es como cerrar un círculo. Las canciones, en su origen, nacieron del diálogo, de compartir la creación, de intentar ver cómo otros artistas cuentan la misma realidad; desde la danza, el cine, el teatro o la poesía. Fue brutal. En esos espacios aprendí muchísimo. Cuando decidí grabar este disco, aunque lo tenía todo compuesto, había que elegir cómo iba a sonar. En ese momento reflexioné muchísimo sobre la diferencia entre la fortaleza con la que nos mostramos y la imperfección que nos define. Y me di cuenta de que, en el arte, a mí lo que me apetece es hablar de la fragilidad y de la belleza que tiene esa imperfección. Y disfrutarla.
"Para mí el reto es seguir teniendo ilusión, ganas de crear y emocionarme con lo que esté haciendo".
Comentabas hace unas semanas en redes sociales que la maternidad está muy presente en el disco, tanto en las letras, como en el hecho de cómo ha sido grabado y editado, completamente desde casa para poder pasar más tiempo con tu hija. ¿Cómo ha sido esta experiencia?
Ha sido algo muy bonito. Ser madre es lo más bestia y el amor más grande que he sentido y lo que me hace aprender más de mí. No me di cuenta hasta una vez terminado el disco, gracias a una entrevista, de que la maternidad estaba muy presente. Y sí, lo he grabado e incluso editado yo sola desde casa, pensando en estar allí lo máximo posible, sin tener que salir. Además, el disco supone un homenaje a mi madre, que es la que me ha enseñado a mirar y la que me ha dado la libertad y la confianza para ser yo. Mis primeros recuerdos potentes de felicidad son de la escuela de mi madre. Ella es la que me enseñó a entrelazar las artes, a entender cómo suena un cuadro, qué colores tiene una canción o cómo se puede bailar una fotografía.
Gracias entonces al impulso de tu madre tenemos a la Silvia de hoy en día, que es rupturista, que se atreve a experimentar, que es un poco inquieta, o que nunca hace lo mismo dos veces, ¿no? Una persona que arriesga.
Mi madre me ha enseñado a ser yo. Pero, además, es importante tener interés por aprender y seguir vibrando. A lo largo de mi carrera he tenido la suerte de que me han ofrecido muchos proyectos lindos con artistas en los que he confiado y con los que tenía ganas de aprender. Me alimento de mirar por muchos ángulos, porque uno mismo al final llega a sus límites. Para mí el espacio artístico y, en concreto, la música, es donde más libre me siento y donde me reencuentro con quien soy y con lo que me importa. No debo olvidarme de disfrutarlo.
Tengo entendido que tenías pensado desarrollar tres puestas en escena diferentes para este disco, una sola con guitarra, otra con banda y otra con escenografía.
Sí, en octubre tengo fechas sola, y en noviembre y diciembre con la banda. El directo con escenografía se proyectará en primavera si todo va bien y lo haremos en el otoño siguiente. Ahora mismo estoy acabando de preparar los conciertos sola, porque quiero incorporar más cosas, más sonidos y también estoy ensayando con la banda. Hemos tenido que reorganizar todo lo que se anuló, por el confinamiento, y estamos intentando cuidar lo que venga sin que la incertidumbre nos deprima. Nos estamos ayudando unos a otros, creando e invirtiendo tiempo, amor y dinero, confiando en que los conciertos se podrán hacer y disfrutando del proceso, porque si pensamos que no, es muy difícil seguir. Es importante que se cuide la cultura, que se entienda que no es solo un oficio que da de comer a muchísimas familias, o un entretenimiento, sino que nos hace sentirnos vivos. Y sentirnos vivos nos hace recuperar la ilusión para poder tirar adelante.
"Cuando una canción te gusta y tienes ganas de interpretarla, lo que tienes que hacer es pensar qué hay de ti en esa canción y buscar tu propia manera".
En tu trabajo se aprecia cierto riesgo y experimentación en cada paso ¿Por qué crees importante innovar en la música y hasta dónde estarías dispuesta a hacerlo? ¿Veremos más caras de Sílvia Pérez Cruz en el futuro?
Las que hagan falta, las que necesite. Siempre digo que hay que ser valiente para cambiar cuando hace falta y para no cambiar si están bien las cosas. Para crear, a mí me funciona tanto estar sola como dialogar con otras personas. Estoy encantada de que me sigan proponiendo proyectos y de poder proponer yo otros. En muchas ocasiones te vas cruzando con gente que conecta con tu manera de ver el arte y eso te alimenta.
¿Cuál es el secreto que tienes para versionar, sin perder tu identidad, a artistas tan dispares como Simon & Garfunkel, Bowie, Radiohead o Enrique Morente? O, más que a Enrique Morente, a Lorca, ¿no?
Sí, pero muy inspirada por Morente. Yo creo que cuando versionas no tienes que pretender hacerlo mejor que otro, porque sería imposible. Cuando una canción te gusta y tienes ganas de interpretarla, lo que tienes que hacer es pensar qué hay de ti en esa canción y buscar tu propia manera, que es la mejor que puedes ofrecer. Si intentas imitar al otro, creo que te quedas a medio camino.
Tienes una versión preciosa de “Pequeño vals vienés “con Pájaro. ¿No has pensado repetir alguna colaboración con él?
Pues sería bonito. Fue una propuesta externa y me encantó, así que sí. En ese encuentro nos íbamos escuchando todos los músicos y encontrando la sonoridad de cada verso, fue precioso. Me encantaría reencontrarme con él, por supuesto. Ojalá.
Por cierto, hay cierta gente que compara lo que hacen María Arnal i Marcel Bages con tu estilo. ¿Te gusta lo que hacen?
Sí, claro que me gustan. Al principio, cuando aparecieron me recordaron mucho a lo que hacíamos en “Granada” (14) y alguna vez incluso escuchando a María pensaba que era yo. Era muy extraño. Pero creo que tienen mucho talento y que hacen cosas muy bonitas. Quiero escucharles más, pero sí, lo que he escuchado es muy lindo.
¿Cuál es el siguiente reto de alguien que lo ha conseguido ya todo o casi todo en la música, como tú?
Para mí el reto es seguir teniendo ilusión, ganas de crear y emocionarme con lo que esté haciendo. No es tanto querer llegar a un sitio, como conservar un estado que va mutando. Y para eso, tienes que tener ganas de aprender y no tener miedo a equivocarte. Mi reto es mantener este estado, esta forma de vida.
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