Los mentideros de Internet, desde hace unos meses, apuntaban a que “El vals de la muerte” sería el título definitivo de su última obra. Craso error. “¿Cómo alguien puede imaginarse que titularíamos así un disco nuestro? Nunca hubiéramos escogido las palabras muerte y vals”, comenta Nacho entre risas mientras Alaska, reconvertida en una femme fatale pseudogótica después de tropecientos años, prefiere la vertiente ficticia que inunda en el mundo del papel couché.
"Nuestra idea a la hora de realizar los discos es que siempre haya alguien externo" |
“Me parece mucho más interesante leer como Hillary Clinton se acostó con un extraterrestre en la Sala Oval gracias al National Esquirer”. Después de pasar por las manos de Carlos Jean y ejercer más tarde de Juan Palomo, en esta ocasión el dúo decidió que Neal X y Tony James (Sigue Sigue Sputnik) se encargaran de la producción en los londinenses Dean Studios. (Nacho) “Nuestra idea a la hora de realizar los discos es que siempre haya alguien externo, pero desde adolescentes sabemos que no es un problema para nosotros autoproducirnos”. Aunque les parece una paletada tener que ir a Inglaterra para registrar sus canciones, lo cierto es que trabajar con dos admirados pesos pesados de la cultura británica fue una bocanada de aire fresco. “Trabajan de un modo rápido y ágil. El proceso de grabación fue relajadísimo para nosotros. Si la canción sonaba bien la dejábamos tal cual, sin que influyera en ningún momento la temática de las letras”, comenta Alaska. Su particular universo cargado de materialismo, surrealismo patrio y desencanto sigue manteniéndose, en todo caso, inamovible. Aunque “Cabezas disecadas” ya se pudo oír en los directos que la banda ofreció durante la pasada etapa estival, temas como “Las Walpurgis te van a llamar” o “Amanecer dorado” vuelven a explotar la faceta más chicle-pop de la banda. “A mí me encantaría sólo hacer canciones rápidas como las Walpurgis”, cuenta Nacho. “Que mentiroso eres”, espeta Alaska, mientras recuerdan las inevitables connotaciones a lo Dinarama de dicha canción. “Ella tenía sus dudas mientras escribía la letra. Lo de ‘Las Walpurgis’ tiene ese rollo hombre lobo y fantasmagórico que una vez en Fangoria, siendo más adultos, decidimos no volver a hacer”, Nacho dixit. “Nos interesan los platillos volantes. No porque nuestro estilo nos lleve al género de la ciencia ficción, sino porque simplemente nos fascinan esos temas”, argumenta una rejuvenecida Alaska, que decidió dar una vuelta de tuerca a su look cabelludo de una vez por todas: “Fue una reacción un tanto infantil. Estaba cansada de mi pelo y era el momento. La gente me decía que era mi seña de identidad, pero ¿si me apetece no me lo puedo cambiar?”.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.