"Si no escribiera música me suicidaría"
EntrevistasThe Soft Moon

"Si no escribiera música me suicidaría"

Alexandro Ruiz Pérez — 14-02-2013
Fotografía — Archivo

Una vez pasado la amenaza del cacareado apocalipsis se nos aleja la posibilidad de vivir en una distopia similar a la que nos presenta The Soft Moon con su último trabajo, “Zeros” (Captured Tracks/Popstock!, 12). No obstante, su escucha sigue siendo igual de evocadora y sugerente. Luis Vásquez, su hacedor, explica por qué. En todo caso, el próximo 2 de marzo actuando en el Make Noise Fest (Barcelona, Apolo).

Hablar de música gótica en un año como el 2013 viene de la mano de un torrente de imágenes de gente vestida de negro con lentillas de colores y llamativos tatuajes que posan en fríos cementerios del norte de Europa y que o bien escuchan Lacuna Coil y HIM o bien se quedaron en la nostalgia de The Cure y Siouxsie And The Banshees, a veces en una vertiente electrónica por una deriva hacia el EBM. Sin embargo, hoy es posible decir que una nueva “ola fría” similar a la cold wave ochentera sacude partes de Europa y Estados Unidos y nos devuelve bandas como Pop.1280, Tropic Of Cancer, The KVB o The Twilight Sad, que rescatan al género de las zarpas del cliché y le dan un nuevo aliento. The Soft Moon no es sino una de las más importantes del último lustro. “Es interesante venir a Europa. Parece que la gente entiende la música mucho más que en los Estados Unidos por alguna razón que desconozco”, dice Luis Vásquez, líder de este proyecto unipersonal que ha acabado convirtiéndose en grupo de música. Reconoce su sorpresa ante el creciente interés por su música, cuando para él “el propósito de The Soft Moon es acercarme a la música a un nivel muy personal. Es buscar en el interior y descubrir mi pasado, porque bloqueé gran parte de mi infancia. Si no escribiera música probablemente me volvería loco o simplemente me suicidaría. Quién sabe”. Preguntado por si se siente incómodo ante la etiqueta de gótico, Luis no parece tener ningún problema. “En mi adolescencia casi nunca escuchaba música gótica. Lo más cercano era The Cure, pero hasta mi madre escucha a The Cure”.

Su reciente paso por el Primavera Club en Barcelona ha sido una buena excusa para presentar su último trabajo, “Zeros”, que salió a la luz el día de Halloween, al igual que discos anteriores. “Las primeras veces fue por casualidad, pero ya se está convirtiendo en un cliché que quizás mantenga, porque otoño es un buen momento para sacar un disco”. En este trabajo, “he evolucionado como compositor, pero en un sentido opuesto al esperado. Algunos críticos dicen que no escribo canciones, lo cual es verdad, porque con ‘Zeros’ estaba más interesado en hacer algo similar a una banda sonora”.
El estilo de Vásquez es frenético e intenso. “Tengo un poco de ansiedad y eso me hace escribir canciones muy rápidas. Además, me gusta que la música suene muy potente. De esta forma suplo mi incapacidad para expresarme con palabras y entierro mi voz en capas de sonido”. “Zeros” es su visión del fin del mundo. “No estaba muy contento cuando hice este álbum y todas mis circunstancias se infiltraron en la música. El tema que abre el disco te introduce poco a poco en el post-apocalipsis y el final, que es la misma canción al revés, trata de devolverte a la realidad”. Este aura de caos y desolación atrajo a John Foxx a colaborar con él. Lo que le pudo llamar la atención no es ningún misterio si uno se introduce en el mundo del ex Ultravox vía “Metamatic” o de sus últimos discos con The Maths. “Un día poco antes de mi primera gira europea recibí un correo de John Foxx en el que se interesaba por mi música. Como tocaba en Londres quedamos para hablar de trabajo, y después de volver de la gira vi que me había enviado una idea que había elaborado en el estudio. Estuvimos un tiempo trabajando sobre ello y creo que nos quedó algo bastante interesante. Quería hacer que sonara a ‘Metamatic’ y que fuera algo para él porque es su etapa que me gusta más, y a él le encantó”. Esto sintetiza parte de la personalidad de Vásquez: su fijación con él pasado. No está al tanto de sus contemporáneos, explora su niñez y tampoco le gusta pensar en el futuro. “No quiero pensar en nuevas ideas antes de sentarme en el estudio. Soy muy supersticioso con eso y creo que podría arruinar el proceso”. No descarta, sin embargo, abrirse a sonidos menos lúgubres a medida que vaya ganando en su lucha interior. “Cada vez me siento más feliz, es cierto, y puede que eso se refleje en mi música, pero… ¿quién sabe?”.

2 comentarios
  1. You two are a perfect match!!It was a pity that I can't join the ceomerny.But I do feel the sweet and joyful atmosphere.Congratulations and wish you two an abundance of happiness. <3

  2. Deep thinking - adds a new dienosimn to it all.

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