“Hemos estado detrás de cada puto aspecto del disco”
EntrevistasShego

“Hemos estado detrás de cada puto aspecto del disco”

Álex Jerez — 06-02-2025
Fotografía — Adri Cuerdo

El nuevo disco de Shego es una especie de rescate de las llamas del infierno. Una catarsis en busca de la salvación y la liberación a base de fiesta, dolor, culpa y autoexigencia con el título del álbum como mantra: “No lo volveré a hacer”. Una mano amiga que te agarra fuerte para levantarte, te ayuda a abrir los ojos, te deja tu espacio y nunca te abandona.

Quedamos con Raquel, Maite y Charlotte en las oficinas de Altafonte para hablar de este segundo proyecto, un viaje muy personal que mantiene fresca la vena punk de la banda, pero que supone un salto de gigante a nivel de trabajo, perfeccionismo e implicación. Un disco de amor tóxico y autocuidado que quema dentro, pero sana y con el que en realidad cualquiera se puede sentir identificado en mayor o menor medida.

A finales de octubre subisteis una publicación a Instagram con una foto en la que salíais abrazadas por el estreno de “arghHhh!” lanzándole al mundo eso de “se acabó no quererse, a partir de ahora sois la primera”. Y, en realidad, ahí se resume lo que es el disco ¿no? Un rescate a alguien que está en la mierda total. Una evolución emocional que se inicia con una ruptura, caída libre, pasa por la asimilación, nuevo golpe… Así hasta que un día te das cuenta de que no puedes seguir así más.
Charlotte: Se me han puesto los pezones de punta.
Maite: Sí, es eso. ¡Joder! Me emociona mucho. En base a “arghHhh!” tengo un recuerdo muy vivo porque Raquel y yo estábamos pasando situaciones sentimentales bastante tremendas y no muy alejadas la una de la otra. Estábamos en puntos diferentes de una ruptura. Una todavía no estaba sucediendo, pero sí que estaba sucediendo, y yo estaba literalmente abandonada en la casa que compartía con mi ex, en momento duelo total. Entonces cuando nos veíamos las dos tendíamos mucho al drama y al dolor. Raquel vino a mi casa diciendo ya sé que estamos muy mal, pero igual habría que hacer una canción con la que fingir que estamos bien y de ahí nace “arghHhh!” como una mentira hacia una misma, un poco como proyectar al futuro una cosa que se quiere o se desea y en ese momento era imposible de imaginar que pudiera llegar. Aunque, en realidad es una utopía porque nunca se llega a alcanzar ese día estás 100% bien.
Raquel: Cuando estás hecha una puta mierda, estás hecha una puta mierda. Pero, hay que verse a una misma y proyectar que quieres conseguir ese cambio.
Charlotte: De hecho, las tres pasamos una ruptura a lo largo de que se formara este maldito disco.

"Ahora ya no me quiero morir, pero ha habido una etapa de mi vida en la que sí y eso es bastante potente decirlo"

Bueno, pero todo lleva su tiempo, y primero hay que pasar por esa fase en la que cuando estás completamente destruido comienzas a ver una pequeña luz hacia la salida. Como la parte de “arghHhh!” en la que soltáis eso de: “Por fin un día en el que no me quiero morir”.
Maite: Total y además esa canción tiene también un gran componente de la relación con una misma y por eso nos emociona. Habla también de la propia depresión, no solo de un duelo, de momentos emocionales que se pasan con una misma. Yo a veces miro para atrás y digo ¡Dios mío! Ahora ya no me quiero morir, pero ha habido una etapa de mi vida en la que sí y eso es bastante potente decirlo. Y a veces componiendo pensábamos en cómo hacer llegar a la gente que la escuche un mensaje más allá de lo destructivo, lanzarles un rayo de luz. Hacer una canción que tenga que ver con un mensaje positivo ya que no nos están tratando bien.
Charlotte: Total y además que sea todo como tan crudo. Estoy bien, pero me he querido morir, mira te lo cuento tal cual. No te voy a poner florituras. Esto es lo que ha pasado y lo que está pasando.
Maite: Es que es literalmente el viaje del disco, es bastante curioso que lo hayas pillado así.
Raquel: Yo lo que tengo es ganas de hacerte a ti la entrevista... (risas)

En el álbum también está todo eso de martirizarse a uno mismo y lo que cuesta romper con esa inercia. “No lo volveré a hacer” tiene también mucho de lanzarle al público como un respiro y un mensaje casi como de amiga a amiga para rescatarla de en un conflicto con el que todo el mundo puede sentirse identificado.
Raquel: Sí, además es algo que creo que es una conclusión a la que tienes que llegar tú sola por ti misma. Cuando estás en una relación tóxica con alguien da igual que te venga la gente de fuera y te diga es una puta mierda y te está haciendo mal. Hasta que tú no decides cómo romper con eso y cambiar tus cosas no va a cambiar nada, no vas a avanzar nada.
Maite: Pero bueno, si a alguien le puede llegar y se puede convertir este disco en la puntita del iceberg de un proceso pues sería la hostia. Desde luego sí que es un álbum muy personal, todas las canciones están basadas en experiencias que nos estaban pasando en ese momento. Picos de ruptura, locura a lo bestia, fiesta… Como que te vuelves completamente neurótica y luego claro tienes momentos de dolor. Es como una montaña rusa.
Raquel: Todo viene de algo que está pasando, queremos conseguir o queremos olvidar. Todo viene de algo real en realidad.

“Curso avanzado de perra” entra también un poco en el disco como un empujón a la hora de cambiar el chip, sacar fuerza, levantarse, salir y ver las cosas de otra forma. ¿Cuándo surge este tema?
Raquel: Es gracioso el concepto de cómo empezó esa canción y lo que queríamos hacer con ella. Mi hermana parió hace un año y pico y yo le dije a Maite tía quiero hacer una canción como dedicada a la niña para decirle mira el mundo es así amor, no te lo vamos a pintar de rosa. Esto es una puta mierda y tú vas a tener que ser una puta leona porque si no te van a comer.
Maite: Y lo que empezó con la idea de hacer una “nana” al final se convirtió también en un discurso para una misma. Porque claro nosotras estábamos pensando todo el rato cómo podíamos hacer una nana sin que fuera…
Raquel: Un tostón amor.
Maite: Sin que fuera Izal, lo siento ja, ja, ja. Le pasé la canción a Raquel y le dije no podemos hacer “Pequeña gran revolución”, lo siento.
Raquel: ¿Se puede hacer una comparativa entre “Pequeña gran revolución” y “Curso avanzado de perra”? (risas)
Charlotte: Un TFG sobre eso. (risas)
Maite: Y también nos gustaba lo de incorporar un poco la ironía en una parte de la canción, como vernos de víctimas totales de todo y no ser culpables de nada. Esa fase de no quiero ser adulta y no quiero asumir responsabilidades. Por eso, decimos eso de que la culpa es del Estado, de tus padres, del colegio… El caso es que nunca es nuestra culpa, como pasa con cualquier adolescente joven que no quiere asumir.

Es curioso que el mantra del disco es “no lo volveré a hacer” y también lo que da el nombre al álbum. Pero en el fondo sabéis que en realidad en cualquier momento podéis caer de nuevo y entrar en el mismo bucle. ¿Por qué elegisteis ese eslogan como emblema del proyecto?
Charlotte: Ya habíamos compuesto la canción, estábamos en el local ensayando otras canciones y preguntándonos todo el rato cómo se iba a llamar el disco hasta que ese día se me encendió la bombilla. Les dije chicas se tiene que llamar así porque con esa frase podemos explicar todo el disco. No me voy a volver a enamorar, pero lo vuelvo a hacer. No volveré a fumar y lo vuelvo a hacer. Por todo este tipo de coas, de fallos en los que vuelves al inicio de todo.
Maite: La culpa sí que está muy presente en el disco, aunque no hay que sentirse culpable por ello. Hay que intentar viajar todo el rato entre sentirse culpable para que la culpa te ayude a rectificar ciertos comportamientos, pero no quedarse a vivir ahí constantemente.
Raquel: Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

"Todo lo previo fue un camino para entender cómo funciona esta movida y yo estoy profundamente orgullosa de nosotras"

En el álbum también se trata bastante el tema de la autoexigencia. ¿Cómo de autoexigentes habéis sido con vosotras mismas a la hora de enfrentaros a hacer un segundo disco?
Raquel: Hay un cambio en relación a las cosas anteriores que hemos hecho porque hemos estado muy pendientes de todos los procesos creativos de desarrollo del disco. Desde lo más básico, hasta lo que quizás no entendemos tanto, pero hemos estado ahí para tomar la decisión final. Ha habido mucho trabajo, mucho cariño, hemos mirado todo con lupa y personalmente me ha encantado estar ahí, en todo. Además, es muy chulo que seamos tres y que cuando a una no le convence demasiado algo nos apoyemos y nos relajemos la una a la otra.
Maite: Hemos sido autoexigentes con el disco, pero lo que era necesario. Veníamos de aprender a estar dentro de la industria musical, de hacerlo todo como un juego, con el que nos pusimos muy en serio desde el principio, pero sin haber pasado antes por otros grupos o proyectos. Todo lo previo fue un camino para entender cómo funciona esta movida y yo estoy profundamente orgullosa de nosotras. Me encantaría que no surja la duda o cuestionen hasta qué punto hemos estado detrás de todo el trabajo. Hemos estado detrás de cada puto aspecto del disco, las mezclas tienen siete versiones, estuvimos con Raúl Pérez dándole por culo durante tres meses, siendo muy pesadas, haciendo videollamadas. Hubo un momento que hasta nos planteó que si él no había encontrado lo que queríamos lo mezclara otra persona porque estábamos obsesionadas. Queríamos que el trabajo fuera finísimo.
Raquel: Es que es muy difícil ponerse límites, a veces hace falta incluso que te los pongan desde fuera. Estábamos muy inmersas. Al final es un trabajo de mucho tiempo y no quieres que cuando llegues al último punto haya algo que esté mal hecho. Que en realidad no es así, porque todo el trabajo y el tiempo invertido es algo que suma y no se pierde.
Maite: Y que te puedo asegurar que a la gente se la pela que la guitarra R esté un decibelio más arriba o abajo. Se van a escuchar el disco con el móvil de camino al curro y ni siquiera con cascos. Así que bueno, hay un punto en el que tienes que decir tranquilidad.

Os voy a preguntar por “algunos lunes” ese tema que sirve como balsa de descanso en el disco. Una canción íntima, pequeña, frágil, sin guitarreo…
Maite: Compongo muchas canciones que son para mí y que se quedan en la eternidad en las notas de voz. Pero, esta era una canción que me gustaba genuinamente. Así que hubo un momento que pensé que me encantaría que estuviera dentro del disco. Creo que además es un movimiento honesto. Dentro de nosotros está la furia, está la violencia y la chulería. Pero, también está la vulnerabilidad y era súper importante que eso participara dentro del disco porque creo dentro de todo el discurso que engloba la historia era importante dar un momento de intimidad tan brutal. Es un momento de calma y de tristeza simplemente. La tristeza no maquillada de nada, ni maquillada de la fiesta, ni maquillada de la autoexigencia, ni maquillada de la culpa, ni nada. Era simplemente tristeza al aire, en bragas.

Y bueno, ¿cómo vais a trasladar toda esta gran historia, discursos y emociones al directo?
Raquel: tenemos cosas pensadas amor que son tan fuertes. Es un disco grabado en directo y eso ya marca mucho cómo se va a llevar a un concierto. Como que esa energía estará ahí. Todo va a ser muy potente, tengo unas ganas.
Maite: Yo creo que vamos a ser muy fieles a tocarlo de la misma manera en la que lo compusimos, para que todo se retroalimente constantemente. Yo creo que va a ser muy emocionante, hay que ir a verlo porque se va a crear algo muy especial y también habrá un momento de ser unas pequeñas divas.
Raquel: Sen Senra dice su misa y tal. No tiene ni idea de lo que se viene ja, ja, ja. Van a cerrar todas las iglesias, solo habrá locales para tocar rock.
Maite: El rock va a ser la nueva misa.

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.